El Consejo Fiscal se reúne hoy para informar sobre una batería de plazas discrecionales que habrá de firmar la Fiscal General del Estado, Dolores Delgado, con todas las miradas puestas en el destino de Ignacio Stampa y Miguel Serrano, los dos miembros del Ministerio Público a cargo de la investigación del caso Villarejo cuyo puesto fijo en Anticorrupción se dirimirá a lo largo de la jornada. En total, 15 aspirantes se han presentado para cubrir ocho vacantes fijas y una temporal, incluidos otros seis fiscales que, como ellos, se desempeñan en comisión de servicios bajo mando de Alejandro Luzón. El Consejo Fiscal es un órgano consultivo cuyo dictamen no es vinculante. Los vocales de las dos asociaciones mayoritarias que lo conforman, la Asociación de Fiscales y la Unión Progresista de Fiscales, proponen a sus favoritos de entre los que se postulan atendiendo a principios de mérito y capacidad, así como a otras circunstancias, y los nombres se someten a votación. En la sesión de hoy se renuevan las plazas de Anticorrupción pero también otros puestos clave, como fiscales de Sala del Supremo. La última palabra la tiene Delgado, que puede tanto elegir a alguien que no haya obtenido ningún aval como descartar a quien sí los tiene. Es su potestad y hay precedentes. La cuestión es que esta votación no es como cualquiera porque el caso Villarejo, según las fuentes consultadas, «no es un caso cualquiera». La situación de ambos es, de acuerdo a las fuentes consultadas, «complicada»: están en el foco. En el ojo del huracán Stampa se ha visto en el ojo del huracán por una batalla interna de Podemos que le ha hecho sospechoso, primero, de una falta disciplinaria por una supuesta relación íntima con una letrada de esa acusación popular y, después, por una supuesta revelación de secretos al equipo legal del partido. La Inspección Fiscal ha archivado ya dos veces el primer asunto, azuzado por una locutora de radio canaria que, en un nuevo giro de guión, aparece relacionada con un supuesto emisario del propio Villarejo en una pieza separada y secreta del caso. Piden que Navajas se aparte Sus críticas a Stampa, a los fiscales del «procés» y la acusación contra Madrigal de haberle presionado con las querellas del Covid comprometen su imparcialidad En cuanto al segundo asunto, sigue en manos de la Fiscalía Superior de Madrid, que abrió diligencias tras la difusión de unos chats internos de Podemos. Aún no ha resuelto, pero las fuentes consultadas por ABC apuntan a que las diligencias están ya muy avanzadas. Si la resolución llegase durante la reunión, tanto si fuese un archivo como una querella, se tendría en cuenta sobre la marcha, de acuerdo a las fuentes consultadas. Pero la existencia de esta investigación, no es el único ingrediente. La fiscal General del Estado tiene una relación de amistad con el exmagistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, el mismo cuyo bufete representa a tres de los principales investigados en el caso Villarejo, tres mandos policiales de los que uno ya ha sido procesado en dos piezas separadas. Es, además, desde el inicio una causa incómoda para ella pues siendo todavía ministra de Justicia se filtró un audio del comisario que la situaba en una comida con Garzón, Villarejo, y otros mandos policiales grabada en 2009, en su época como fiscal en la Audiencia Nacional. Fue reprobada en el Congreso y en el Senado. Pablo Iglesias pidió su dimisión. Es por eso que algunas voces en el Consejo Fiscal consultadas entienden que debería abstenerse en esta toma de decisión y aceptar, sin más, el resultado de las votaciones, aunque sólo sea por «apariencia de imparcialidad», la misma por la que ella, de inicio, ha anunciado que no intervendría en decisiones que afectasen al Gobierno de Pedro Sánchez, como las querellas por la gestión del Covid. Otras fuentes inciden, en esa línea, en que la abstención debería salir de Delgado, dado que esa relación de amistad no sería una causa obvia de recusación: Garzón dirige el despacho de abogados Ilocad, que representa a tres de los mandos policiales investigados en el caso Villarejo, pero no lleva personalmente la defensa de ninguno y no tendría por qué estar en el pormenor ni dictar instrucciones. Ambos tienen plaza en Madrid. Ese sería su destino si no fuesen elegidos y la causa Tándem, por la que Villarejo lleva casi tres años en prisión, tendría que cambiar de manos. Rectificación Sí entienden que debería abstenerse de votar los nombramientos en el Consejo Fiscal su número dos, el teniente Fiscal del Supremo Luis Navajas, después de las declaraciones en las que mostró su «asco» por la supuesta relación de Stampa con la abogada de Podemos, que daba por cierta. En un escrito de disculpa posterior, calificó sus palabras de «desafortunadas por imprudentes» y decía haberse dejado guiar por noticias «rotundamente falsas» sin hacer «las comprobaciones» a las que «estaba obligado». Las asociaciones mayoritarias confían en que Navajas se abstenga de votar estas plazas, si es que finalmente asiste a la reunión del Consejo Fiscal después de ausentarse a las dos últimas. Los fiscales del «procés» solicitan Sala Javier Zaragoza, Jaime Moreno y la exfiscal general piden plaza de Fiscal de Sala y los dos últimos compiten por otra en lo Militar No obstante, las mismas fuentes consideran que no debería tener voto en el caso de los fiscales del «procés» a los que se refirió en aquellas declaraciones despectivamente como «la tropa». Javier Zaragoza, Jaime Moreno y Consuelo Madrigal, de quien dijo, además, haber recibido presiones, han pedido cambiar de plaza: Los tres han pedido subir a fiscales de Sala y Moreno y Madrigal, además,compiten por una plaza en la Sala de lo Militar.De España https://ift.tt/3jxEkb6
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