sábado, 31 de octubre de 2020

El oso y el madroño de Las Ventas rejuvenece 40 años

Con la misma delicadeza y finura con la que fue concebido el repostero que engalana el palco municipal de la plaza de toros de Las Ventas , cinco conservadoras de la Real Fábrica de Tapices se han empleado durante un mes para devolver el color y el esplendor a esta pieza única. Gracias a un trabajo minucioso de documentación y a la pericia de sus manos, este equipo de expertos ha devuelto la viveza al oso y el madroño del escudo de la capital, que cada corrida reviste de terciopelo de seda el balcón de presidencial del Ayuntamiento de Madrid. Para aprovechar estos meses de escasa actividad en el ruedo, como consecuencia de la pandemia del coronavirus, el Área de Cultura, Turismo y Deportes encargó a la institución que elaboró la obra su restauración. Con una experiencia de más de 300 años tejiendo la historia de España, el Consistorio les encomendó su creación en 1982. Desde entonces, el paso del tiempo había desgastado sus hilos de seda, oro y plata. Esta pieza, que cumple un papel fundamental en el decorado de la plaza, se compone de una bella banda de terciopelo rojo de seda con aplicaciones bordadas en tonos dorados y el escudo central del Consistorio. La intervención, que ha costado un total de 5.717,19 euros, se realizó en varias fases diferenciadas, que se llevaron a cabo de forma simultánea, según explicaron a ABC desde la concejalía que dirige Andrea Levy. Por un lado, se realizó una limpieza mecánica de todo el repostero para eliminar el polvo y la suciedad acumulada tanto en el anverso como en el reverso de la pieza. Tras este paso, se alineó el tejido mediante la aplicación de vapor y se reforzaron todas las costuras defectuosas. Al mismo tiempo, se repasaron todos los tejidos de base y las aplicaciones para consolidarlos. Por otro lado, se trabajó de forma paralela en el escudo del Ayuntamiento de Madrid, situado en el centro del repostero. En este caso, se optó por desmontar el original y llevar a cabo su restauración. Para lograr ser lo más fiel posible a la obra genuina, el equipo de restauración contó con un apoyo técnico, que estuvieron a cargo de la documentación fotográfica y de la elaboraron los informes preceptivos. Asimismo, se decidió que la mejor opción era tejer un nuevo escudo, que fuera una copia idéntica del inicial en cuanto a colores, medidas y materiales. Este nuevo elemento del repostero también ha sido elaborado a mano de forma íntegra y con tejido de seda cien por cien. Por último, se mejoró el sistema de forrado y montaje actual para que en la próxima ocasión que lo requiera, la pieza vuelva a cumplir la función para la que fue creada. Este encargo, encomendado a la Real Fábrica de Tapices de Madrid el pasado 13 de julio, se realizó poco después de que el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid suscribiesen un protocolo de colaboración para la defensa y promoción de la tauromaquia. El convenio, como ya informó ABC, se traducirá en que los premios taurinos de la Feria de San Isidro se volverán a celebrar de forma conjunta por ambas administraciones, en la promoción de la fiesta como patrimonio cultural y en la recuperación de la presencia del Ayuntamiento en la plaza de toros de Las Ventas, entre otras claves. Por ello, como muestra de esta nueva etapa, el Consistorio quiso recuperar la prestancia del palco presidencial, para que, cuando el Covid amaine, el palco luzca con el mismo brillo de hace 40 años.

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