lunes, 31 de agosto de 2020

La sospecha se mantiene sobre Iglesias pese al informe de la Científica

El informe de la Policía Científica sobre los desperfectos en la tarjeta del móvil sustraído a la exasesora de Pablo Iglesias Dina Bousselham no ha acabado de despejar las sospechas que ya pesaban sobre él como presunto autor de un delito de daños informáticos. Según las fuentes consultadas por ABC, en una reunión celebrada este lunes y de carácter informal, los autores de la pericial trasladaron al juez Manuel García Castellón una versión extensa de lo que ya dicen las conclusiones del análisis: «Al no poder realizarse la lectura del contenido de la memoria no se puede determinar si existían daños previos» a los identificados en el dispositivo, parte de los cuales son compatibles con las técnicas que utilizan las empresas de recuperación para mirar dentro de la tarjeta antes de intentar repararla. Este matiz es clave, pues si bien la Científica relaciona los daños físicos de la tarjeta con un «lijado» de la cubierta que se realiza en este tipo de empresas, no se ha conseguido esclarecer si el dispositivo dejó de funcionar por culpa de esa intervención, si, por el contrario; había dejado de funcionar antes y si, en ese caso, el 'estropicio' fue intencionado. Vuelve así la causa, una vez más, a la casilla de salida, ese momento del mes de mayo en el que la Fiscalía Anticorrupción, ante los informes policiales que apuntaban a que la tarjeta de Dina Bousselham presentaba «daños físicos», proponía expulsar a Pablo Iglesias como perjudicado del caso Villarejo y apuntaba la posible comisión de un delito de daños informáticos. En aquel momento, Anticorrupción apostó por llamar a Bousselham para que dijese si quería proceder contra Iglesias o por el contrario, desistía de emprender acciones legales contra él ejerciendo el perdón del ofendido. Sin embargo, el juez quiso posponer ese momento y seguir investigando. Aunque Bousselham se retractó de lo afirmado y puso por escrito que no tenía nada en contra de quien fue su jefe, la clave para el instructor era averiguar si además del posible delito de revelación de secretos en el que habría incurrido Iglesias por ocultar durante meses que guardaba la tarjeta que ella daba por perdida, tenía alguna responsabilidad en que el dispositivo después no llegase a funcionar. En este contexto, el informe de la científica era clave porque debía aportar un análisis más en profundidad sobre los daños y el origen de los mismos. Sin embargo, lo que concluye es que efectivamente, el deterioro de la carcasa es compatible con el lijado que aplican los servicios de reparación para mirar dentro del dispositivo, pero no está claro cómo ni cuándo se produjo el daño interno, ese que impide incluso a la Científica, leer el contenido de la tarjeta. Sigue así en el aire la posibilidad de que el juez eleve exposición razonada al Tribunal Supremo para pedir que se investigue a Pablo Iglesias. La decisión es controvertida, porque el delito de revelación de secretos se persigue a instancia de parte y en el de daños informáticos, que sería en todo caso de baja entidad, ella no parece tampoco interesada en acusar. No obstante, sería decisión del Supremo porque está aforado. Faltan, además, diligencias por practicar como la testifical del servicio de reparaciones, con sede en Gales, que ha pedido el instructor vía comisión rogatoria y que podría servir para afinar en qué estado les llegó la tarjeta. Entretanto, la Sección Tercera de la Sala de lo Penal tiene sobre la mesa el recurso de Iglesias contra su expulsión de la causa. Del tribunal depende que vuelva a ser considerado víctima en el caso Villarejo o sólo sospechoso.

De España https://ift.tt/34RbChK

0 comentarios:

Publicar un comentario