PESTAÑA jornada14-real-madrid-barcelona-liga-endesa Crónica 4 Sufrida victoria del Barcelona en casa del Madrid, al que le arrebata el liderato y le asesta un golpe moral en un momento clave de la temporada. Queda mucho por delante, pero el triunfo culé denota que el equipo azulgrana oposita a todos los títulos que disputa. No podía empezar mejor la Liga Endesa en este 2023, con un clásico entre Madrid y Barcelona que además de poner en juego el liderato serviría para marcar territorio entre los dos grandes del baloncesto español, que ya empiezan a mirarse de reojo en todas las competiciones, a la espera de verse las caras más adelante cuando realmente estén los títulos en juego. Llegaba el Barcelona pletórico tras su épico triunfo en la pista del Estrella Roja y con la moral por las nubes tras el triunfo en la Euroliga , en octubre pasado, cuando los azulgranas se impusieron por un apretado 75-73 en un partido que llegó a dominar con comodidad gracias al gran partido de Satoransky, con 12 puntos y 22 de valoración. Eso sí, los blancos se habían llevado el primer enfrentamiento de la temporada, en la final de la Supercopa (89-83) , aunque entonces los dos equipos no estaban rodados. Fulgurante inicio del Barcelona, intenso en la presión, lo que le permitió anotar las dos canastas iniciales en apenas dos minutos gracias a dos rebotes ofensivos y un robo en una presión defensiva. El Madrid se sostenía gracias a Tavares y a Yabusele (un triple, un 2+1 y una asistencia a Musa en los primeros cuatro minutos). A pesar del gran ataque del Barcelona, el 7-0 del Madrid le permitía alcanzar el ecuador del primer cuarto empatados con ventaja en el marcador (14-12). Pero los culés contestaban con un 0-7 para poner un 14-19. Toma y daca de ambos equipos y muchos puntos en el electrónico. Sufría el Madrid en la salida de balón y se aprovechaba el Barcelona. El primer cuarto acabó ajustado (26-28). Segundo cuarto de menor ritmo anotador, con una defensa muy agresiva del Barcelona pero que no se traducía en una distancia significativa en el marcador. En cinco minutos y medio, el Madrid solo había podido anotar cuatro puntos, nueve los culés. Erró muchos lanzamientos de tres el equipo de Jasikevicius , que se desesperaba en la banda. Chus Mateo sabía que a pesar del mediocre partido de su equipo estaba en la pomada: 33-37 a falta de tres minutos para el descanso. Un parcial de 11-2 permitió a los blancos colocarse en ventaja (41-39) a falta de un minuto. El segundo cuarto se lo llevó el Madrid por cuatro puntos, que cerró la primera parte con un triplazo de Llull desde su propia cancha (44-42). Noticias Relacionadas estandar No Polideportivo Este es el calendario deportivo de 2023 Miguel Zarza estandar No Diez buenos motivos para visitar Valencia en 2023 David Maroto Fulgurante inicio del Barcelona en la reanudación con un Mirotic que despertó. Un triple suyo completó un parcial de 0-7 para el 44-49 en los dos primeros minutos, pero el Madrid no estaba dispuesto a desengancharse del partido y opositaron al triunfo con dos triples, de Williams-Goss y Musa (53-51). Ventaja que empezaron a ampliar lenta pero constantemente. Sanli rompió el maleficio culé desde la línea de tres con un triple que daba aire al Barça y que era la antesala del empate a falta de dos minutos tras otra canasta de Higgins (57-57). El parcial final de 0-9 permitió a los azulgranas afrontar el tramo final con cinco puntos de ventaja (57-62). Pensemos con la cabeza, reclamaba Jasikevicius en los primeros minutos del último cuarto al sufrir con pérdidas absurdas de sus jugadores y el acierto del Madrid, que podría ir dominando si no estuviera marrando tantos tiros libres. Un triple de Higgins (62-65) dio aire al Barça, penalizado por sus fallos desde el perímetro . Por fin Laprovittola vio la luz y anotó otro triple (62-68). Chus Mateo abroncó a los suyos por su poca efectividad en el rebote. «El partido es el rebote», se desgañitaba el técnico blanco en su tiempo muerto. No cambió demasiado el panorama y dos penetraciones de Higgins , sorprendentemente suelto, alejaban al Barça a ocho puntos (69-77) a falta de tres minutos y medio. Y un triple del norteamericano a falta de 1:43 parecía sentenciar el partido (73-82). Final accidentado con tiempo parado por las dos peticiones de Mateo para chequear jugadas dudosas y el error del reloj, que no corrió durante un ataque del Barcelona. Al final el equipo azulgrana pudo imponerse y ganó el primer clásico liguero.
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