viernes, 6 de enero de 2023

Gibraltar: el «matiz de soberanía» del aeropuerto, gran escollo para el acuerdo final con Londres

El acuerdo entre el Reino Unido y la UE por Gibraltar se atasca. O, más bien, está en un punto muerto indefinido tras dos años de la gran negociación entre Madrid y Londres que evitó el Brexit duro en la Verja. ¿Las razones de este 'impasse'? Varias. El contexto político interno en Reino Unido no ha ayudado, la guerra de Ucrania ha centrado la atención diplomática el último año y, ya entrando en materia, hay escollos jurídicos de soberanía que imposibilitan, de momento, la firma de un acuerdo entre Reino Unido y la UE con el liderazgo español en las negociaciones. Por ejemplo, uno de los principales problemas se encuentra en el mismo aeropuerto de Gibraltar , que será puerta de entrada a territorio Schengen, en un supuesto escenario de acuerdo, y que, por tanto, debería tener despliegue de Frontex –Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas– junto a la Policía española para realizar los controles. Por ahora, Londres no da el visto bueno a esa posibilidad que está contemplada en la propuesta final que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, envió el pasado mes de noviembre a Londres para hacer del Campo de Gibraltar «una zona de prosperidad compartida», eufemismo que ambas partes utilizan para evitar cuestiones de soberanía sobre la colonia británica. Sin plazos «La sensibilidad de las autoridades gibraltareñas con la presencia de agentes de la autoridad españoles en su aeropuerto es evidente», destacan fuentes diplomáticas al tanto de las negociaciones. Encontrar una fórmula para que España (o la UE) controle esa frontera hacia Schengen (sin control en la Verja posterior) es el 'quid' de la cuestión de una negociación que comenzó en septiembre de 2021 y que «no tiene plazo para llegar a un acuerdo». Noticias Relacionadas estandar No Albares insiste en que España no puede estar «eternamente en una situación de negociación» sobre Gibraltar Angie Calero reportaje Si Las estrecheces de los británicos tras el Brexit Ivannia Salazar «Gibraltar no sería de ninguna manera una extensión del espacio Schengen» es el mantra que Fabián Picardo, ministro principal de Gibraltar, defiende para negar la mayor de la presencia policial española en un suelo, el del aeropuerto, que no estaba contemplado en el Tratado de Utrecht (1713-1715) y que fue ganado por los británicos tras unas epidemias que obligaron a desplazar la población al istmo en el siglo XIX. El ministro Albares ha subrayado en más de una ocasión que el marco de acuerdo sellado por Madrid y Londres el 31 de diciembre de 2020 contempla que España, como miembro de Schengen, sería el responsable de garantizar los estándares de este espacio y por ello debería asumir los controles en el puerto y el aeropuerto del Peñón, pero contaría con el apoyo de la agencia europea de fronteras –Frontex– durante un periodo transitorio de cuatro años. «Eso se va a respetar», se indica. Las negociaciones entre Madrid y Londres vivieron otro capítulo con la visita a Madrid del ministro de Exteriores británico, James Cleverly , el pasado 14 de diciembre. Aunque se escenificó «voluntad política» para llegar a un acuerdo, este se presume difícil, tal y como reconoció el propio ministro británico: «Hay que pulirlo porque todavía quedan algunos flecos y sigue habiendo diferencias [...] Si fuera sencillo no requeriría tanto esfuerzo», dijo. En ese sentido, desde Londres reconocen a ABC que existe «un matiz de soberanía» que impide el acuerdo. Cómo hacer esos controles y su encaje jurídico en la legislación británica para una posterior firma del tratado con la UE sobre Gibraltar. «En el tejado británico» Por el lado español se mantiene que «la pelota está en el tejado británico» al ser ellos los causantes de esta situación por abandonar la Unión Europea . «Estamos ofreciendo un marco de prosperidad común, teniendo en cuenta el flujo de trabajo y de vida a ambos lados de la Verja, pero no podemos renunciar a que haya control del espacio Schengen», indican fuentes diplomáticas españolas que se muestran optimistas en alcanzar un próximo acuerdo. En este periodo de transición de la colonia británica tras el Brexit –votado en junio de 2016 y efectivo desde febrero de 2020– las relaciones en materia fiscal entre España y la colonia se rigen por un tratado firmado en marzo de 2019 que sigue aún vigente con el objetivo de ser «una herramienta eficaz en la lucha contra la evasión fiscal y crea los instrumentos necesarios para tal fin». Sin embargo, de los cuatro memorandos bilaterales firmados en noviembre de 2018 sigue vigente el referente a los derechos de los ciudadanos. «Han decaído el del tabaco , cooperación policial y aduanera y medioambiente. No obstante, la propuesta de Acuerdo entre la UE y el Reino Unido en coordinación con España contempla todos esos elementos», informan las mismas fuentes diplomáticas españolas. Mientras tanto, la transitoriedad parece ser el destino de la colonia británica dos años después del Brexit.

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