La decisión de Cayetana Álvarez de Toledo de mantener su acta de diputada en el Congreso ha sorprendido en Génova. No se esperaban que después de lo que consideran una «deslealtad» con Pablo Casado fuera a seguir en el Grupo Parlamentario Popular, según fuentes populares, que no ocultan su malestar. Cayetana Álvarez de Toledo fue destituida por Pablo Casado el pasado 17 de febrero, después de que el presidente del PP considerase que estaba cuestionando su autoridad. La exportavoz del Grupo Popular en el Congreso cargó entonces contra Casado, en una declaración pública, que fue tachada de «desleal» y «falaz» desde Génova. A partir de ahí, se rompieron todos los puentes, por mucho que el líder del PP asegurarse que este partido sería siempre su casa. Álvarez de Toledo se tomó unos días para reflexionar, y la semana pasada, en una entrevista en la Cope, desveló que se sentía en deuda con los electores catalanes del PP, por lo que dio una pista clara de que su intención era continuar. Este fin de semana, en otra entrevista, esta vez en «El mundo», aseguró que quería comprobar desde su escaño hasta dónde llegar la libertad para un diputado base. La decisión sorprendió en Génova, que creían que renunciaría a su escaño antes de iniciarse el periodo de sesiones en el Congreso. El portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, le respondió en rueda de prensa. Aseguró que el PP respeta que quiera seguir siendo diputada, pero cuestionó sus argumentos. «La decisión de dejar o no el escaño es personal y le corresponde a ella, la respetamos, al margen de que sea para testar o no la libertad de un diputado de base. Yo no he sido diputado, pero si lo hubiera sido durante cuatro legislaturas tendría un conocimiento aproximado de hasta dónde llega la libertad», señaló Almeida.De España https://ift.tt/32FteKU
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