lunes, 5 de diciembre de 2022

Comen en el pupitre y practican judo en los pasillos: el colegio siempre a medias de Valdebebas

Los padres fueron convocados a la reunión la noche anterior. El director de Infraestructuras y Servicios de la Comunidad de Madrid, Ignacio García, y la directora del Área Territorial de la capital, Coral Báez, les dieron la noticia minutos antes de que el consejero de Educación, Enrique Ossorio (PP), la soltara en sesión parlamentaria. El CEIP (Centro de Educación Infantil y Primaria) Nuria Espert , el colegio incompleto de Valdebebas , se convertirá en un CEIPSO (Infantil, Primaria y Secundaria Obligatoria) en septiembre de 2024 para acoger a los niños del barrio con la mayor tasa de natalidad de la ciudad. Y los padres salieron disgustados. Elena Fernández (44 años), madre de dos hijos de 6 y 4 años, sigue inmersa en la odisea educativa que acarrea vivir en Valdebebas, una zona residencial al norte de Madrid que empezó a levantarse en 2011 y donde faltan dotaciones públicas . A Hernán, el mayor, lo matriculó para el curso 2019/2020 en el CEIP Nuria Espert, un colegio del que todavía no había piedra sobre piedra, aunque sí su respectivo código de centro. «Nos dijeron que los meterían en el único CEIP de Valdebebas que existía físicamente, el CEIP Alfredo Di Stefano, que solo para ese curso y no fue así», recuerda Fernández. Al año siguiente, su hijo y el resto de niños fueron reubicados en una «zona del subsuelo» con un «patio de cemento como el de una cárcel» mientras la construcción del segundo centro se demoraba. Ya en tercero de Infantil, Hernán inauguró el CEIP Nuria Espert, aunque solo se había completado la primera fase con una docena de aulas para los niños de entre 3 y 6 años. El pequeño come en su pupitre porque el comedor está reservado para los mayores, las cinco clases de Primaria (125 plazas) que saturan este edificio achaparrado y a medio hacer. No hay despacho de profesores, aula de desdobles o psicomotricidad, biblioteca ni un patio en condiciones. Los docentes hacen malabares para rascar espacio y las actividades extraescolares se desarrollan en cualquier rincón: los menores patinan en lo que debería ser el aparcamiento de profesores y practican judo en los pasillos del centro. Una de las pancartas de protesta que decoran la parcela vallada del CEIP Nuria Espert BELÉN DÍAZ En el mes de julio, y tras un lustro de quejas vecinales, la Consejería de Educación avanzó que «próximamente» licitarían el proyecto para construir la segunda fase. Cinco meses más tarde, el plan vuelve a partir de cero. «Llevan todo el año revisando la documentación de un pliego para sacarlo a licitación en el que no se indica nada de un CEIPSO», lamenta un miembro del AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) que prefiere mantener el anonimato. Este cambio de rumbo, a su juicio, «va a implicar más retrasos». Un plan b En Valdebebas hay unas 27.000 personas empadronadas, con 8.699 niños en edad escolar, de los que 2.177 están obligados a desplazarse para ir a clase. «Lo convertiremos en un CEIPSO temporal para que los alumnos de Valdebebas no salgan del barrio», aseguró el consejero Ossorio en el último hemiciclo regional. La nota de prensa remitida después no mencionaba nada de «temporal» y el titular de Educación tuiteó más tarde en la misma línea. Los afectados entienden que el nuevo centro será fijo y protestarán el 15 de diciembre a las puertas de la Asamblea de Madrid para reclamar al Gobierno que cumpla su promesa, que el CEIP Nuria Espert esté listo en septiembre de 2023. El plan inicial para el centro era elevar su categoría de la línea educativa número 4 a la 5, es decir, a cinco clases por curso. El plan b incluye además otros cuatro cursos de ESO. Todo este despliegue en una parcela del mismo tamaño que la del CEIP Alfredo Di Stefano, ya saturado con los alumnos de Infantil y Primaria. «Cuando preguntamos cómo lo van a hacer dijeron: «No se preocupen, buscaremos el sitio». Entendemos que va a haber barracones», ironiza un portavoz de la Plataforma por la Educación Pública, Juan Navarro. Ossorio adelantó la semana pasada que gastará 6,5 millones de euros en 30 aulas y 825 plazas para Secundaria, además de tres aulas de Infantil, algunas específicas y pistas deportivas. La primera partida de casi 4 millones, incluida en los presupuestos de 2023, es la misma que se había fijado para la segunda fase del CEIP Nuria Espert. Este diario ha preguntado por el estado del nuevo proyecto —el concurso público para la licitación de su redacción, primero, y uno posterior para adjudicar las obras—, sin obtener respuesta. MÁS INFORMACIÓN noticia No Valdebebas, ciudad fantasma: «Estamos hartos de no tener servicios públicos» Los padres se han movilizado en varias ocasiones. «IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles) de ricos, cole de pobres», critica una de las pancartas del descampado vallado y reservado para el segundo módulo del Nuria Espert. Al fondo, la silueta pulida del Zendal, el llamado «hospital milagro» , levantado en tiempo récord durante la pandemia, parece desafiar a los vecinos cada vez que recogen a sus hijos en el colegio inacabado de Valdebebas.

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