Fue el 23 de mayo de 2013 cuando Almudena Martínez, más conocida como «Chiqui» de «Gran Hermano», se daba el «sí, quiero» con Borja Navarro, el hombre que fue el amor de su vida durante una década hasta finales del 2019 cuando se truncó su historia de amor y provocó el fin del matrimonio. Tras una década juntos y dos hijas en común, la pareja puso fin a su relación. Ahora, la colaboradora de televisión se ha sentado en «Sálvame» para contar los problemas que está teniendo con su ya expareja y los padres de ésta. «Desde que yo me divorcié mis suegros ya no entran a mi casa, un día esta señora (en referencia ala madre de Borja) fue un día a buscar a mis hijas y se creyó Kung Fú Panda y me rompió una puerta», aseguró ante la atónita mirada de el resto de sus compañeros. «Yo no paso miedo pero me han llegado a pedir documentos como mi pasaporte, mi DNI.... y no sé para qué. Yo todo se lo digo a mi abogada y es que flipan», además de recibir todo tipo de insultos tanto por parte de Borja como de sus exsuegros. «No quiero nada con Borja y no quiero verle. No soy una delincuente, igual creen que voy a dejar el país... Mi casa es mía y como en ella mando yo nadie entra que yo no quiera, pero me han roto la puerta. Me dicen cosas muy feas que no deberían escuchar mis hijas pequeñas. Estoy hasta el moño y está todo denunciado. N unca me han querido», añadió en relación a las infidelidades que ella perdonó duranto los años que duró su matrimonio.De Estilo https://ift.tt/3ebpQN2
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