sábado, 26 de marzo de 2022

Borja Rodríguez: el director que llegó a Madrid para hacer teatro «made in La Mancha»

Vinculado al mundo de la escena, en cualquiera de sus facetas, Borja Rodríguez (Madrid, 1975) ha estado unido desde los 12 años a Puertollano (Ciudad Real), a donde llegó con toda su familia y donde se han quedado a vivir algunos de sus seres queridos. Las vivencias en esa ciudad las refleja en algunas de las obras que ha dirigido. Con motivo de celebrarse hoy, 27 de marzo, el Día Mundial del Teatro, hablamos con este dramaturgo, iluminador, actor que se formó en la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD) de Córdoba, y que a lo largo de su trayectoria ha recibido numerosos premios, entre ellos, el Teatro de Rojas por ‘Príncipe y medigo’, mejor espectáculo de Castilla-La Mancha en el año 2011. Como creador de provincias, ha conseguido llegar a los escenarios más importantes de España. Y de eso puede presumir. Cuenta que desde hace diez años vive en Madrid, ciudad en la que nada más aterrizar dirigió una versión sobre ‘Historia de Abencerraje y de la Hermosa Jarifa’, texto andalusí sobre el encuentro de culturas en la España fronteriza del siglo XVI, con la que ha tenido un amplio recorrido, estrenándose, entre otros, en el Festival de Teatro de Almagro y llegando a ser uno de los espectáculos invitados por la Compañía Nacional de Teatro Clásico. El dramaturgo y director reconoce a ABC que el camino no ha sido fácil, pero prefiere hablar de ese encuentro con el público, con esas personas que llenan las salas de teatro. Y que apoyan su trayectoria en los escenarios con obras como ‘La viuda valenciana’, de Lope de Vega, con la que ahora está realizando una gira por diferentes ciudades españolas. Y también con ‘En el kilómetro 523’, del grupo 300 Alas blancas, un espectáculo muy luminoso, divertido y esperanzador, muy diferente, que nos habla directamente a nosotros mismos, pues trata de la peripecia de un pueblo que tiene que unirse para vencer a un bicho monstruoso que lo está aniquilando, desde una perspectiva ‘made in La Mancha’. La crisis y el teatro Borja Rodríguez repasa en esta entrevista su salida de Castilla la Mancha, que se produjo por la crisis económica (y de valores) que sacudió el país allá por 2008. «Los poderosos de entonces decidieron que el proyecto pedagógico de teatro que entonces dirigía en Puertollano, suponía más un gasto que una inversión. En fin. Tuve que hacer las maletas y marcharme a otro sitio. De hoy para mañana. Fue un palo. Diez años después, agradezco enormemente la falta de visión de ellos, y reconozco que gracias a ese golpe bajo, pude abrir el espectro y no sólo venir a Madrid, sino empezar a pensar en trabajar en proyectos en Andalucía, Valencia, Galicia, Madrid, Castilla y León», señala el director, para remarcar que sigue muy vinculado con La Mancha, «y cada vez que piso el Festival de Almagro, siento que estoy volviendo a casa». Y si se le pregunta ¿cómo ve el futuro de los creadores y del teatro de Castilla-La Mancha? El director de obras como ‘Siete pétalos’ y ‘Don Juan Tenorio’, responde que desde su punto de vista y con la distancia que le concede estar en Madrid, cree que hay un panorama lleno de posibilidades, porque hay muchas cosas por hacer. «Sólo tiene que estar en consonancia con la voluntad de aquellas personas que tienen que tomar las decisiones», asegura para señalar que se deben establecer planes estratégicos y de calidad para que este sector tenga futuro. Como actor y dramaturgo habla de lo que está viviendo con el sector cultural tras dos años de pandemia. Considera que se debe trabajar conjuntamente con las administraciones para que el público vuelva a las salas, aunque -reconoce- ha bajado la asistencia de público y han cerrado muchas productoras. «Creo que la anterior crisis fue mucho peor, porque se le puso precio a todo, y ni Lorca ni Shakespeare podían competir con Jorge Javier Vázquez. A día de hoy, todavía hay gestores culturales que creen en la tiranía de la cantidad, en las Operaciones Triunfos, y en los festivales Telecinco. Siento vergüenza ajena, todo eso es muy choni. Entonces, como antídoto, recuerdo lo que una vez me dijo un director del Festival de Almagro: “Aquí, el protagonista es Lope de Vega”», rememora. Volver a los escenarios Borja Rodríguez reconoce que para que los espectadores apoyen a este sector, el teatro necesita una auténtica puesta en valor. Y para ello, «la gente de teatro tenemos que hacer obras especiales, eso sí, porque para hacer cosas convencionales, simplemente, no deberíamos estar», sentencia. Y recupera una frase del guitarrista Paco de Lucía que decía: «Nuestro oficio es el de transmitir, todo lo demás son cuentos chinos», contesta entre risas. «No creo que caer en el famosismo sea la solución para llenar los escenarios como si fuese carne picada, porque acabaremos haciendo un Instragram en vivo, y al final, dejaría de ser especial», repite para recordar que hoy (Día Mundial del Teatro) es un buen día para iniciar acciones como punto de partida para hablar de este oficio y de su futuro.

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