sábado, 30 de enero de 2021

Víctor Font: «Venimos al Barça a ganar Champions, no a hacer política»

Víctor Font (Granollers, 1972) es, según las encuestas, la alternativa a JoanLaporta, máximo favorito para suceder a Bartomeu como presidente del Barcelona en las elecciones que deberán celebrarse el próximo 7 de marzo. —En condiciones normales, ya habría podido tomar posesión del cargo... —Desgraciadamente se han retrasado las elecciones por no tener métodos alternativos al voto presencial antiguo. Nosotros hace tiempo que trabajamos para facilitar métodos alternativos de votación que incrementen la participación. Nunca ha habido más de un 53 por ciento de participación en unas elecciones del Barcelona y es una lástima. Ya le pedimos a la gestora cuando tomo posesión que activara el voto por correo y el voto electrónico como medidas complementarias porque estábamos en pandemia. Ahora, todos a correr para hacerlo posible. Si el 7 de marzo estamos todos confinados en casa tampoco podríamos votar. Si hubiera voto electrónico, sí. —Las encuestas siguen dando a Laporta como favorito. ¿se las cree? —La última se hizo después de la entrega de firmas de apoyo. Nosotros tenemos una hecha a mediados de la semana pasada y da resultados ya muy diferentes. Estamos en permanente crecimiento. Ha sido ahora cuando hemos explicado el proyecto y el socio presta atención a cuáles son las alternativas. Las encuestas dan un resultado claramente de un cara a cara entre Laporta y nosotros, con muchos socios que apoyan a una candidatura pero que pueden cambiar de opinión perfectamente. —¿Cree que el socio ha olvidado los últimos años de Laporta? ¿Desde el pasado se puede construir el futuro? —Tenemos el máximo respeto y agradecimiento por lo que Joan Laporta hizo en 2003. Empezó a construir junto a Soriano, Rosell y un equipo muy completo el que ha sido el mejor Barça que hemos tenido. También porque tuvo la suerte de coincidir con una generación tan única de futbolistas, la mejor de la historia, porque sino tampoco hubiera sido posible. Pero ahora, para afrontar los retos de futuro que tenemos, con ideas del pasado, repitiendo lo que se hizo hace 17 años... Hace falta nuevos liderazgos, nuevas ideas, aire fresco, nuevas maneras de trabajar. Han cambiado tantas cosas... En 2003 no existía Watssap, ni Neflix, Ansu Fati y Pedri estaban naciendo... Pensar que se puede repetir lo mismo haciendo lo que se hizo entonces... —¿Cree que un cartel colgado en un edificio junto al Bernabéu puede decantar las elecciones? —Me hace estar tranquilo el hecho de que si tenemos el honor de gobernar haremos frente a los retos sin presidencialismos. En este mundo en el que vivimos ahora, el presidencialismo de una sola persona, que además la experiencia que tiene no es relevante para la actualidad de un club como el Barça, no sirve. Creemos en un modelo de liderazgos compartidos, con un presidente muy fuerte y una junta que valide todas las decisiones, pero donde los que realmente saben están al frente de las decisiones que se tomen. Esto de que fiche jugadores un presidente o un vicepresidente deportivo que no tienen nada que ver con el mundo del fútbol, creemos que ha acabado. —¿La presencia de Freixa en el tramo final, le beneficia o le perjudica? —Las encuestas nos dicen que el voto se polariza entre Laporta y nosotros. Nosotros estamos centrados en cambiar de arriba abajo cómo se gestiona un club como el Barça, que es el modelo del futuro, contra el modelo que ha funcionado hasta ahora. Y tanto Laporta como Freixa, que ya han estado dentro del club y quieren seguir gestionándolo igual, representan el pasado. —¿Qué me dice de los poderes políticos que han tratado de aunar al independentismo con usted y Laporta en una misma candidatura? —Esto es mentira. Quieren colgarnos un sambenito y recibimos palos de todos los lados, a nivel ideológico. Recibimos de los de un lado y recibimos de los del otro. ¿Por qué? Porque somos los únicos que tenemos un equipo donde la ideología no cuenta. Nos acusan de que Toni Nadal es españolista, de que Bassas es independentista... Nosotros no hemos ido a buscar a nadie en función de la ideología, sino en función del talento y experiencia que pueden aportar en un club como el Barça. —¿Qué papel cree que jugará Rosell? —Leí que quería influir pero tengo entendido que ahora había decidido no tomar partido. —¿Tiene el apoyo de los rosellistas? —Nosotros aspiramos a tener el apoyo de cualquier culé, haya votado en el pasado a Rosell, Bartomeu, Laporta, Gaspart... —Gaspart sí que le apoya ¿le beneficia o le perjudica? —Nosotros aspiramos a que nos voten todos los culés y Gaspart es un culé contrastado. Tenemos un proyecto transversal, en positivo y mirando al futuro. Tuvimos a Cruyff, después vino Pep y ahora toca Xavi. Es el turno de nuevas generaciones y me lo dijo el propio Guardiola. Es lo que nosotros representamos. Victor Font lidera la candidatura «Si al futur» - INÉS BAUCELLS —¿Hay juego sucio en estas elecciones? —La gente, en general, intenta desprestigiarnos, colgarnos sambenitos de cosas que no son ciertas, como que hay intereses políticos o mediáticos detrás nuestro. Yo soy un socio de Granollers, no soy hijo de nadie importante, no he heredado ningún patrimonio de nadie y he construido un equipo de gente con credibilidad: Toni Nadal, el doctor Cugat, Antoni Bassas... Son gente conocida y prestigiosa y eso les debe resultar extraño. Intentan lanzar mentiras pensando que algo quedará. —¿Se siente maltratado? —Muchas cosas de las que digo se descontextualizan y los adversarios lo aprovechan. Se busca la polémica y es una pena porque desvirtúa el proyecto y hay que salir a explicarse. Pero la gente que nos conoce no tiene dudas que éste es el proyecto que necesita el Barça. Nuestro reto es asegurar que todas las personas que vayan a votar el día 7 de marzo no lo hagan en base a percepciones sino en base a hechos. Por eso, ahora que hay seis semanas por delante, queremos que haya debates. Estamos delante de las elecciones más importantes de la historia del Barça, asegurémonos que los socios votan con conocimiento de causa y no en base a percepciones. —¿No le frena la fuerza de Laporta en las distancias cortas, su apasionamiento y fiereza? —Yo también soy apasionado pero la gente no me conoce. Además, yo tengo argumentos y quiero ponerlos encima de la mesa. —¿Qué piensa cada vez que ve un gol de Luis Suárez? —Es un ejemplo más de que las cosas en los últimos tiempos no se han hecho todo lo bien que se deberían haber hecho. —Imagine que le llega un burofax de Messi... —A mí no me llegaría ningún burofax de Messi, ya se lo aseguro. Gestionaríamos la relación con los grandes activos que tiene el club de forma apropiada, con un liderazgo adecuado, gestionando expectativas, sin hacer promesas que después no se cumplen, sin crear razones para que estas frustraciones que acaban en un burofax sucedan. —¿Cómo reconducirá el poder del vestuario? —Yo no creo que el vestuario tenga poder. Yo creo que ha habido falta de liderazgo institucional y falta de proyecto en el área deportiva. Si tienes un proyecto claro, con liderazgos claros, con las ideas claras y lo ejerces, al final el vestuario hace lo que tiene que hacer. Hay que dejar claras las reglas del juego. —Si gana recogerá un club vendedor, sin poder fichar, en crisis institucional, deportiva y economica... —«Sí al futur» nace para evitar dos cosas que son riesgos reales. Una es convertirnos en sociedad anónima si no gestionamos bien económicamente el club con un presidente que tenga experiencia y solvencia empresarial contrastada. Y dos, convertirnos en un Milan, un equipo histórico, con tradición, con muchos títulos pero que ya lleva muchos años son competir por los máximos títulos a nivel europeo. —¿Champions y secciones son compatibles en la situación económica actual? —Perfectamente. Hace falta implementar el proyecto económico que tenemos. Hay preparado un plan de choque en muy corto plazo para revertir la situación que la pandemia ha agravado. Pero si hacemos realidad el potencial económico que el Barça tiene protegemos el modelo de propiedad, eliminamos el riesgo de conversión en sociedad anónima y generamos recursos para reforzar los proyectos deportivos, tanto de fútbol como de secciones. Es la clave. Sin dinero no fichas. —¿Las secciones deben ser un modelo de identidad o una realidad con la que competir? —El Barça tiene potencial de generar ingresos de 1.500 millones en facturación. Si controlas el gasto, que no crezca, generas excedentes y con ello puedes hacer frente a las secciones. El carácter polideportivo de la institución es un rasgo diferencial pero no de cara a la galería. Queremos que cada sección se gestiones como un club y que éste sea de elite dentro de sus respectivos deportes. Que todos compitan por ganar en Europa. —Usted se ha declarado independentista pero quiere mantener el club al margen. ¿Cómo se lo explica a un socio de Murcia? —El club no es un partido político y aquí venimos a ganar Champions, Euroligas... no a hacer política. Es como pensar que la tendencia sexual, la raza o la cultura de un presidente debe tener un impacto sobre el club... ¡Es tan básico y fácil de entender! Hemos construido un proyecto ideológicamente transversal, con gente de todas las ideologías ¿Esta gente se sentiría cómoda si pensaran que venimos al Barça a hacer política? Victor Font confía en derrotar a Joan Laporta y Toni Freixa en las urnas - INÉS BAUCELLS —¿Cómo se puede frenar el intento político de entrar en el Barça? —Siendo independiente. Si no tienes ninguna contraprestación, ninguna hipoteca que debas pagar... Así es como proteges la independencia del club. —¿Cederá el Camp Nou para reivindicaciones políticas? —Siempre hemos defendido la libertad de expresión. Uno de los valores fundacionales del Barça es representar a parte del pueblo de Cataluña y es una realidad. Ya lo decía Vázquez Montalbán, que es el ejército desarmado de Cataluña. Está la defensa de los valores democráticos, de la libertad de expresión pero eso no quiere decir que tengamos que hacer con el Barça lo que deberían hacer los partidos políticos. —Es decir, que está a favor que la afición se manifieste en la grada... —Todas las problemáticas que hay fuera de los estadios acaban entrando en los estadios. Mientras se haga desde un punto de vista democrático y respetuoso, forma parte del ADN del club. —¿Y si ve una pancarta gigante pidiendo la libertad de los políticos presos? —Dentro de lo que es la libertad de expresión esto se debe defender, diga lo que se diga. Porque hay opiniones de todo tipo y dentro del barcelonismo hay de todo. —¿Qué habría hecho usted el día del referéndum ilegal, habría jugado? —Lo que estaba pasando aquel día en el país era de tal magnitud que yo incluso me olvidé que había partido. Aquel día nadie estaba pendiente ni preparado para que se jugara un partido de fútbol. —Pero los jugadores quisieron jugar... —Las decisiones institucionales no las deben tomar los jugadores, sino los representantes del club. —¿Qué le parece que en cada partido se juegue con una camiseta diferente y casi nunca la azulgrana? —No me gusta nada. Es uno de los temas que intentaríamos cambiar. Sabemos que a las marcas comerciales les interesa pero es una cuestión de liderazgo y de quién tiene la sartén por el mango. Y en este caso, el Barça puede exigir más. Nuestros colores son los azulgrana y hemos de maximizar las veces en que se usan. Y más cuando jugamos ante un equipo que va de blanco porque el contraste queda muy bien. —Toni Nadal liderará un área de comportamiento ¿Se han perdido los valores? —Hemos vaciado incluso el significado de lo que quiere decir la palabra valor. Por eso nosotros no la usamos mucho, preferimos hablar de comportamientos. En un club como el Barça, más allá de las capacidades técnicas y talento, la forma de actuar es muy importante. —¿Esto que dice tiene algo que ver con Heurtel o Setién? —En el caso de Heurtel, cuando el club lo explicó, me pareció razonable esta explicación. En el caso del Setién no lo entiendo en absoluto. No encaja y no tiene sentido cómo se está gestionando. No tengo toda la información pero debemos honrar nuestras obligaciones. Este señor estaba contratado, tenía una serie de acuerdos y si el club decide destituirle hay que cumplir con esos compromisos. Me cuesta mucho entender que el club no quiera hacerlo.

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