Un despiste mayúsculo del grupo parlamentario Vox en la Asamblea de Madrid (compuesto por 13 diputados) ha puesto en peligro su potencial para negociar los presupuestos de la Comunidad de Madrid para 2023. El grupo registró el viernes fuera de plazo las enmiendas parciales al proyecto de presupuestos. Hoy lunes, la Mesa decidirá si pese a ello las acepta a votación, o si son inadmitidas y, por tanto, decaen. En este último caso, Vox sólo tendría tres opciones: votar sí a los presupuestos de Ayuso aunque no incluyan sus enmiendas; abstenerse (con lo que saldrían aprobados también), o apoyar enmiendas de otros partidos de oposición: Más Madrid, Unidas Podemos o el PSOE. La Mesa tendrá que calificar hoy estas enmiendas –que entraron en el registro de la Asamblea a las 12.06 horas, cuando el límite estaba fijado al mediodía, informa Ep–, y al haber sido registradas fuera de plazo, cabe la posibilidad de que sean inadmitidas y decaigan. Eso dejaría a Vox sin el margen de maniobra que le suponen como herramienta de cara a la negociación de los presupuestos regionales, donde el PP necesita de, al menos, la abstención de Vox: no podría ofrecerle a los populares sus votos a cambio de que aceptaran esas propuestas. Noticia Relacionada estandar Si Los presupuestos 'anti crisis' de la Comunidad de Madrid para 2023 crecen 2.700 millones de euros Sara Medialdea Un 40% más alumnos, 111.000 en total, tendrán beca de comedor, y se aplicará desde inicio de este curso 2022-23 El error de los de Rocío Monasterio también les aleja del foco mediático que suelen tener estas semanas previas a la aprobación definitiva de los presupuestos, cuando dan a conocer sus exigencias y se convierten en centro de atención, dado que de las negociaciones con el PP pueden depender que las cuentas públicas del año siguiente avancen o se queden en la estacada. El Gobierno regional envió a la Asamblea su proyecto de presupuestos para 2023 el pasado 27 de octubre, y desde entonces, los grupos políticos han tenido tiempo para trabajar sus enmiendas y registrarlas. Más Madrid, de hecho, ha registrado 1.900, el PSOE 600 y Unidas Podemos 1.300 . Vox, por su parte, preparó 87 enmiendas que ha estado debatiendo con el PP con la intención de que las incluyeran en sus presupuestos, algo que hasta el momento no había conseguido. Dos prórrogas, una aprobación y una duda Diciembre de 2019 Primera prórroga El primer año de Isabel Díaz Ayuso como presidenta regional no hubo presupuestos para 2020: se decidió prorrogar los de 2019 ante las incertidumbres sobre las cuentas nacionales –ya que el Gobierno central no se constituyó hasta enero de 2020–. Diciembre de 2020 Nueva prórroga Tampoco se consiguió aprobar las cuentas para 2021, prorrogándose otra vez las de 2019, ante las desavenencias entre Ciudadanos –que gobernaba en coalición con el PP– y Vox –socio de investidura. Diciembre de 2021 Primeras cuentas Ayuso consiguió aprobar sus primeros presupuestos, los de 2022, en diciembre de 2021, cuando ya gobernaba en solitario, aunque para las cuentas tuvo que contar con el apoyo de Vox, que consiguió avances en la gratuidad educativa y reducir el gasto en Telemadrid. No obstante, el pasado jueves, cuando se debatieron y votaron en el pleno de la Asamblea las enmiendas a la totalidad que habían planteado Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos, Vox no las apoyó, con lo que permitía que se siguiera tramitando el proyecto presupuestario del Gobierno de Díaz Ayuso para 2023. Eso sí, advirtió que, en vista de que no se había conseguido un acuerdo con los populares , plantearía sus 87 propuestas como enmiendas parciales a los presupuestos. Algo que hizo el viernes, pero fuera de plazo, lo que pone en riesgo su viabilidad. Los últimos del mandato Los de 2023 serán los últimos presupuestos de la actual legislatura, ya que el 28 de mayo habrá nuevas elecciones autonómicas y municipales. El fallo técnico de Vox se produce en vísperas de una precampaña electoral que se adivina muy reñida en la región, y en la que las encuestas sitúan a Díaz Ayuso muy cerca de la mayoría absoluta pero sin alcanzarla, y a Vox como llave, de nuevo, para la aprobación de normas clave como los presupuestos regionales. En esta ocasión, Vox había planteado al PP una serie de enmiendas a su escenario presupuestario: la derogación de la 'ley Trans' regional , una reducción de la inversión en el canal público Telemadrid, en gastos del Gobierno y en publicidad institucional, y destinar ese ahorro a una subida de salarios para los médicos, además de eliminar las tasas en la FP, entre otras modificaciones. Los populares rechazaron las iniciativas, por lo que Vox anunció que las registrarían como enmiendas. Algo que hizo, en efecto, pero tarde. Ahora, si la Mesa decide no admitirlas, Vox tendría un elemento menos de presión: sólo le quedaría intentar que el PP aceptara sus modificaciones del presupuesto a cambio de votarles que sí, en lugar de abstención. O podría negociar enmiendas con los grupos de la izquierda : todos unidos tendrían suficiente fuerza para sacarlas adelante, incluso contra el criterio del PP. Una alternativa, la de aliarse con la izquierda, arriesgada a las puertas de unas elecciones. Precedentes Claro que también puede ocurrir que la Mesa de la Asamblea acepte sus enmiendas, aunque hayan llegado tarde. No sería la primera vez, ni de un despiste de estas características, ni de una decisión así de la Mesa. Concretamente, ocurrió dos veces en 2017 : primero en noviembre, cuando Ciudadanos registró sus enmiendas 23 minutos tarde, achacándolo a un «error administrativo», y la Mesa le permitió después seguir con su tramitación. Sólo unas semanas después, en diciembre de ese mismo año, Unidas Podemos también llegó al registro con 10 minutos de retraso sobre la hora tope, y de nuevo la Mesa fue generosa y las admitió.
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domingo, 4 de diciembre de 2022
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