domingo, 30 de agosto de 2020

Los socios de Sánchez descuentan ya que pactará las cuentas con Cs y PNV

La ronda de contactos que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, iniciará este miércoles con todos los grupos ha puesto en guardia a muchos de sus socios de investidura y a su propio vicepresidente y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias. No solo levanta sospechas la preferencia demostrada hacia Ciudadanos, cuya líder ha sido citada antes que el portavoz de ERC, sino que La Moncloa ha citado a todos los portavoces del Grupo Plural a una teleconferencia conjunta el jueves y hará los mismo con el Mixto, según pudo saber ABC. Una maniobra que ha irritado a Unidas Podemos, que como explicó ayer ABC, sospecha que Sánchez quiere pactar unos puntos de los Presupuestos con Cs antes que con ellos. Lo que condicionaría la negociación de la coalición. Por lo que Iglesias intentará llegar antes a un acuerdo con Sánchez que luego sea negociado con el resto de grupos políticos. «Sin excluir a nadie». Poca sinceridad En los grupos Mixto y Plural hay partidos que apoyaron a Sánchez en su investidura y cuyo «sí» sería necesario para aprobar los PGE si el Gobierno quisiera reeditar aquella alianza. Repetir ese número de alianzas es de hecho el camino hacia el que Podemos empuja y se siente más cómodo. Aunque el PSOE aleja esa posibilidad con sus indisimulados gestos al centro y a Cs. Una estrategia que ya es «evidente» para Podemos y los socios de investidura. «Es evidente que no está buscando una negociación con los partidos que le llevaron a La Moncloa porque, de lo contrario, habría citado a cada uno de ellos a solas para asegurar posibilidades reales de entendimiento», valoran a puerta cerrada fuentes de una formación independentista, socia de Sánchez. «Pretender negociar en una misma reunión con socios y no socios de la investidura a la vez es a todas luces inviable y más aún dándose la circunstancia de que muchos son rivales o defienden posiciones antagónicas. En esas circunstancias nadie va a decir qué es lo que tiene pensado hacer, ni siquiera el propio presidente. La ronda es de cara a la galería», coincide otra fuerza nacionalista, haciendo alusión a que dentro del Plural y Mixto conviven partidos tan dispares como UPN y la CUP, rivales como Coalición Canaria y Nueva Canarias, o fuerzas de territorios con intereses tan diferentes como Compromís y JxCat. En esta misma tesis coinciden también los pequeños partidos. «El Gobierno no va por la vía de la investidura sino por la de PNV y Cs y por eso no siente la necesidad de tener que asegurar los votos de los que fueron sus socios en otras negociaciones. O tiene ya algún tipo de garantía por parte de PNV y Cs o ha recibido señales suficientes de que puede sacar los Presupuestos con ellos», razonan por su parte fuentes de un modesto aliado del PSOE, con las que coinciden el resto de socios. Reducir el desgaste Una tesis abonada, además, porque el lendakari Iñigo Urkullu ya ha trasladado que aceptaría un acuerdo con Ciudadanos siempre que éste respete el cupo vasco, y porque la formación naranja no ha señalado ninguna línea roja para pactar las cuentas. «Exceptuando al PP, que ya ha dicho que no negociará Presupuestos y, lógicamente a Vox, la suma de Cs y PNV es la única que acerca a la coalición a la mayoría absoluta», abundan las mismas fuentes, para las que la retórica de Podemos contra la formación de Inés Arrimadas es «pura sobreactuación». Y es que un acuerdo de Presupuestos con la formación naranja implica dejar de lado no solo la mayoría de la investidura, sino las medidas económicas de los partidos que conformaron esa alianza. «Podemos sabe que ese pacto le va a desgastar políticamente y que grupos como ERC o EH Bildu le van a presionar por ese flanco. Atacando las negociaciones con Cs intenta que ese desgaste no empiece ahora sino en los albores de la votación», razonan fuentes parlamentarias. Una idea en la que también coinciden la mayoría de los partidos de izquierdas y que queda patente en varios ejemplos. Esta semana se ha visto como Podemos ha intentado remarcar su posición política dentro del Ejecutivo. El martes, el partido cogobernante filtró su malestar atacando a la ministra de Educación, Isabel Celaá, a la que el entorno de Iglesias acusó de «falta de liderazgo». El viernes, el mensaje que salió de la Ejecutiva morada fue el de un contundente rechazo a un acuerdo presupuestario con Ciudadanos. «El PSOE sabe que con nosotros no va a contar para unos Presupuestos con Ciudadanos», expresó la coportavoz morada, Isa Serra, en la rueda de prensa posterior. Porque consideran que serían unas cuentas «de recortes» y «antisociales», además de «incompatibles» con las políticas sociales que defiende el Gobierno de coalición. Cita Sánchez-Iglesias Sin embargo, a pesar de la aversión que le causa al vicepresidente Iglesias el acercamiento de Sánchez a Cs, las palabras de Podemos no son un veto. Sino una nota más en su relato, como perciben los socios. Iglesias es consciente de que el apoyo del partido de Arrimadas es la única vía ante otro portazo de ERC, que además habrá endurecido su posición por las elecciones catalanas previstas para otoño. Sánchez e Iglesias se reunirán hoy para abordar la negociación presupuestaria entre ellos y con el resto de grupos. Fuentes de la coalición aseguran que la desconfianza de Podemos con el PSOE por sus gestos hacia Cs no pondrá en peligro la coalición. En Podemos asumirán el acuerdo con el partido naranja. Pero el escenario que Iglesias quiere evitar es que Sánchez le plante un borrador condicionado por una negociación previa con Arrimadas.

De España https://ift.tt/31JAPsN

0 comentarios:

Publicar un comentario