sábado, 29 de agosto de 2020

Los 245 rastreadores militares solicitados por la Junta «aliviarán» una sobrecargada Atención Primaria

Finalmente y después de recibir aclaraciones sobre su funcionamiento, la Junta de Castilla y León ha decidido solicitar al Gobierno la incorporación de rastreadores militares en su territorio para combatir la expansión del coronavirus. En concreto, la Comunidad demandó el pasado jueves al Ministerio de Defensa 245 de los 2.000 efectivos ofrecidos para toda España con el objetivo de que apoyen la labor de los 635 que ya trabajan en la región en la búsqueda y análisis de los contactos de las personas infectadas por el Covid. Ahora será el departamento dirigido por Margarita Robles el que estudiará las peticiones de las distintas autonomías -por ahora han reclamado esta ayuda Castilla y León, la Comunidad Valenciana, Murcia, Cantabria y Melilla y ya han anunciado su intención de hacerlo Madrid y Galicia- y establecerá el destino de los rastreadores del Ejército. Para hacer sus cálculos y llegar a los 245 militares necesarios, la Junta ha solicitado un efectivo por cada 10.000 habitantes que irán destinados «proporcionalmente» entre las áreas de salud y «según los casos declarados en los últimos 7 días», según informó la Consejería de Sanidad en un comunicado. En un principio, el Gobierno regional solicitó aclaraciones sobre el perfil y cómo se podrían integrar en el sistema regional de salud . Parecía lejana la posibilidad de solicitarlos, puesto que el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, llegó a decir tras el Consejo de Gobierno el pasado jueves que no parecían de «excesiva utilidad». Sin embargo y una vez despejadas las dudas, la Comunidad ha optado por que los efectivos militares echen una mano a los más de 600 rastreadores de la región, De las «más castigadas» En el escrito remitido a Defensa para justificar su petición, Castilla y León recuerda al Gobierno que fue una de las autonomías «más castigadas en la primera oleada de la pandemia por Covid-19» y que está realizando un «gran esfuerzo para contener esta segunda oleada, gracias al cual se está consiguiendo que la incidencia de la enfermedad sea en esta ocasión, proporcionalmente menor que en la fase anterior». Para continuar por esa senda, Castilla y León ha reclamado el apoyo de los rastreadores del Ejército que «aliviarán» a los servicios de Atención Primaria, profesionales «que están sufriendo la parte dura de la crisis» según explicó ayer el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, durante una visita a Palencia. «Es una herramienta que va a permitir liberar personal para la Atención Primaria, ya que ahora mismo teníamos las bolsas de empleo vacías», aseguró. El también portavoz del Gobierno regional agradeció «mucho» el ofrecimiento porque se trata de «profesionales con buen perfil» que ayudarán a frenar unos contagios que ayer sumaron 454 nuevos positivos, 81 de ellos diagnosticados en las últimas 24 horas. Ante este escenario, Igea llamó una vez más a la «responsabilidad». «La incidencia está subiendo mucho menos que en las últimas dos o tres semanas» y en las ciudades que ha habido confinamientos se han conseguido controlar los brotes, pero «no podemos dar un mensaje de optimismo y relajación, sino de responsabilidad», expresó Igea. «Las cosas pueden ir bien, pueden ir mejor si somos todos responsables», concluyó. Según los datos aportados ayer, la Comunidad registró seis nuevos fallecidos en los centros asistenciales por coronavirus, dos en los hospitales de Ávila y Salamanca y uno en los de Valladolid y Zamora. En cuanto al número de altas, fueron cuarenta más que el día anterior, mientras que el número de brotes ascendía a 184, tres más con casi un millar de contagios asociados. Además, la Junta recomendó restringir el contacto social en seis de cada diez zonas de salud -un total de 151-.

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