La fortuna de Juan Suárez Labrador, un panadero oriundo de Casas de Millán, en Cáceres; su mujer, Petra Díaz Martínez, y sus dos hijos pequeños cambió el día en que abrieron ABC y comprobaron que su número, 24.317, era el ganador del sorteo de una vivienda en Ciudad Lineal. «Vi llegar al cartero y le dije a mi mujer: ‘Petra, ahí nos traen la casa’. Claro que yo se lo dije por decir; pero, vamos, tenía no sé qué cosa dentro... Fue que cogí ABC, lo abrí, miré y di un grito, que oyó todo el pueblo», relató el protagonista a este diario el 14 de mayo de 1912, cuando el Rey Alfonso XIII puso literalmente la «última piedra» de su nueva casa. «—¿Qué piensa usted hacer? —Pues verá usted; dentro de un par de meses me trasladaré á Madrid. ¡A la casa!, con todos los míos. D. Arturo Soria me ha dicho: ‘Si quiere usted trabajar, aquí no ha de faltarle trabajo’. «Quede consignado este rasgo del Sr. Soria, fundador de una dinastía de grandes, luchadores y alma de la Ciudad Lineal», relata la crónica de portada de aquel día solemne. La vivienda sorteada costó 9.400 pesetas. Fue escogida de un catálogo que abarcaba un rango de precios desde las 4.000 a las 25.000 pesetas. Estaba situada en el centro de Ciudad Lineal. «Es alegre, confortable, espaciosa. La forman varias habitaciones, con las paredes pintadas. Resultan elegantes, higiénicas. Tiene la casa agua corriente, luz eléctrica, bonito decorado, un lavadero y un jardín espacioso, lleno de flores», destaca el cronista. Soria obligó a que solo se pudiese construir una quinta parte de la superficie disponible del terreno con el fin de mantener la mayoría de la parcela ajardinada. Su sensibilidad por el medio ambiente quedó plasmada en el millón de árboles que se plantaron gracias a acciones como el «día del árbol», que cada 21 de marzo se celebraba con una plantación en familia. «Se preocupó por problemas que él pudo empezar a resolver y que siguen sobre la mesa después de tanto tiempo, como la accesibilidad a una vivienda digna para todas las clases sociales o la despoblación rural», expresa a ABC Cristina Keller, socia fundadora de la asociación Legado Arturo Soria, que destaca que en 1918, cuando enfermedades como la gripe o el cólera y la difteria causaban estragos en las grandes ciudades, como ahora el Covid-19, el urbanista madrileño se adelantó e introdujo «sistemas urbanísticos higienistas que mermaran tales crisis sanitarias».De España https://ift.tt/3pA2Igl
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