jueves, 5 de enero de 2023

Nostalgias navideñas/madrileñas

Desde la casa familiar, a pesar de que hemos llorado, he vuelto a reencontrarme con los libros. Han remitido poco a poco los ataques de pánico, y a 380 kilómetros en línea recta, Madrid ya no me resulta tan desoladora . He vuelto a acostarme en mi cama, la de siempre, y he vuelto a ver aquel cartelón de la Gran Vía que fue un recordatorio de quién quería ser yo a estas alturas de la vida. Leí y releí el libro 'Madrid' de Trapiello, que es lo que tiene esta ciudad. Que te llama después de voltearte con todas las costuras. Ha sido un largo tiempo desde el encendido, el mismo día que en el sótano de Argüelles se nos murió el calentador de la ducha. Desde entonces, esta felicidad por decreto que a mí, lo que es a mí, no me alcanza. Yo subí en el Naviluz , claro, y vi la ciudad iluminada. E hicimos lo que pudimos con esa Lotería que siempre se nos escapa. He dicho que los ataques de pánico han remitido porque Madrid, tan somatizada, se me ha hecho desagradable en esos sueños donde aparece ese sobrino que se me fue el mismo día que murió mi padre. Perdonen la tristeza. Quizá sea por la madurez, quizá por el bregar diario. Quizá porque mis amigos se me retornaron a provincias, o tuvieron hijos, y por eso arrastro por Avenida de América esta nostalgia de Navidad que se va y que fue la más nuestra. A pesar de los pesares . Hoy mismo, pese a todo, yo seré aquel niño que despertó con un Cinexín y besó al padre amoroso. El mismo que ayer soñó con camellos, pajes, y un rey favorito que ya no recuerda. A veces, es necesario quitarse de Madrid y tomar perspectiva de las cosas y de las causas. A la distancia, también se aprende a Madrid. La ciudad insustituible de las navidades interminables y de las rebajas con el ciudadano sin un chavo en la faltriquera. La misma.

De España https://ift.tt/S2q3Uj0

0 comentarios:

Publicar un comentario