lunes, 18 de abril de 2022

Los reyes del pop granaíno se dan cita en Madrid

En la localidad granadina de Peligros hay un estudio de grabación llamado Producciones Peligrosas, por el que ha pasado la flor y nata de la música popular de la provincia de los últimos treinta años. Miguel Ríos, 091, Lagartija Nick, los Morente, Lapido, Los Planetas, Niños Mutantes, Lori Meyers, Eskorzo o Napoleón Solo son sólo algunos de los nombres que han grabado allí a las órdenes de Pablo Sánchez, un productor que, consciente de lo mucho que Granada ha aportado a sus cancioneros, acaba de impulsar una iniciativa para devolverle el favor a la ciudad en colaboración con Nicolás Hernández, de la banda El Hombre Garabato. Ellos han sido quienes los han puesto a todos en conexión para grabar un disco compartido que cederá todos los beneficios que genere a Fundación Escuela de Solidaridad (https://ift.tt/NrzqwDo), una casa de acogida sin apoyo institucional que se dedica a trabajar acogiendo a personas en riesgo de exclusión y marginación. El álbum, una joya de coleccionista para cualquier amante del pop español, se presenta este jueves en la sala Shoko (calle Toledo, 86) dentro de GastroRock, una iniciativa para dar a conocer lo mejor de la cocina granaína que contará con las actuaciones de Radio Palmer y Colectivo Da Silva. «A Pablo siempre le ha rondado la cabeza hacer algo reuniendo a muchos de los grupos que han pasado por el estudio todos estos años. Yo le sugerí la idea de hacer un círculo de versiones y le pareció un buen plan», explica Hernández. «El éxito de este disco ha venido por varios factores, uno de ellos es la amistad y confianza que tienen los artistas en Pablo y en el estudio, y otra es la fuerza de la idea, que desde el principio resultó muy tentadora y atractiva para los artistas. La selección fue compleja, porque son muchos los grupos relevantes de la ciudad, pero quisimos optar por grupos y artistas que fueran relevantes, de varias generaciones y de estilos diferentes. El planteamiento era muy sencillo en la teoría, pero tremendamente complejo en la realidad: cada grupo versionaría a otro grupo de la ciudad y daría su particular visión de una de sus canciones más emblemáticas. Pero ahí no quedaba el reto, ya que habrían de enfrentarse a canciones lo más lejanas posibles de sus coordenadas estilísticas, huyendo de evidencias o afinidades estéticas. ¿Cómo podrían acercarse los antiguos rockeros a los indies, o los flamencos a los poperos? «Cuando Pablo me contó el proyecto que se traía entre manos. Me pareció una idea muy romántica e interesante, aunque difícil de llevar a cabo», dice Miguel Ríos, que asistirá a la presentación del disco este jueves en Madrid. «Le dije que contara conmigo y que me propusiera pareja de baile. Al no vivir en Granada me desentendí del proyecto hasta que, un par de años más tarde, me llegó la propuesta de hacer 'Errante'; de Niños Mutantes, pero ya con las bases grabadas y todo. Comprobé que la tonalidad era la adecuada para mi tesitura y que el arreglo de la canción, que ya me gustaba mucho en su versión original, se decantaba por un sonido más crudo, ideal para mi expresión vocal, creado por mis 'coequipiers' de la banda El Hombre Garabato. Involucré en el proyecto a Jose Nortes para que produjera mi parte vocal y, si le apetecía, metiera alguna guitarra. Nortes tiene antepasados granadinos en tercera generación, por lo que se le puede considerar oriundo y su presencia no desvirtúa la pureza ombliguista del proyecto. Busqué un par de horas de una tarde en que me lo quería pasar bien en Black Betty Studio de Madrid y lo grabamos en un rato. Recuerdo que canté la canción con una sensación de plenitud impropia de mi edad. Es un tema con un cierto lirismo melódico que permite alargar las frases sin que se pierda la pegada rítmica. Además la melodía admite sutiles giros semitonales que aflamencan algunos de los finales de frase, con lo que se identifica aún más a la ciudad a la que se quiere honrar. Todo eso en el contexto de un texto que a mí me suena como un relato esotérico y futurista, hizo que me lo pasara de puta madre cantándolo. Y esa fue mi aportación. Disfrutar cantando sobre algo que venía hecho y que me motivaba». Tampoco faltará en la presentación del álbum Antonio Arias de Lagartija Nick, que han adaptado la canción 'Sebastián' de Napoleón Solo. «Ha sido deseo cumplido ya que era una canción que conocíamos desde sus primeras versiones, y como Lagartija Nick siempre tuvimos mucho interés en hacer ese tema, fue una sorpresa y una alegría que Pablo nos lo propusiera para 'El Ombligo Del Mundo. La letra del tema es muchísimo mejor que lo que yo haya escrito nunca y la música es insuperable. Intentar alcanzar esa meta fue un proceso absolutamente alucinante».<iframe width="500" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/g2MyU7AeXNg" title="YouTube video player" frameborder="0" allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen></iframe> «Cuando Pablo Sánchez nos habló del proyecto, que aún no se llamaba 'El Ombligo del Mundo', nos pareció una idea genial para dejar huella de los lazos de la música y los músicos en nuestra ciudad», explica Juan Alberto de Niños Mutantes, que se han atrevido con una tonada de Enrique Morente. «A la vez nos dio un poco de vértigo su propuesta para nosotros, porque Morente son palabras mayores en Granada, y La Estrella, dentro de su repertorio, es como el sanctasanctórum. Nosotros nunca nos habíamos acercado al flamenco, y al respeto por Enrique y por su obra se unía que el listón estaba ya muy alto con las aproximaciones de Lagartija y Planetas a su mundo, en las que había participado él mismo. Era como entrar a una casa de forma furtiva, sin invitación y sólo podía llevarnos a darnos la hostia y acabar descuartizados, que esa es otra de las especialidades locales. El entusiasmo de Pablo nos llevó a probar, a ver qué pasaba, y lo cierto es que la cosa fluyó y nos sentimos muy cómodos desde el principio. Estamos muy contentos con la versión, lleva mucho cariño y mucho respeto, la canción tiene un punto místico de búsqueda de una guía hacia un mundo mejor que es muy emocionante. A nosotros nos hubiera gustado también tener cerca a Morente como guía o como amigo, son muy afortunados los que lo disfrutaron, porque era un hombre especial y no nacen muchos artistas así. Cuando empezaron a montar 'Omega' los Lagartija ensayaban donde nosotros, unos locales espantosos junto al Río Genil cerca de Santa Fe, un lugar con humedad como para electrocutarte del que salimos vivos de milagro, como decía Morente. Una tarde lo vimos entrar, con botella de whisky y saco de hielo en la mano, y nos dedicamos a pegar la oreja a la puerta metálica a ver qué se oía, y era extraño y excitante pero ni de lejos pensábamos que allí se cocía un disco mítico». «Para grabar esta canción no fueron necesarios muchos preparativos ni muchos requisitos», dice Estrella Morente, que ha versionado 'En el ángulo muerto' de Jose Ignacio Lapido. «La verdad es que fue más algo del alma, como un impacto al corazón y una conexión directa con la música que provocó alguien a quien yo admiro tanto como es Lapido. Yo, personalmente, me siento feliz, no sé si la palabra es orgullosa, pero contenta de formar parte de ese equipo de admiradores y amigos suyos, entre los que se encontraba mi padre, Enrique Morente… De hecho se les quedó una colaboración pendiente. Es por eso creo, que en realidad, en ningún momento me planteé cómo tenía que hacer la canción. Simplemente la sentí, la disfrute y desde aquí le agradezco a su autor que nos haya hecho este regalo para los sentidos. Y, por supuesto, le doy también las gracias infinitas a mi técnico de sonido y amigo, Pablo Sánchez, por cuidar y mimar este trabajo como se merecía. Canciones como estas hacen que veamos el mundo de otra manera… incluso nos permite descansar desde ese ángulo muerto que es el sitio perfecto donde nadie nos ve». El propio Lapido, que ha versionado 'La pequeña muerte de Lori Meyers', explica que no ha intentado hacer 'suya' la canción. «Solo quise darle una vuelta yendo a la raíz, despojándola de su cobertura electrificada original y buscando un camino más oscuro entre el folk, el blues y la psicodelia. Una deconstrucción en toda regla que llevara la canción a otro sitio. De eso se trata al hacer versiones». Florent de los Planetas describe así el trabajo tras la versión de 'La torre de la vela' de 091: «El proceso de grabar la canción fue sencillo y rápido se eligió la canción de los 091 que nos gustaba a todo el grupo y probamos tocarla en directo para ver si funcionaba ya que la tratamos desde otra perspectiva muy diferente a la original, decidimos aplicar una visión más ruidosa con guitarras más distorsionadas El proceso de grabación fue todos tocando en directo y sin más recordings fue grabado en El refugio antiaéreo». Por su parte, José Antonio García de 091, que ha adaptado 'El Nuevo Harlem' de Lagartija Nick, explica que intentó hacer la canción «un poco más punk, subiéndole el tempo y con una interpretación agresiva. Confío mucho en el timbre de mi voz para dar personalidad a las canciones y quise que esta interpretación tuviera mucha intensidad, hacerla más extrema. La letra es enigmática, con un punto surrealista que se presta mucho a interpretaciones de todo tipo y la interpretación tenía que poner de relieve este aspecto. Organizamos los arreglos haciendo una especie de muro de sonido que diera densidad a la canción, acentuada por los vientos, que la acercan un poco a ciertas bandas del punk británico. En resumen, hemos cocinado esta canción con ingredientes que son casi todos ellos, marca de la casa». Una de las grandes sorpresas de 'El ombligo del mundo' es escuchar a Eskorzo haciendo 'Mestizo' de Carlos Cano. «Para nosotros llevar a nuestro terreno 'Mestizo, aparte de un gran honor y un reto, fue una declaración de intenciones y nos salió de una manera muy natural. Es una canción que habla de que nada es puro, de que todo es mezcla. Carlos Cano tenía una visión de la música muy parecida a la nuestra, el creía en el mestizaje cultural y de los pueblos, que la música está viva y en constante evolución. Sus canciones eran y son como una hoguera en la que pueden calentarse mestizos, mulatos, criollos moriscos y zambos».

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