La Fábrica de los Juguetes sustituye a la Cabalgata en Alcalá de Henares

A falta de Cabalgata, la ciudad de Alcalá de Henares ofrece a sus niños una alternativa lúdica para acercase a la magia de los Reyes Magos: un túnel que conecta directamente con el Lejano Oriente y por el que pasarán, en grupos reducidos y con cita previa, miles de niños y niñas de la ciudad y sus alrededores. Es la Fábrica de los Juguetes, un espacio de diversión construido sobre la antigua fábrica de Gal de Alcalá de Henares, y que estará abierta hasta el próximo 5 de enero. Se calcula que más de 7.000 personas recorrerán este espacio, en 60 pases de 120 personas cada uno, y guardando todas las medidas de seguridad. Se trata de un gran espacio de luz repleto de duendes, artesanos, proyecciones y personajes que animan el recorrido de los más pequeños. Estos pueden comprobar cómo Sus Majestades leen sus cartas y preparan los regalos. El alcalde alcalaíno, Javier Rodríguez Palacios, la concejala de Cultura, María Aranguren, y el concejal de Juventud e Infancia, Alberto González, inauguraron este sábado esta Fábrica de los Juguetes, un «espacio repleto de ilusión como regalo para nuestros niños y niñas que tanto se lo han merecido este año tan complicado. La Cabalgata no ha sido posible por seguridad, pero no podíamos quedarnos parados, por ellos, y por ese motivo hemos conectado Alcalá con el lejano Oriente a través de este túnel fantástico para que los pequeños de la casa disfruten de la magia», ha explicado María Aranguren, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Alcalá de Henares. Hadas o soldaditos de plomo, todos con su mascarilla preceptiva, durante el recorrido por el túnel mágico de Alcalá - AYUNTAMIENTO A lo largo de un túnel de luz de 12 metros que conduce a un espacio de 55 metros de largo por 20 metros de ancho, repartido en tres pasillos, los pequeños disfrutarán con la presencia de duendes, artesanos y compañías de teatro que amenizarán el recorrido. En ese pasadizo se puede encontrar zonas diferenciadas: la de los regalos, la de las gominolas, la de los peluches, o incluso un taller de madera real con un carpintero fabricando un pinocho en directo como si fuera Gepetto. El recorrido se completa con duendes, pajes, proyecciones y una zona de nieve.

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