Himno a la alegría

A principios de semana, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias hicieron su presentación de los presupuestos, esta vez sin Beethoven como música de fondo. Pero no faltó la alegría, por mucho que todos echáramos de menos el himno. Iglesias y Sánchez danzaron en torno de los papeles como dos colibríes cuando agitan frenéticos las alas mientras meten el pico en el cáliz de una orquídea. Hasta donde se me alcanza, ningún economista profesional se ha tomado en serio el recital presupuestario. La previsión de crecimiento durante el 2021, casi un 10% (incluido el impacto de los fondos europeos), entra dentro de la literatura de ficción. Impresiona contrastar esa visión mirífica con las últimas proyecciones del Servicio de Estudios del BBVA (21... Ver Más

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