El 23 de febrero el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) en Castilla-La Mancha comenzó un programa para analizar junto con las empresas los problemas a los que se están enfrentando con la situación económica actual. Todo ello sin saber que al día siguiente, el 24 de febrero, Rusia iba a invadir Ucrania, algo que ha empeorado las cosas, como se ha podido ver un mes y medio después de que se iniciara el conflicto. «La situación ya era complicada en 2021, en plena recuperación de la pandemia del coronavirus, con un desfase de la demanda, con un déficit de materias primas, una problemática del transporte internacional, una inflación elevada y una explosión nominal de las exportaciones», afirma el director del ICEX en Castilla-La Mancha, Pedro Antonio Morejón. Esta dinámica, según indica, se pensaba que en 2022 se podría ir reequilibrando, «pero la invasión de Ucrania lo ha puesto todos patas arriba». «El efecto menos grave es en las exportaciones de Castilla-La Mancha, y de España en general, con destino a Rusia y Ucrania, pero peor serán las consecuencias para las importaciones», explica Morejón, quien se refiere, por ejemplo, al grano y al pienso con el que se alimentan los animales del sector ganadero y cárnico —con mucho peso en la región—, que ahora escasean porque los cereales y oleaginosas ucranianas con los que se produce el alimento para el ganado ahora no llegan a España. Otra derivada de la invasión de Ucrania, apunta, tiene que ver con el ámbito geoestratégico y con la energía porque, aunque a España no le afecta tanto, a nuestros socios comunitarios de la Unión Europea, sí, sobre todos los países del este, que tienen una gran dependencia energética de Rusia. «Cuando hay una guerra se puede cerrar el grifo, las medidas económicas se convierten en un arma también y el panorama es cada vez más oscuro», subraya. Por lo que se refiere a los datos en sí, el director del ICEX en la región señala que Rusia y Ucrania son «mercados pequeños», puesto que la suma de ambos países supone tan sólo un 1% de todo lo que exporta Castilla-La Mancha. «Aunque el porcentaje es bajo, las exportaciones a estos países han ido creciendo en los últimos años», asegura. De hecho, en los últimos informes elaborados, la exportación a esos destinos estaba creciendo más de un 30% y casi un 40% en algunos sectores, como el textil, el calzado o los componentes de automoción. Pedro Antonio Morejón cifra en unas 60 o 70 el número de empresas castellanomanchegos con una presencia estable en el mercado ruso y ucraniano desde hace décadas, sobre todo en el sector del calzado y del textil. Todas ellas, según comenta, al llevar mucho tiempo en el terreno, «no han tenido problema de cobro a corto plazo porque las operaciones comerciales que tenían pendientes estaban aseguradas, salvo algún pequeño contratiempo». Los datos del ICEX en 2021 hablan de que Castilla-La Mancha exportó a Ucrania un montante de 22 millones de euros y las importaciones fueron por valor de 14,3 millones, lo que arrojó un saldo en la balanza comercial bilateral de 7,7 millones de euros. Por su parte, a Rusia fueron 68,2 millones de euros lo que alcanzaron las exportaciones , mientras que las importaciones fueron por valor de 8,9 millones, lo que dejó un saldo en la balanza comercial de 59,3 millones de euros. Sin embargo, y aquí viene la peor de las noticias que vaticina Morejón, «todas estas empresas van a perder probablemente estos dos mercados por distintos motivos, no de cara a los próximos meses o años, sino por los próximos lustros». En su opinión, «va a ser muy difícil que se recupere el mercado ucraniano, un país que está devastado y cuya recuperación, cuando acabe la guerra, se calcula que pueda estar entre los 300.000 y los 500.000 millones de euros, una cifra no muy lejana a lo que la Unión Europea va a destinar a los fondos ‘Next Generation’ de recuperación de la Covid». «Efectos devastadores» Y, por otro lado, el mercado ruso se perderá también porque, según dice, «la economía de Rusia va a sufrir enormemente y ya no va a ser rentable. Ya no va a haber margen con un rublo devaluado». Además, destaca los «efectos devastadores» de las sanciones económicas y para la imagen de las empresas que mantenían relaciones comerciales con Rusia. «Hay un pánico terrible en todas esas compañías a la repercusión que todo ello puede tener para su reputación», afirma. El diario ABC ha intentado ponerse en contacto con alguna de esas grandes compañías del sector del calzado y del textil de Castilla-La Mancha, como es el caso de Joma Sport, con sede en Portillo de Toledo, pero han declinado hacer declaraciones. «No queremos posicionarnos ni pronunciarnos porque es un tema político, y no empresarial», aducen desde esta empresa toledana, que cuenta con una filial en Rusia y para la que la exportación supone un 70% de las ventas totales. De hecho, Joma Sport viste a un buen número de clubes y equipos de diferentes deportes tanto en Rusia como en su vecina Ucrania, así como a otros países de esa zona, donde la empresa toledana tiene una gran presencia. Sin contar con los datos económicos de la compañía, que apostaba con fuerza por ese mercado de la Europa del Este, a buen seguro que el conflicto que se ha desatado hará mucho daño a sus cuentas. Además del calzado y del textil, hay otro sector que también puede verse afectado, como es el vino, aunque en su caso su afección ya venía de antes, según reconoce el director del ICEX en Castilla-La Mancha, donde este producto es uno de los principales motores, sino el que más, de la economía regional. Recuerda que con la ocupación de la península de Crimea por parte de Rusia, en 2014, ya se plantearon algunas medidas y sanciones a esta actividad económica que ahora se han reforzado con la invasión de Ucrania. «Rusia, en 2014, ya contraatacó con limitaciones y gravámenes a algunos sectores, como el del vino», comenta Morejón, que indica que la exportación y la presencia de este producto tan castellanomanchego al mercado ruso ha ido decreciendo desde entonces. Prueba de ello es que en 2021 Castilla-La Mancha tan sólo exportó más de 3 millones de euros de vino a Rusia. «Esto indica que el impacto para este sector es menor porque ya había abierto otros mercados y las bodegas con presencia en la zona habían buscado otros destinos», explica. En estos momentos, según los expertos, Estados Unidos se perfila como el mercado idóneo para el vino español. Álvaro Giménez, CEO de la consultora especializada en internacionalización Gimenez & Sigwald Wine Associates, conoce bien el mercado estadounidense y lo considera una alternativa segura y duradera frente a la volatilidad de los mercados asiáticos y de América del Sur. Tal y como indica este experto, España podría pasar en cinco años de los mil millones de euros en exportaciones de vino a Estados Unidos y doblar su cuota de mercado. Una opinión que comparten otros muchos expertos: durante la asamblea anual de la Federación Española del Vino, celebrada a finales de marzo en Toledo, todos los ponentes citaron Estados Unidos como mercado preferente para el vino español. Ventas indirectas de vino Aun así, Carlos David Bonilla, presidente de la Denominación de Origen La Mancha, la más grande de la región y con más presencia en Rusia, habla de la «incertidumbre» que la invasión y la guerra en Ucrania está generando en el sector. «El mercado ruso no es importante para nosotros en líneas generales, porque sólo exportamos a Rusia en torno a un 5 o un 6% de vino embotellado, pero hay algunas bodegas que sí estaban implantadas allí y son las que más van a sufrir», señala. Muchas de ellas, recuerda Bonilla, hicieron un «importante esfuerzo» para crear nichos de mercado en Rusia, donde las ventas en otras tiempos llegaron a alcanzar el 9%, sobre todo en vinos de mesa y algunos varietales. «Ahora —afirma— todo ese trabajo se ha truncado y la cosa pinta mal. Pasarán meses o seguramente años para recuperarse». Pero la crisis que ha generado la invasión de Ucrania afecta más de forma indirecta a la DO La Mancha, tal y como asegura su presidente, que explica que una parte importante de vino comprado, sobre todo blanco, por Francia, Italia o Alemania de esta denominación de origen luego lo vendían a Rusia, entre un 15 y un 19%. Sin embargo, esas operaciones ya comerciales están perdidas. «Conforme estaba ya el sector del vino, que estaba acusando la situación derivada de la pandemia, el conflicto con Rusia no favorece nada», concluye.
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domingo, 10 de abril de 2022
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» El textil y el calzado, los sectores más afectados de Castilla-La Mancha por la invasión de Ucrania
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