sábado, 26 de marzo de 2022

El 'químico' que compraba droga con bitcoins en la 'deep web' y la adulteraba en un piso de Madrid

Tiene 27 años, es español y desde el interior de un piso del centro de Madrid adulteraba drogas que un compinche había comprado a proveedores alemanes a través de la internet oculta (‘deep web’ o ‘dark web’) con monedas virtuales (bitcoins) para intentar no dejar rastro ante las autoridades policiales. Cuando conseguían introducirla en España, por vía aérea a través del aeropuerto de Barajas, la adulteraba en una habitación de su piso de la capital. El joven, que ya ha sido apresado por la Guardia Civil, era el 'químico' de una importante organización criminal desmantelada que poseía fuertes vínculos en el ámbito internacional y que se dedicaba a la introducción y distribución de sustancias estupefacientes de diseño a través del submundo negro y criminal de internet. La investigación contra la banda, que estaba preparada para introducir en Madrid cuatro kilogramos de anfetaminas y metanfetaminas, se inició en febrero, cuando los agentes de la Unidad Técnica de Policía Judicial detectaron en los mercados negros un posible envío de sustancias estupefacientes provenientes de Alemania. De nada sirvieron los nombres en clave o apodos que los tres componentes de la banda utilizaban en internet ni las medidas de seguridad que tomaban. Habían dejado rastro. El hallazgo llevó a los expertos en lucha cibernética a profundizar en la red, averiguando que la mercancía tenía prevista su llegada a España en las primeras semanas de marzo. Los agentes solicitaron entonces colaboración a la Oficina de Análisis e Investigación Fiscal (Odaifi) de carga de la Guardia Civil que opera en el aeropuerto de Barajas para que analizara todas las mercancías que entraban vía aérea en España. La primera semana de marzo, la droga tocó suelo y fue incautada. Eso permitió localizar, el día 9, al receptor del cuantioso envío, el joven 'químico' de la banda, que fue arrestado al instante. Según apuntan fuentes de la Guardia Civil, él y otros dos varones –también españoles y de no más de 30 años– formaban una red perfectamente coordinada que contactaba con comerciantes alemanes a los que pagaban a través de bitcoins para intentar «enmascarar» la actividad delictiva y operar «al margen de entidades financieras reguladas». Almacén Tras la caída del químico, la Guardia Civil localizó e identificó también al jefe del grupo, que era el encargado de establecer los contactos con Alemania para importar las sustancias. El tercer componente, último en el escalafón, era el que almacenaba la droga y la distribuía después de que el 'químico' la adulterase. La venta, a veces a pequeña escala en Madrid, también se hacía a través de la ‘dark web’ y en criptomonedas. Otras veces, recibían el dinero en metálico. Los agentes, tras las gestiones de ciberpatrullaje realizadas por los expertos del Equipo de Investigación Tecnológica (Edite), dieron con el soporte físico en el que se guardaban el beneficio del tráfico de drogas en bitcoins. En los arrestos –realizados en los distritos de Centro y Barajas– se intervino todo un cargamento: 7.000 gramos de MDMA, 18.110 pastillas de éxtasis y cocaína rosa, un kilogramo de hachís, 882 gramos de marihuana, speed, ketamina, cristal, opio, cocaína y 2.371 dosis de LSD. Guardaban 40.000 euros en efectivo y abundante ‘hardware’ informático para llevar a cabo la actividad criminal.

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