Es Nuestra Señora de los Ángeles, calle Bravo Murillo, 93, la parroquia emblemática de los Cuatro Caminos , cruce de vías de existencia, de anhelos y esperanzas. Un Cuatro Caminos que ahora divide el Madrid de la inmigración latina, en el norte, y el Madrid de toda una vida, de clases acomodadas, de historia también acumulada. Cuenta la historia, escrita por José Miguel de la Nava Chacón, que la primera iglesia parroquial se construyó por el arquitecto Gabriel Abreu y Barreda entre 1882 y 1892 en la calle Villaamil, 9, en el barrio de Bellas Vistas. Pero el párroco, el emblemático Manuel Sánchez Capuchino y Gallo, una vez que los protestantes construyeron la actual catedral del Redentor, de la Iglesia Española Reformada, pensó en levantar una iglesia en los Cuatro Caminos, en la calle Bravo Murillo. Las obras bajo el proyecto del arquitecto Enrique María Repullés y Vargas comenzaron en abril de 1903. Pero se necesitaba dinero, mucho dinero. Y ahí se arremangó el pueblo de Madrid, y sus gobernantes, incluso la Infanta Isabel (La Chata) que ofreció un interesante aportación. Con algunos pequeños milagros de grandes cantidades de dinero fue posible la inauguración oficial del templo, que se produjo el 1 de enero de 1913. Hasta entonces eran famosas las misas de campaña que el párroco celebraba a la puerta del templo y que llegaban a paralizar todo Cuatro Caminos. La iglesia actual, de marcado estilo personal del arquitecto, alberga no pocos tesoros escondidos. Uno de ellos, su capilla bautismal con un gran fresco del pintor Ramón Pulido. También hay que destacar las impresionantes vidrieras de J. M. Maumejean. La revitalización Si en los orígenes de la parroquia hubo un milagro, hoy también se espera el milagro de la revitalización de una comunidad, depsués de la pandemia, que es un potente foco de atracción litúrgica. Porque lo que no se puede negar es que esta parroquia, con sus diez misas dominicales, tiene una fuerte presencia que se proyecta hacia la calle. Desde el inicio de este curso el párroco es el sacerdote Francisco Javier Cañastro. Gran parte de su vida ha estado dedicada a la Pastoral Juvenil de la diócesis. Como sacerdotes colaboradores están Manuel Chavez, José Luis Méndez y el sacerdote boliviano Ademar Gudiño. Estamos, por tanto, en un tiempo de cambio, en el que se recoge una herencia de actividades y vida importante y se le añade la motivación de la nueva savia. Francisco Javier Cañastro insiste en que si la parroquia ha tenido una presencia significativa en la historia del barrio, ahora hay que actualizar esa forma a través de una apertura, una Iglesia en salida, en la que el templo esté abierto desde las 8,30 hasta las 21, 30 de manera interrumpida, en el que la exposición del Santísmo Sacramento sea el centro de la oración y en el que la disponibilidad de los horarios para los sacramentos sea una respuesta a las condiciones de vida cambiantes. Insiste el párroco en que «aún vivimos anclados en los espequemas de funcionamiento de los años setenta, en los que el templo estaba abierto cuando estaba abierto el despacho en horas limitadas». Ahora lo que se pretende es la atención personal que facilite la celebración de bautizos, de los matrimonios, de los funerales. En la parroquia colaboran las religiosas Franciscanas Misioneras del Divino Pastor, titulares del Colegio del Divino Pastor, que tiene una estrecha relación con la parroquia; las Oblatas de María Inmaculada, y las religiosas del Verbo Encarnado. También en el territorio de la parroquia están las Madres Carmelitas de la calle Ponzano. Vida ascendente Son muchas las actividades de los grupos parroquiales: Vida Ascendente, grupo de padres, catequesis de iniciación en todos los procesos, grupo de jóvenes -el próximo 23 de abril se confirmarán 45 jóvenes- y el grupo Resurrección, una nueva iniciativa, única en la diócesis de Madrid, que está destianada a acompañar el duelo según la experiencia y el carisma del P. Mateo. También hay un grupo de liturgia, se está recomponiendo el coro, entre otras razones porque uno de los secretos de la parroquia es el órgano, uno de los tres barrocos declarados Bien de Interés Cultural en la Comunidad de Madrid. La intensa vida litúrgica tiene como centro también las horas santas de los jueves eucarísticos. En particular la que se celebra de 21,00 a 22,00 horas los jueves. En este nuevo camino uno de los proyectos a medio plazo es la intervención estructural en el templo. Una intervención que afectará al ochenta por ciento de los elementos arquitectónicos. Una actuación para la que se requiere el milagro que ocurrió en los primeros tiempos de la parroquia. Pero si entonces, con la ayuda de Dios, fue posible, ¿por qué ahora no?De España https://ift.tt/JavycMk
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