domingo, 2 de agosto de 2020

Las claves de Zidane para ganar en Mánchester

Vamos a ganar. Es una afirmación de un hombre importante del Real Madrid. Hay mucha fe en sus posibilidades, una moral infinita. El título de Liga ha transformado el sentimiento interno de los futbolistas blanco. El campeonato parecía perdido en marzo tras la derrota en el Villamarín, que se sumaba al fiasco sufrido ante el Levante dos semanas antes, y la victoria final ha sido un revulsivo para la plantilla. En el fuero interno del club se asegura que la alegría del vestuario ha sido superior a otros éxitos, porque deseaban ganar el campeonato español, el torneo que encanta al entrenador, y porque el regreso a los grandes triunfos era la confirmación de un cambio de chip en la cocina blanca, necesitada de resultados. La Liga ha inyectado la seguridad necesaria para atacar el objetivo de la Champions en la creencia de que la remontada es posible. Después del 1-2 en el Bernabéu, el Real Madrid necesita vencer por dos goles al Mánchester City. Estas son las claves que analizan Zinedine y su mano derecha, Bettoni, para dar el golpe en el Etihad, vestidos de rosa, con la nueva equipación. El dilema estratégico El sistema 4-5-1 le salió bien en la Supercopa de España y lo aplicó también en la reciente visita al Granada, el último gran escollo para cazar la Liga. El técnico del Real Madrid medita comenzar la final de Mánchester con cinco mediocampistas para tener la posesión de balón, dominar y marcar cuanto antes un gol que coloque la eliminatoria en el alero, a un tanto de distancia. La diatriba es elegir esa táctica inicialmente e introducir extremos en el segundo tiempo, o empezar directamente con tres puntas para abrir el fútbol por las bandas. Si el esquema es el 4-5-1, Valverde y Hazard jugarían con Benzema como punta fijo. Si la idea elegida es el 4-3-3, Rodrygo y Hazard serían los extremos. Arriesgar para marcar El mensaje de Zidane debe ser asimilado bien. Hay que hacer dos goles y, por una vez, el lema de la portería a cero no es prioritario, porque lo fundamental es romper la eliminatoria con un tanto. La filosofía es que, si se recibe un gol, las cosas no cambiarían mucho y no deben bajar los brazos, pues es imprescindible conseguir dos dianas y un 1-2 forzaría una prórroga. El primer objetivo está claro y no es fácil de inculcar al equipo, acostumbrado a defender perfectamente hasta lograr ser la mejor retaguardia de la Liga. Mediocampistas: tirad a puerta Es una petición que Zidane hace a Kroos, Modric y Casemiro y que cada vez ejecutan más veces, pero no lo suficiente. No quiere que busquen siempre a Benzema o a los extremos, desea que sean ellos los que rematen también. El entrenador les exige el tiro a portería desde lejos, desde fuera del área. Tienen que sorprender, porque el fútbol del Real Madrid es muy elaborado y normalmente mira al delantero. Casemiro, arriba, a romper El encuentro del Etihad es el escenario táctico ideal para que el brasileño adelante metros y se convierta en el interior que sube con su potencia y rompe con paredes o disparos. Zizou le ha encargado en otras ocasiones esa misión y ha marcado goles o los ha provocado, porque los rivales no tienen estudiado en sus estrategias defensivas el ascenso del medio centro madridista. Su aportación ofensiva es clave en este partido necesitado de goles. Hazard, jefe de la ofensiva El belga realiza una preparación física especial para llegar en buena forma al encuentro. Zinedine quiere que sea el hombre que rompa con sus incursiones en diagonal desde la izquierda, con el balón pegado al pie, para crear jugadas y entrar en el área con la pelotas por raso. Sus paredes son más necesarias que nunca. Benzema, ejercer solo de «nueve» El reto de los dos goles significa que, en esta ocasión, Zizou quiere que su compatriota sea solo delantero centro, para que haya siempre un rematador en las acciones ofensivas del equipo. No desea que se abra por los flancos, porque muchas veces el centro posterior de las acciones que Benzema genera en sus «asociaciones» no tiene otro ariete que las culmine. Varane y Casemiro, referentes del juego aéreo Ante la ausencia de Ramos, el central francés y el pivote suramericano serán los referentes en las jugadas a balón parado, que son un factor importante en el fútbol del Real Madrid. Modric y Kroos centrarán cada vez a uno u otro para conseguir el cabezazo letal. La novedad es que Militao puede sumarse a esa estrategia de las acciones aéreas de ataque para abrir un tercer frente y complicar las vigilancias ensayadas por los hombres de Guardiola, que ha estudiado al Real Madrid en todos los detalles. Carvajal y Mendy, al ataque Los laterales protagonizan el trabajo más duro en el esquema del conjunto blanco, porque son realmente extremos puros que luego tienen que bajar a defender. Es una labor dura, arriba y abajo, exigente. Zidane quiere que ambos penetren hasta el área por sus bandas y que disparen a portería si lo ven factible, como hizo Mendy en Granada. Necesita que todo el equipo se atreva en el remate. Pide menos elaboración y buscar la eficacia en cada ataque, menos marear la perdiz y cazarla a la primera. El entrenador solicita que todos sus pupilos sean delanteros en potencia. Es un cambio en la percepción general del juego del equipo, unas variantes que deben sorprender al adversario. Dos extremos frescos a la hora de partido Zidane tiene previsto introducir a la hora de partido dos extremos nuevos que aporten velocidad cuando el rival empieza a acusar el desgaste del encuentro. Asensio será uno de ellos. Se siente en una forma espléndida y hay que aprovechar su disparo, uno de los mejores de la plantilla. Colocarlos a pierna cambiada es otra de sus ideas, para que intenten siempre el tiro.

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