Codazos

Por muchos intentos que ha hecho estos días el portavoz popular en las Cortes, Raúl de la Hoz, por contar las bondades del acuerdo con Vox y lo bien que funcionan las cosas, lo cierto es que el fiasco de la votación de la ley de medidas de acompañamiento a los presupuestos aparece como un síntoma más de una relación que no es fácil y ha dado muchos sobresaltos al socio mayoritario. Otra muestra es el mensaje navideño del vicepresidente de la Junta en el que felicita la Navidad a los castellanos y leoneses y pone en valor los presupuestos recientemente aprobados en las Cortes, un tipo de mensaje siempre reservado, cuando se ha hecho, al Presidente de la Comunidad. En la recta final del año, todos miran a las elecciones de mayo, que en Castilla y León sólo serán municipales. Unas elecciones las afronta cada partido con su programa, con sus posiciones y lo habitual es que unos meses antes, por mucha sintonía que haya, se marquen las diferencias. Siempre ha sido así en la política y en estos tiempos convulsos que vivimos será mucho más evidente. PP y Vox tratarán de captar votos en nichos electorales muy próximos y eso hará que escenifiquen distancia. Veremos cómo afecta a las relaciones en el Gobierno. PP y Vox difícilmente van a romper, pero tengo la impresión de que se agudizará más que cada uno vaya a su aire. Un gobierno y dos partidos, cada uno con sus propios mandos y su propia cabeza visible. El presidente es Mañueco, pero García Gallardo, como ha hecho en Navidad, no va a renunciar al protagonismo en cualquier momento, aunque haya que meter el codo para quitar hueco al mismísimo presidente de la Comunidad. Vamos a vivir unos meses intensos, con capítulos políticos que, sin duda, pondrán más en aprietos al PP porque a Vox el ruido le conviene, o ellos creen que les conviene, y tendremos propuestas y situaciones que pondrán la muleta a la oposición que irá de cabeza a la polémica. Para empezar el año, espera el trámite de urgencia para el desaguisado de la última votación plenaria del año. Pero el ruido será intenso, porque la actuación del presidente de las Cortes, suspendiendo el Pleno en una votación, puede acabar en los tribunales. Así que preparémonos para un año que vendrá cargado de tensión y fuegos artificiales. ¡Feliz 2023!

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