Se dio la vuelta y corrió a abrazarse con su entrenador. Alegría sincera por verlo llegar. Después, tras una volea para la historia, otro abrazo, de campeón a campeón, las lágrimas. «Yo ya gané cuando llegó Juan Carlos», pronunciaba Carlos Alcaraz pletórico con su primer Masters 1.000 en el botín, conseguido el pasado 3 de abril en Miami. Es la relación de un entrenador con su pupilo que va muchísimo más allá de las pistas de tenis, de las estrategias de juego y de las correcciones de los golpes. Son cuatro años de entrenamientos que no solo se realizan en la pista. El crecimiento supersónico del tenista, del 141 en 2020 a undécimo hoy, a las puertas del Masters 1.000 de... Ver Más
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