Marcos de la Morena, 25 años, toledano de Fuensalida y vecino del Casco Histórico de Toledo, es secretario de Desarrollo y Cooperación Internacional de las Juventudes Socialistas de Castilla-La Mancha. Apenas hace un mes que viaja diariamente a Madrid para trabajar en la Presidencia del Gobierno, en el Palacio de la Moncloa, ahora en la Unidad de Coordinación para la Cumbre de la OTAN, actividad que este joven «con vocación de periodista desde muy pequeñito», y con posgrado en liderazgo político y gestión de campañas electorales, compagina con sus estudios de Ciencia Política en la UNED. Su máster de Estudios Avanzados en Comunicación por la Universidad Complutense es la base teórica de su reciente libro ‘El impacto de las primarias socialistas de 2017 en redes sociales’. —¿En qué porcentaje tuvieron que ver las redes sociales en la victoria de Pedro Sánchez en las primarias? —En un porcentaje muy mayoritario. Eran las primeras elecciones primarias en las que podía incidir la acción de las redes sociales de forma directa; era enorme la cantidad de flujos que se habían generado, pero la gente mayor del partido no le había dado importancia. Y decidí investigarlo. —¿Alcanzó el 70% esa influencia de las redes en la victoria? Quizá no llegara al 70%, pero fue muy grande porque las redes tocaron mucho los pilares de la propia campaña. Y no solo en cuanto a comunicación sino a la reacción de los militantes a los distintos mensajes públicos. En cuanto un mandatario salía a decir algo, las redes se hacían eco. Se ha visto hoy mismo: Feijóo ha salido hablando de la violencia vicaria y las redes se han puesto patas arriba. Eso no pasaba a finales de 2017. De la Morena es autor del libro ‘El impacto de las primarias socialistas de 2017 en redes sociales'—¿Y ahora qué pasa? —Los medios llevan cinco años retroalimentándose de lo que sale en las redes, y ya no son uno, dos o tres millones de usuarios únicos los que desde su casa opinan, es que los medios repercuten lo que ha pasado y esos usuarios lo van compartiendo a su vez, generándose así una ola importantísima. —Lo que ha dicho el portavoz de la Comunidad de Madrid, cuestionando el informe de Cáritas sobre la pobreza. ¿Qué repercusión ha tenido? —Le ha perjudicado claramente porque son unas declaraciones totalmente desafortunadas. No sabemos si el señor consejero pensará eso realmente o no, pero el corte que ha salido es demoledor y lleva días en redes. —¿Cómo valora el trabajo de Miguel Ángel Rodríguez, director del gabinete de la Comunidad de Madrid? Para mí, es uno de los grandes genios de la comunicación política. Se le puede cuestionar el contenido, lo que habla la presidenta, pero la gestión, la estrategia, está claro que tiene una visión y que va un paso por delante de muchísimos otros gestores. La victoria de Ayuso en las elecciones adelantadas es de Miguel Ángel Rodríguez al 99%. —¿En el PSOE hay alguien similar a Miguel Ángel Rodríguez? No hay una cabeza única como él, pero creo que la mayor capacidad que tiene el PSOE a día de hoy es que es capaz de conformar equipos multidisciplinares que pueden alcanzar más o menos ese nivel. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, tiene una capacidad de gestión administrativa y de relación con los partidos impresionante; y el jefe de gabinete, Óscar López, es una maravilla también a la hora de comunicar, con mensajes y campañas enfocando la gestión en positivo y no yendo contra nadie. —¿Hay peligro para el PSOE tras el cambio de liderazgo en el PP? —La clave es dónde se va a posicionar Feijóo en unas generales respecto de Vox; si aceptaría sus votos en una posible investidura o habría un gobierno de coalición: ahí es donde está el peligro para el PSOE. El perfil de Feijóo es muchísimo más presidenciable que el de Casado. El votante del PP lleva muchos años queriendo votar a Feijóo. Habrá que ver cómo consolida ahora su liderazgo nacional. —¿Cómo maneja sus redes sociales? —Hay un perfil de político digital bastante marcado —da igual un poco del partido que sea— que no aprovecha al 100% la capacidad que tiene en redes porque sus equipos creen que a su electorado no le hace falta. Pasa con Feijóo en Galicia, con Page en Castilla-La Mancha, o con Fernández Vara en Extremadura. Son perfiles muy institucionales. —¿Considera que Page debería darle una vuelta a su estrategia en redes? -A día de hoy, con su mayoría absoluta, creo que no. Otra cosa es en campaña, que siempre hay que tomar un perfil más personal. Por mucho que tú seas el presidente, al final la gente vota a la persona, y más en regiones como ésta, que te conoce todo el mundo. Tiene que darle un impulso a las redes desde el punto de vista humano, no solo comunicarte como presidente sino como persona, potenciar el factor humano y la cercanía. Que los votantes te vean como uno de ellos. —¿Qué impresión tiene de cara a las elecciones autonómicas de 2023? —Page tiene la suerte de venir no solo de muchos años de gobierno, sino de una mayoría absoluta muy fuerte, y muy mal se tendrían que dar las cosas para que no la revalide. En mi opinión, el PP no tiene un liderazgo afianzado. También habrá que ver la incidencia de Vox y si tiene peso la España vaciada y presenta plataforma. —En aquellas primarias que ganó Pedro Sánchez, ¿tuvieron más influencia sus mensejes y estrategia en twitter o la propia retroalimentación? —Fue determinante la retroalimentación porque al final Pedro y su equipo tenían lo más importante y lo que te hace ganar unas elecciones: el relato. Yo llegué a la conclusión de que su equipo detectó antes que el de Susana Díaz que el voto se iba a discernir entre la gente que quería un PSOE más a la izquierda que compitiera con Podemos, y un PSOE más centrado que disputara el espacio de Cs. Y concluyeron que la mayoría de los militantes de base preferían un movimiento de izquierdas. —¿El candidato que domine las redes sociales en la campaña será el próximo presidente del Gobierno? —No al 100%, pero a día de hoy sí va a tener una capacidad muy determinante. En unas generales no solo vale que utilices muy bien las redes sino cómo comunicas, a quién comunicas, si segmentas mensajes para según qué grupo de voto. Al final, el voto joven va a ser muy relevante en 2023, algo que se ha visto en las castellanoleonesas o en las madrileñas, que ha sido un voto muy desmovilizado. En las madrileñas hubo mucho votante del PSOE que simplemente no fue a votar porque Gabilondo no era un buen candidato de campaña. La masa votante joven cada vez es más grande y según los estudios esa gente está cada vez más polarizada, o en Podemos o en Vox. Y el PSOE, sabiendo esto, debería enfocarse en segmentar una parte de la campaña e ir a buscar el voto joven y consolidarlo. En las redes no vale que tú vayas con un solo mensaje, sino hacer contenido específico y segmentar mensajes por grupos, y por horas de conexión de esos grupos a las redes. Quien dé con la tecla de qué es lo que quiere ver la gente en redes, qué es lo que no le aburre, es quien más posibilidades va a tener de ser el próximo presidente del Gobierno. —¿En Castilla-La Mancha pasaría lo mismo o influyen otros factores? —Castilla-La Mancha es muy diferente al resto de España, principalmente porque la población está muy envejecida. La red principal a la hora de comunicar sería Facebook. En el caso de Page, se tiene que limitar a humanizar su perfil y a vender su gestión. Por supuesto que en Twitter e Instagram hay que hacer campaña también, pero el peso fuerte sería Facebook, donde la gente mayor y de mediana edad comenta y genera debate, se implica y se moviliza a la hora de ir a votar. —¿Cómo usan las redes Vox y los populismos? —Las usan muy bien, aunque se dedican a deshumanizar y demonizar al contrario. Pero la estrategia como tal es potentísima. Los populismos gestionan y vehiculan muy bien la rabia de la gente en redes. Y ya no les hace falta un mitin incendiario. Ponen un tuit, aunque sea mentira, y las redes arden.De España https://ift.tt/Al19rL7
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