El deshielo entre el Partido Popular y Vox, o lo que es lo mismo, entre Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y Rocío Monasterio, portavoz de la formación de Abascal, ha comenzado, después de semanas de enfrentamiento con la bajada de impuestos como elemento de confrontación. Sobre todo con la ley de defensa de la autonomía fiscal, proyecto estrella de Ayuso, que Vox quiere tumbar presentando una enmienda a la totalidad. El gesto de distensión se produjo ayer cuando Vox anunció en solitario el acuerdo alcanzado con el Grupo Popular para registrar conjuntamente una Proposición de Ley. Una iniciativa bloqueada por el PP y cuyo objetivo es una reforma del Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid que permita la reducción de diputados en la Asamblea de 136 a 91, con un ahorro de dos milones y medio de euros. A cambio, Monasterio se abrió a negociar la ley fiscal, cuando los populares activen su tramitación parlamentaria, que estaba pendiente del cambio de actitud de Vox. «Cuando se active nos sentaremos a hablar con ellos a ver cómo la quieren plantear», subrayaba Monasterio, a la vez que señalaba: «Nosotros tenemos claro que hay que llegar a acuerdos con el Partido Popular». Esta iniciativa de disminución de diputados había sido acordada en el pacto de investidura de Ayuso e incluso formaba parte del programa electoral del PP. Sin embargo, permanecía bloqueada en la Cámara regional, ya que Vox necesitaba las firmas del PP para registrarla y que fuera una iniciativa conjunta, como así va a ser. Choque con Lasquetty El desbloqueo que se anunció ayer supone un primer paso para el fin de las hostilidades entre el PP y Vox, que llegaron a su peor momento la semana pasada, cuando el Consejo de Gobierno informó en contra del Proyecto de Ley para la bajada del impuesto de Sucesiones entre tío y sobrinos, que había presentado Vox en la Asamblea. Esta decisión provocó un choque entre Rocío Monasterio y el consejero de Economía, Javier Fernández-Lasquetty, en los pasillos de la Asamblea. Tras este cruce de palabras, el ambiente se calmó entre ambos, según las fuentes consultadas por ABC, y Monasterio y Lasquetty tuvieron después una conversación más relajada en las dependencias del parlamento, de la que podría haber salido el anuncio de hoy. Como ya publicó ABC, el consejero estaba dispuesto a hacer todo lo necesario para alcanzar un acuerdo con Vox. A pesar de registrar la proposición de ley, ésta tiene muy pocas posibilidades de prosperar, ya que la mayoría absoluta del PP (65 diputados) y Vox (13), no es suficiente. Una reforma de la Ley del Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid requiere el apoyo de dos tercios de la Cámara, por lo que serían necesarios 13 votos más de algunas de las formaciones de izquierda (Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos). Rechazo de la izquierda Ninguna se ha mostrado abiertamente dispuesta a apoyar al PP y Vox. La negativa más rotunda fue la de la portavoz de Más Madrid, Mónica García, que afirmó, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces, que es una «propuesta de propaganda. Quieren convertir la Asamblea de Madrid en la asamblea de Putin, les sobra la democracia, los diputados y el parlamentarismo». La portavoz de Unidas Podemos, Carolina Alonso, calificó de «oscuro, unilateral y que va encaminada a recortar la democracia», la iniciativa legislativa. Por su parte, el portavoz del Grupo Socialista, Juan Lobato, sí que se mostró dispuestos a «escuchar y valorar» el contenido de la propuesta, pero quiso dejar claro que lo que hacen falta son «políticos que trabajen», si fuera para confrontar «bastaba con una persona». Desde el Partido Popular, el portavoz Alfonso Serrano recordó que la rebaja de diputados «va en nuestro programa electoral» y admitió que su tramitación es «un camino incierto, no es rápido, ni corto». El consenso para el desbloqueo parlamentario de este proyecto de ley de disminución de diputados tiene su origen en el inicio de la legislatura. Vox lo planteó en la campaña electoral y, como recordaba su portavoz parlamentario, Ayuso lo incorporó también al suyo. Inicialmente, Rocío Monasterio reclamaba una reducción mayor hasta los 69 diputados y el PP se quedó en los 101. Sin embargo, en el acuerdo de investidura entre la portavoz de Vox y la presidenta de la Comunidad se acordó la cifra final de 91. Rebajar la tensión Con este acuerdo, los equipos de Ayuso y Monasterio ya podrán comenzar a negociar el futuro de la ley de defensa de la autonomía financiera que el Gobierno del PP quiere aprobar para frenar el intento de Sánchez de aprobar una armonización fiscal para todas las autonomías. Vox la ha bloqueado presentando, sorprendentemente, una enmienda a la totalidad, con duras acusaciones contra Ayuso, que ahora tendrá que limar.De España https://ift.tt/c1JARlV
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