PESTAÑA j16-atleticomadrid-barcelona-liga22/23 Opinión 7 Griezmann, lamentable persona, y asesorado por auténticos gangsters, era el principal argumento ofensivo del Atlético de Madrid, siendo un jugador del Barcelona; lo mismo que Messi, que tras haberlo criado, reformado y agasajado, se hizo campeón del mundo justo en el primer Mundial que no era jugador del Barça. Igualmente, hay algo peor que los pésimos resultados del Barcelona y es que Xavi no ha conseguido que ninguno de sus jugadores juegue mejor gracias a sus enseñanzas. Todo lo contrario que con Pep y Cruyff, bajo las órdenes de Xavi, la mayoría han continuado más o menos igual que antes. Raphinha, incluso peor. Xavi se equivocó en el 70, dándole entrada a cambio de Gavi. El Barcelona empezó ganando, como siempre, pero también como siempre, no supo sacar un provecho definitivo de su despliegue, y todo se parecía a un guion pactado entre la gira de despedida de Simeone y el inminente despido de Xavi. Como el título de la gira de Sabina y Serrat, «Dos pájaros de un tiro» -qué poco original. Lo más gracioso es que los presidentes de ambos clubes dicen tener a Luis Enrique como recambio. Sin duda uno de los dos estará exagerando. El Barça menguó en lugar de crecer con su ventaja y el Atlético, sin ser gran cosa más que el Intercity, se adueñó del juego como diciéndole a Laporta que ha de estar pendiente de algo más que de los mánagers con los que pacta sus absurdos fichajes y del triple postre que cada noche se zampa por la angustia que le produce, haciendo lo que hace, que al final lleven por delante. El empate parecía algo más que una posibilidad pero Simeone es un cadáver arrastrado como todos sueños de Jan -cada vez más gordo- de que su Barça sea la nueva armada de la independencia catalana. El Barça, al final, lo que tiene es un grave problema de eficacia, como los pobres pagafantas que todo lo intentan pero es otro quien se la calza. Los últimos 20 minutos de la primera parte tuvieron mucho de chico entusiasta que paga grandes restaurantes y que en el bar aparece otro con más empaque y tú te acabas quedando con las ganas. Es cierto que Lewandowski, que por motivos de sobra conocidos no jugaba, de vez en cuando marca, pero un poco como el viejete que yo ya soy -y por eso lo digo-, que necesita hablar mucho para tocar algo. Noticia Relacionada Todo irá bien opinion Si Xavi no da para más y Laporta no sabe qué hacer Salvador Sostres «El presidente no está seguro de qué entrenador quiere como sustituto, autodescartado el único que realmente le interesa, Guardiola» Tras el descanso, el Barça hizo algo peor que perder el control del partido, que es empezar a hacerse indigno de la victoria. Es cierto que había margen para que sucediera cualquier cosa, pero se notaba mucho la diferencia entre un Atlético de Madrid en horas bajas, y con su entrenador al límite del ocaso; y un Barça que, por mucho que pudiera en cualquier momento marcar el segundo y sentenciar el partido, carecía de la identidad, del nervio y de la idea clara del fútbol que guía a los grandes equipos. Griezmann con el pelo rosa parecía más ridículo, y ya es decir, que los patéticos versos del nuevo libro de poemas de su abogado, José Ángel González Franco. Hay algo peor que los idiotas -créanme- y son los cursis. Dembélé tuvo dos y desaprovechó ambas, y aunque fueron jugadas interesantes para el Barça, parecieron preludios del empate. Partido triste, malo, en el que fueron más importantes los errores que los aciertos, como ese tipo de fidelidad conyugal que no se basa en no colgar otros cuadros sino que en tu mujer no se entere. Barcelona y Atlético retratan la miseria de lo que es jugar a fútbol sin dinero, como el bígamo de medio pelo que tiene una familia de clase media y a la otra sólo le puede procurar unos estándares de media-baja. La mediocridad equilibró el desenlace en el último acto y prevaleció el gol de Dembélé, dándole a su equipo una victoria mucho más importante en lo contable que como metáfora de cualquier mejora en el juego, en el planteamiento o en la calidad individual de ninguno de sus jugadores. Ser pobre, y esto sirve para todo, es peor que ser cursi -o idiota.
De Deportes https://ift.tt/d8pIsSY
0 comentarios:
Publicar un comentario