sábado, 21 de enero de 2023

Pedro Piqueras : «Cuando sea mayor, quiero ser guía turístico de Madrid para los amigos»

Pedro Piqueras camina, se cuenta los pasos. Mantiene desde 1973 un romance con Madrid sin menoscabo de su pasión por su patria chica, Albacete, que conoce, quiere, desde los llanos a la aldea más perdida de la sierra. En Madrid, a pesar del gris de la dictadura, encontró una libertad que iba más por la cultura y por la gente. Luego, él, que sabe que la 'mili' de un periodista ha de pasar indefectiblemente por Madrid. Digamos que se topó con la Movida y ahí sí que encontró esa libertad. De buena mañana, Piqueras deambula por las calles con más sabor de Madrid, y no se cansa porque sabe que la Historia con mayúsculas es otro de los patrimonios que atesora esta ciudad y del que no todo el madrileño es consciente. Pena por la falta de servicios públicos en la calle, por los enfermos de próstata y critica el mal olor y la suciedad de algunos rincones de la capital. Los taxistas que en Budapest pueden estafarle, en Madrid lo tratan con amistad y campechanía. De algún modo, como Benito Pérez Galdós 'se nació' en Madrid. Y como Galdós también se pone en el lugar de los que sufren en los apartes de la capital. De la que conoce su reverso de sufrimiento. Noticia Relacionada estandar Si «Madrid es el mejor ejemplo de lo que es una ciudad ambiciosa y fresca» Jesús Nieto Jurado Del vino a la calle, este 'colono' guipuzcoano ha encontrado en la capital un oasis donde se desestresa de la viña —¿Cómo va Madrid de tracto intestinal? Por lo del yogurt digestivo. Bien, con alguna obstrucción. Pero hay gente a la que le gusta las obstrucciones, según sabemos. Van contando que que no se imaginan Madrid sin obstrucciones de tracto intestinal. Bueno, dicho esto, Madrid es una ciudad maravillosa. —Y vino... Llegué en el 73, y me pareció una ciudad tan fantástica que no quería salir de Madrid ya. Y me propuse ser periodista en Madrid. Realmente, cuando todos queremos ser periodistas, queremos ser periodistas en Madrid. O corresponsales. Venía de una ciudad pequeña, estupenda, donde tenía a mis amigos y a mi novia. Y de pronto me encuentro una capital, aun en esos tiempos, que era la dictadura todavía, fabulosa. La policía iba pidiendo la documentación, sí, pero era una ciudad de libertad, una ciudad en la que se podían hacer muchas cosas. —O sea que el concepto de Madrid como ciudad libre es de mucho antes. No, no. Libertad para mí. Digo libertad en otro sentido. Yo en Albacete no podía ir a escuchar una orquesta sinfónica. Y en Madrid sí. O a un rodaje. Me ofrecía unas posibilidades que no me daba mi tierra natal, a la que quiero mucho, que conste. —¿Ama Madrid? Sí. Yo estoy muy orgulloso de Madrid. Y de Albacete. Cuando sea mayor, me haré guía turístico de Madrid. Es una delicia enseñar Madrid a gente a quien quieres. —¿Cómo entra esta ciudad en Pedro Piqueras? Madrid es una ciudad abierta y tolerante. Estamos aquí una asturiana, un malagueño y un albaceteño. Eso es Madrid, que ha aceptado la diferencia. La gente de Madrid es consciente de que un día vienen de un sitio y al siguiente de otros lugares. Es una ciudad acogedora, puede que suene como un tópico, pero es que es verdad. Lo digo porque me encanta decirlo: «Soy de Albacete», pero a mí nadie me pregunta de dónde soy. Y mi cuna no me ha impedido ser director de informativos, ni a otros ser alcaldes de Madrid. Mira Álvarez del Manzano o Tierno Galván. —Eso era antes, ¿sigue esa amabilidad en el aire? Ahora se ha vuelto un poquito más arisca. Yo creo que esto de la polarización política está volviendo loca a la gente. —Del Madrid bohemio, absurdo y brillante de Valle hemos pasado a... A una ciudad tierna, amable y muy divertida. Recuerdo cuando era joven, y lo bien que lo pasé en Madrid. La Movida , Tierno Galván . Y ahí sí que hubo una ruptura con todo lo anterior. —Abunde en ese momento. Madrid pasó de ser un lugar oscuro de falta de libertades a la explosión de un nuevo modo de vivir, de pensar. El contacto de verdad, con la libertad, se produce con la Movida. Almodóvar hacía cine, cantaba. Hubo grupos maravillosos gracias a un clima de libertad, insisto, y de culto por la cultura. Madrid tenía que estallar, y estalló. Y lo hizo queriendo ser una ciudad no menor que París, no menor que Nueva York. Eso estaba en el ánimo de la gente. —La capital también tiene su cara B. ¿Lo ha pasado mal aquí? El 23-F. Trabajaba en Radio Exterior de España. Era un lunes, y yo libraba. Hacía un programa de fin de semana que se llamaba '7 días', y estaba oyendo el debate parlamentario. Lo primero fue saber cómo estaba mi novia, cómo estaba todo el mundo, que es lo inmediato. Tanteé las posibilidades de ir allí, a la radio, a echar una mano. Entonces la directora , Emilia González Sevilla, me dijo que ni se me ocurriera ir allí, que estaba todo tomado por fuerzas armadas. —¿Qué es lo que le deja esta urbe? Vivir los momentos históricos. Chaves Nogales vivió en el edificio de Semana, y él vio y vivió la salida de Alfonso XIII . Son cosas que sólo se pueden vivir en Madrid. —¿Qué tenemos de manchegos? Madrid es un poblachón manchego. Tú sales de Albacete y hasta Guadarrama es La Mancha. Ya lo decía Azorín . A veces se cree que el 'ejque' es madrileño; no, es de La Mancha entera.

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