Tecnología al servicio de las personas

Es indiscutible que nuestras vidas están cambiando y la tecnología está día tras día más presente en las personas. A nivel laboral se lleva notando desde hace muchos años: las tareas manuales se están automatizando cada vez más, y ahora, en el momento histórico más importante para la Inteligencia Artificial, también se empezarán a automatizar los trabajos que, hasta ahora, sólo podían hacer humanos. Este será uno de los principales temas, o dilemas, a tratar en la Conferencia Europea sobre la Inteligencia Artificial (ECAI) que se celebrará a partir de mañana en Santiago de Compostela, aunque el Covid haya eliminado totalmente la presencialidad del evento. A pesar de todo, «que haya venido a Compostela es un lujo», asegura Serén Barro, organizador. Y es que esta cita es la mayor conferencia europea sobre IA, y de las más importantes del mundo, con trascendencia global, ya que los 1.700 artículos enviados provienen de todos los continentes. Todos estamos más que acostumbrados a Siri o Alexa, pero es de vital importancia debatir, como es uno de los objetivos de la conferencia, si hay que «poner cierto control sobre la capacidad de estos sistemas» para que no «se nos vaya de las manos» y que las personas tengamos que depender totalmente de ellos Inteligencia artificial «para las personas» Esta edición de la conferencia se centra en que la IA ha de estar «al servicio de las personas», que de hecho, es la corriente europea en este sentido, explica Barros. En China, por ejemplo, «la IA está dirigida por el Gobierno», aunque Barros tampoco quiere decir que ese Gobierno no tenga una buena intención. En Estados Unidos, en cambio, el «desarrollo de la IA lo tienen las empresas, que sobre todo quieren dar rentabilidad a los inversores». Por ello, «Europa tendrá éxito en su planteamiento si es capaz de hacer coexistir» la introducción de la inteligencia artificial con «desarrollo económico y creación de empleo», señala Barro. Hay muchos puestos de trabajo en juego, como los de «secretaría o contabilidad». Para evitar un futuro catastrófico para el empleo, Serén Barro opina que hay tres factores cruciales que harían que la introducción de la inteligencia artificial al mundo laboral no acabe con miles de puestos de trabajo. Por una parte, es imprescindible que se impulse una educación basada en la creatividad y la comunicación, actividades que no podría realizar una IA. Además, es imprescindible la creación de políticas sociales que «den amparo a las personas que pueden perder el trabajo», que, además, «van a ser muchas». Por último, las empresas tienen que comprender que la ventaja competitiva no está en sustituir a todos sus trabajadores por máquinas, porque «eso es algo que podrán hacer todas», sino aprovechar las ventajas tanto de las personas como de las IA. En las conferencias y talleres se profundizará más en estos temas y tantos otros, como el papel de la mujer en esta tecnología, que «son pocas», por lo que se está «perdiendo casi la mitad de la capacidad de investigación y desarrollo en este ámbito», lamenta Barro.

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