Los vértigos paralizan a Yuri

La salud de Yuri Berchiche vuelve a ser un asunto de máxima preocupación en el Athletic. El lateral se cayó de la convocatoria de Marcelino para el encuentro ante el Getafe en San Mamés por culpa de un «síndrome vertiginoso» que le impidió entrenar en la previa. Se trata del mismo síntoma que ya sufrió a finales del pasado año y que le obligó a ser sustituido al filo del descanso en dos encuentros consecutivos. Su pesadilla comenzó el 29 de noviembre, precisamente en el encuentro ante el Getafe disputado en el Alfonso Pérez. Casi dos meses antes, el 8 de octubre, Yuri había sido diagnosticado de coronavirus. «Afortunadamente, no tengo ningún síntoma y tanto yo como mi familia nos encontramos muy bien», dijo el lateral en sus redes sociales al anunciar su positivo. El defensa pasó la cuarentena, y una vez tuvo su PCR negativa se reincorporó a los entrenamientos. El 24 de octubre volvía al césped ante Osasuna. Después, disputó otros tres partidos casi completos con total normalidad. Sin embargo, nada más arrancar la segunda parte en el Coliseum comenzó a sentirse mal y pidió el cambio. «Ha sido un mareo», dijo después su entonces técnico, Gaizka Garitano. Una semana después, ante el Celta, se repetía la escena, con el jugador saliendo del campo a cámara lenta, exhausto y acompañado por el médico del Athletic. Considerado por sus propios compañeros como el mayor portento físico de la plantilla, los problemas de Yuri empezaban a no ser normales. El club comenzó a sospechar que los mareos eran una secuela del coronavirus y sometió a un examen completo a su futbolista. Solo una semana después, Yuri jugaba de nuevo 90 minutos. Ahora, convertido de nuevo en un problema capital, el Athletic vuelve a buscar el origen de esos vértigos. «Se están presentando casos que relacionan la infección por Covid con la pérdida de audición, el vértigo o el mareo. No son frecuentes, pero sí están registrados. Y no es extraño, porque los virus tienen tendencia a dañar al oído interno», explica a ABC el doctor Nicolás Pérez, codirector del Departamento de Otorrinolaringología de la Clínica Universidad de Navarra en Madrid. «También existe la posibilidad de que esté afectada la parte del sistema nervioso central de la que dependen el oído o el equilibrio». En opinión del doctor, es importante encontrar el «órgano diana» que está generando la dolencia, porque desde ahí se podrá trabajar en la recuperación. «Es muy normal que las secuelas aparezcan varios meses después, y más cuando hablamos de una persona que padece los síntomas jugando al fútbol, donde las aceleraciones favorecen el funcionamiento a pleno rendimiento del sistema vestibular, del que depende en gran medida el equilibrio». Para el doctor Nicolás Pérez, la rehabilitación de Yuri, una vez encontrado el origen de sus vértigos, no debería ser traumática. «Estamos hablando de un deportista de alto rendimiento, cuyos reflejos y equilibrio en condiciones normales son incluso superiores a la media. Con el tratamiento adecuado debería recuperar bien la normalidad».

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