domingo, 31 de enero de 2021

Bermejones y eritreos

«Observen ustedes el primer trofeo por la derecha: liquidaron a la familia completa. No sé si esto es legal o no; pero, con todo el respeto para los cazadores decentes, que alguno habrá, me cisco en los muertos de los de la foto». Este tuit apareció el 26 enero en la cuenta del escritor Arturo Pérez Reverte. En la foto que comenta aparece un grupo de cazadores con el resultado de una batida: tres jabalíes, dos adultos y un bermejón del año. Y hay que decir que sí, matar ejemplares como este último es legal y de lo más frecuente. Estamos de acuerdo en que la caza sacada de contexto puede herir sensibilidades; pero, hombre, ciscarse en los muertos de la gente es pasarse. Matar jabatos del año es algo muy común, más que matar jabalíes adultos. Las hembras son maduras sexualmente, más que al alcanzar una determinada edad, al pesar más o menos 30 kilos, siempre mucho antes de cumplir el año; así que esperar a que lleguen a los 70 no es muy eficaz a la hora de controlar sus poblaciones, además de que esos ejemplares jóvenes son mejores para comer. Por eso, ese áspero comentario se lo han tomado muchos cazadores como algo personal. Además, me consta que sus vínculos con la caza y los cazadores no le han provocado siempre tanto disgusto; al menos no cuando aceptó en 2014 el premio literario cinegético Jaime de Foxá, y los tres mil euros con los que está dotado, que otorga anualmente el Real Club de Monteros, de cuyo jurado, presidido entonces por Alfonso Usía, confieso, hoy con la boca pequeña, que soy miembro. La réplica ante las quejas no ha sido menos dura. Aunque en esta ocasión afortunadamente ha conseguido controlar su esfínter. Amplía en la misma su desagrado ante posados con jabalíes de cualquier edad y esta vez publica una foto de dos guerrilleros pisando la cabeza de un enemigo que yace muerto en el suelo y comenta: «A quienes preguntan por qué no me gustan las fotos de cazadores posando ante una cámara con las piezas cobradas, incluso con machos adultos, se lo puedo explicar con esta fotografía que tomé en Tessenei, Eritrea, el 4 de abril de 1977. También el macho era adulto». A mí la explicación no me aclara demasiado; y si se trata de no herir sensibilidades, su foto impacta mucho más que la de los jabalíes. ¿Era que se maten bermejos lo que le indignaba o son las fotos de caza en general? ¿Insinúa que su rechazo se debe a un estrés postraumático crónico? ¿Está comparando a los cazadores con los guerrilleros o a la víctima con un jabalí? En fin, él sabrá, que es académico.

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