El colegiado Francisco Huamán Tenorio dirigió el pasado miércoles el partido amistoso entre los conjuntos navarros del CD Cortes y el CD Peña Azagresa. Lo que parecía ser un encuentro más de pretemporada acabó entrando en la historia del fútbol español porque en este duelo estuvo mejor arropado que nunca porque sus asistentes fueron sus hijos, también colegiados, José Huamán Martel, de 19 años, y Gonzalo Efraín Huamán Martel, de 16. Por primera vez, un trío arbitral, perteneciente al Comité Navarro, estuvo compuesto por miembros de una misma familia. Una fotografía jamás vista. El fútbol modesto deja de vez en cuando historias familiares tan curiosas como la que se vivió en septiembre de 2017 en un encuentro de la Tercera división catalana entre el Europa y el AE Prat. En aquel partido disputado en el estadio Nou Sardenya, tres hermanos, los tres titulares con sus equipos, marcaban durante el duelo (La noche más feliz de la familia Cano). El pasado miércoles, un padre y sus dos hijos, todos árbitros, volvieron a escribir otro llamativo capítulo familiar. Francisco y sus hijos, José (19 años) y Gonzalo (16) pertenecen al Comité Navarro de Árbitros y los tres dirigen partidos en categoría Regional. El padre de la fmilia lleva arbitrando desde el año 2012 y se siente muy orgulloso de que sus hijos comenzaran a seguir sus pasos la pasada temporada. Los tres coincidieron por primera vez en un partido en el amistoso entre el CD Cortes y el CD Peña Azagresa, una imagen inédita en el fútbol español y un regalo inolvidable para todos ellos. “Les veo que están trabajando mucho y que se esfuerzan. Pero, sin duda, lo más importante es que les gusta y le dedican muchas horas. Seguro que seguirán avanzando”, explica Francisco en la web de la Federación Navarra de Fútbol. El padre recibió la designación para ese amistoso como una más hasta que leyó el nombre de las personas que debían ser sus asistentes. "Fue toda una sorpresa. No me lo podía creer, porque para mí era un sueño hecho realidad. Imagínese, pitar con mis hijos. Pero para ellos también fue muy especial. Gonzalo saltaba de alegría en el salón de casa. José está estudiando fuera y se lo dije por teléfono. Enseguida cogió el autobús y se plantó en casa. Para los tres ha sido una experiencia muy emocionante”. A medida que se acercaba la hora del partido, los tres sintieron cierto nerviosismo por la situación que les tocaba vivir, pero se relajaron al pisar la hierba. “Cuando saltamos al campo cambiamos el chip y nos pusimos a lo que nos correspondía. Tengo que reconocer que para mí fue una situación más extraña que si hubiese arbitrado con un compañero. Pero, sin duda, me gustaría repetir", asegura Francisco Huamán. Sin embargo, para que el trío pueda volver a arbitrar en un partido oficial, uno de ellos debería ascender de Regional a Preferente. La madre, la más nerviosa Su hijo Gonzalo también se sigue emocionando cuando recuerda ese momento histórico en el fútbol español. “Me sorprendió mucho, porque no me esperaba algo así. Fue muy bonito arbitrar con mi padre y con mi hermano. Es algo más que me ha dado esta profesión que tanto me gusta. En cuanto al partido fue bien, estuvimos muy serios”. Es una familia unida y tampoco se olvida de su madre al reconocer que, quizá, fue quien estuvo más nerviosa: “No pudo venir a vernos porque trabajaba, pero estuvo muy pendiente de todo”. “Nosotros hacemos lo que nos gusta y encima nos lo han recompensado con este regalo. El arbitraje te emociona y te satisface. Por eso, si te gusta arbitrar, yo siempre animo a los jóvenes a que se apunten y se hagan árbitros”, explica Francisco Huamán. A él, ser arbitro le ha reportado más cosas: “Tengo 48 años y llevo 15 años viviendo en Pamplona. Soy peruano. A través del arbitraje he conocido a mucha gente del mundo del fútbol. Personas buenas que nos han apoyado mucho. Para mí arbitrar también ha sido una forma de integrarme en la sociedad”. El partido terminó con victoria del CD Cortes por 1-0, aunque el resultado ese día fue lo de menos.De Deportes https://ift.tt/3jn7lXR
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