lunes, 16 de enero de 2023

Sin novia, sin fiestas, sin carnet: Gavi, el chaval de 18 que manda en el Barça

Una de las imágenes de la celebración de la Supercopa es la de Gavi y Lewandowski posando en el avión con el trofeo. Alumno y profesor, juventud y veteranía. «Manténte cerca de mí, si jugamos juntos podemos hacer cosas peligrosas y hacerles daño en el área», le pedía el polaco al canterano poco antes del inicio del clásico. Una demanda que denota la importancia de Gavi en el juego azulgrana y que constató con un gol y dos asistencias que lo elevaron a jugador más valioso de la final. Con apenas 18 años recién cumplidos sigue quemando etapas a la velocidad de la luz. «Esto lo estaba deseando desde que debuté», aseguraba tras levantar su primer título como azulgrana. Pocos años antes correteaba por el modesto campo de la Liara Balompié, un club de barrio de su localidad natal, Los Palacios. Entonces todos vislumbraron el gran futuro que le esperaba pero nadie pensaba que fuera a suceder tan rápido. Le firmó el Barça y se instaló con su familia en un piso de Las Ramblas , pero a los pocos meses quiso vivir en La Masía. Y llegó a la élite antes de aprender a atarse bien las botas , lo que le provocaba la regañina del entrenador de turno, preocupado de que pudiera tropezar con los cordones. Nadie cuestiona que, a pesar de su corta edad, sea un fijo en el Barcelona y en la selección española , en la que se ha instalado de golpe, sin pasar por la sub-21 o la sub-23. «Su progresión no es normal, pero demuestra cómo es como jugador y también como persona. Al final los chicos que se dedican a esto del fútbol tienen que madurar mucho más rápido que los de su misma edad que no se dedican al fútbol. Tenía un objetivo muy claro desde que llegó a La Masía, que era llegar al primer equipo. Lo ha conseguido como consecuencia de su carácter, porque se entrena como juega», analiza García Pimienta , que lo entrenó en el filial del Barcelona. Esa madurez como futbolista también la demuestra en el aspecto personal. Lo destacan desde el equipo educativo de La Masía, donde han tutelado su crecimiento hasta principios de este año. De hecho, Gavi aún sigue visitando la residencia de jóvenes talentos del Barcelona, donde mantiene asignada su habitación (empezó el curso como residente) y donde en muchas ocasiones decide almorzar junto a los chavales que están en las categorías inferiores. Pero ya no pernocta en la Ciudad Deportiva porque una de las primeras cosas que hizo con su primer contrato profesional fue comprarse una lujosa casa en una localidad próxima a las instalaciones del Barcelona. Allí vive con su padre, Pablo Páez , que tras media vida dedicado a la hostelería, como camarero o regentando un bar (también trabajó en la lavandería del Betis cuando el futbolista fichó por el club andaluz), ha decidido tutelar la carrera de su hijo y no dejarle solo en una ciudad como Barcelona. También recibe a menudo las visitas de Gema y Aurora , su madre y su hermana. Noticias Relacionadas estandar Si Fútbol Xavi refuerza su proyecto, de nuevo, a costa del Madrid Sergi Font estandar No supercopa de españa Las injustas críticas al Barça y el enfado de Ancelotti: «No ha sido una humillación» Rubén Cañizares Poco dado a la fiesta ni a la noche, tiene en Pedri a uno de sus mejores amigos en el vestuario culé y es habitual verles salir juntos en coche de los entrenamientos. Gavi no tiene aún carnet de conducir y depende de sus compañeros para llegar a casa, una tarea que hasta hace poco realizaba Iván de la Peña , su agente. Tampoco se le conoce pareja estable. De hecho, durante este pasado Mundial se produjo una anécdota cuando a raíz de la petición de la camiseta por parte de Felipe VI tras la goleada a Costa Rica para su hija Leonor, gran admiradora del futbolista, surgió el rumor de una posible relación. El vestuario se lo tomó a broma y le apodó el Principito. Un ganador nato Ante el Madrid dio una lección y mostró su garra , sin dar ni un balón por perdido ni achantarse ante nadie (empiezan a ser célebres sus enganchadas con cualquier rival por grande que sea). En Los Palacios recuerdan que ya era una característica suya. «Tenía mal perder», aseguran. Ese portento físico lo ha destacado Xavi en más de una ocasión. «Es un corazón con patas», asegura el técnico para definir el derroche del centrocampista. Una cualidad que reconocen todos los entrenadores que el jugador ha tenido en su corta carrera. «Técnicamente, es superdotado. Es un futbolista capaz de cambiar una acción técnica en décimas de segundo e improvisar ante cualquier circunstancia del juego. Es muy difícil encontrar a un jugador con estas capacidades, con esta velocidad de ejecución», explica Franc Artiga , que lo moldeó en el Juvenil A del Barça. No obstante, todo pro tiene su contra: «Es hipercompetitivo. Es uno de los jugadores más competitivos que conozco. Eso es algo que tiene que estabilizar, pero ha mejorado mucho en el control de sus emociones».

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