Incertidumbre

Parece un hecho que el PP en Castilla y León confía plenamente en la marca de cara a las elecciones municipales de mayo. Solo así se explica la tardanza en anunciar las candidaturas en las capitales y la dificultad para cerrar la de Valladolid. Las encuestas, más centradas en la política nacional que en la territorial, evidencian que el desgaste del PSOE en la intención de voto. ¿Puede influir en elecciones de rango territorial? Es evidente que sí, pero fiarlo todo a ello, parece un error. Los dirigentes de Vox, sin embargo, están convencidos de que la marca es la que vende, que no importa demasiado el conocimiento de los candidatos y por eso anuncian volver al modelo García-Gallardo en Castilla y León, ante el evidente fracaso del modelo estrella, estrellado con Olona en Andalucía. Puede que a Vox le haya funcionado hasta ahora, pero habrá que ver qué pasa cuando ya han tocado poder. No será lo mismo y en el PP deberían saber por experiencia que el nombre del candidato tiene gran importancia a la hora de presentarse a unas municipales o autonómicas. En el PSOE respiran aliviados por la estrategia emprendida por el PP, aunque no ocultan la preocupación por los vientos que soplan en la política nacional. Se anuncia en Valladolid la presencia de Pedro Sánchez el día 21 con un acto político de cara a la convocatoria electoral. Casi podría apostar que no habrá muchas más presencias de Sánchez en la capital del Pisuerga y todo quedará en la mano y en la propuesta de campaña que realice Oscar Puente que, aunque se sabe con muchas opciones de repetir, no puede olvidar los estudios demoscópicos y la matemática que se puede articular después de las votaciones. Por muy municipales que sean, por muchos elementos de política local que intervenga en la campaña, la vida nacional va a estar muy presente porque, además, hay que tener en cuenta que a la vuelta de las municipales esperan unas elecciones generales que serán a cara de perro y que mirarán a mayo como una suerte de guía para lo que pueda pasar a final de año. 2023 empieza fuerte en la política, no se esperan demasiados cambios en la estrategia de ver colores opuestos en todo lo que sucede por parte de los partidos y eso puede suponer también cansancio en un electorado que mira al año bajo el prisma de la incertidumbre.

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