domingo, 30 de agosto de 2020

«Esto no da mas de sí. Lo que toca ahora en Cataluña es reconstruir»

Alejandro Fernández (Tarragona, 1976) será el candidato del PP en las próximas elecciones autonómicas en Cataluña, aún sin fecha. Con expectativas electorales al alza y el partido consolidado tras una etapa difícil, se muestra convencido de que un gobierno independentista es evitable. Ciudadanos insiste en una coalición constitucionalista con el PSC y ustedes. ¿En qué punto estamos? -Cs envía mensajes a través de los medios, y los medios nos piden reacciones. En las últimas semanas no ha habido reuniones ni contactos. Uno de los actores invitados, el PSC, ya ha dicho que no se suma. Y ustedes dicen que si es con el PSC tampoco. ¿Por qué insistimos? -No lo sé. Lo único que sé es que estas elecciones no son plebiscitarias, como hace dos años. El modelo económico y social va a ser fundamental para combatir las consecuencias de la pandemia, y es evidente que nosotros no podemos ir en coalición con un socialismo que a nuestro modo de ver aplica y tiene unas propuestas sanitarias, sociales y económicas desastrosas. Atribuyo esa insistencia en estas semanas al deseo de salir en los medios. Una coalición de este tipo no tiene ningún sentido. Una coalición a tres con el PSC no tiene sentido, pero a dos entre Cs y el PP es planteable. -Es planteable, y miraremos si suma o si resta. Hay que analizarlo, pero nada tiene que ver la situación de ahora con la de 2017. Y si Cs sigue aproximándose al PSC, que pactan con ERC y la CUP en Cataluña, y apuntalando al Gobierno del PSOE, se hace más difícil. ¿El apoyo de Cs a los Presupuestos Generales del Estado invalidaría esa posible coalición? - Unos PGE presentados por Sánchez y Podemos, y el apoyo de Cs, estamos seguros que no serán unos PGE de recuperación sino todo lo contrario. Pondría las cosas muy difíciles. Cs justifica el cambio de candidato en aras de ese posible acuerdo. ¿A ustedes esto les genera mayor confianza o les es indiferente? -Que no nos usen de coartada para asuntos que son de índole interna. Su cambio de candidato lo respetamos, pero nos es indiferente. Nada tiene que ver con nosotros. ¿Esa insistencia en la coalición de Cs se puede explicar también por la dispar tendencia electoral que marcan las encuestas, ustedes al alza, ellos a la baja? -Lo único que sé es que nosotros también hemos tenido una etapa muy difícil, y ellos pasan por una ahora. Tienen que hacer su proceso interno, y en este caso siempre aconsejo hacer autocrítica. Una formación que en 2017 ganó los comicios y ahora está en esta situación tendrá que analizar qué han hecho mal en lugar de lanzar la pelota al tejado de otros. Alude usted a los tiempos difíciles de su partido. ¿Dónde está el PPC ahora? -Más allá de lo que numéricamente digan las encuestas, estamos en un momento de recuperación de la confianza de cada vez más catalanes. Poco a poco, no hay milagros. Tras su destitución, Cayetana Álvarez de Toledo dice estar en deuda con los catalanes que la votaron. ¿Qué papel jugará? -Cayetana es diputada por Barcelona, y como ella mismo dijo se daba unos días para reflexionar. Lo inteligente es no pronunciarse sobre hipótesis. Cuando haya tomado una decisión lo primero que haremos será hablar con ella, y actuaremos en un sentido o en otro. Antes aludía a que la situación de 2017 no es la de ahora. El «procés» está en otra fase y la pandemia ha puesto los problemas reales, por así decirlo, por delante de todo. Entiendo que esto favorece a formaciones que no han hecho del «procés» el monotema. -Así es. No solo es nuestra firmeza contra el proceso separatista, sino nuestras propuestas a favor de la libertad económica, de la propiedad privada, de la seguridad ciudadana, contra la ocupación ilegal, lo que está calando. Es una oferta que estamos haciendo en solitario en Cataluña. ¿ Y en qué ha cambiado el «procés»? El asunto independentista sigue en la agenda, pero el proceso ha mutado hacia otras fórmulas, más a medio plazo, con una estrategia que ahora pasa por erosionar la Monarquía española para conseguir la república española como paso previo a la república catalana. Ese es un proyecto que sobrepasa a los partidos independentistas e incluye a las izquierdas catalanas, es un escenario distinto. ¿La vía unilateral está aparcada? -Efectivamente. Esa vía, con la ley en la mano tiene consecuencias para ellos. Ahora ensayan un camino más largo, que es el intento de liquidación del régimen del 78 por la vía del colapso. Así como con la vía unilateral no tenían aliados, para la liquidación de la Monarquía parlamentaria Podemos es un aliado y el PSOE digamos que navega. Es difícil ubicar al PSOE de manera clara, porque hay una parte que defiende a la Monarquía, pero otra no. En ese escenario hay más probabilidades de que se ensaye una fórmula de tripartito en Cataluña a una renovación del actual modelo de gobierno. El PSC explica del derecho y del revés que una alianza con ERC es imposible. ¿Lo cree? -Eso lo dicen en todas las elecciones municipales y luego acaban pactando con ERC e incluso la CUP. Recomiendo a los ciudadanos que no se fijen en lo que dicen en campaña sino en lo que hacen luego. ¿Cómo analiza el papel del Gobierno tras la marcha de España de Don Juan Carlos? -Sánchez pone una vela a Dios y otra al diablo, y sin sumarse por completo al bloque antimonárquico, va presionando y haciendo gestos que lo que hacen es limar la confianza en la Monarquía y reducir su ámbito simbólico e institucional. Esa es mi sensación. ¿Con qué calendario electoral trabajan? -Con todos. Si nos atenemos a lo que Torra ha dicho estaríamos en elecciones alrededor de noviembre, si escuchamos lo que llega de Puigdemont, habría una nueva investidura para intentar agotar la legislatura, y luego ya veríamos. Estamos preparados para todo: si algo nos enseña la política catalana en los últimos años es que todo es posible. ¿Cómo ve el próximo pleno? No salimos el bucle si atendemos a las encuestas. -Mire, nadie daba un euro en Andalucía para que se diese un vuelco electoral, o porque Almeida y Ayuso fuesen alcalde y presidenta. No perdamos la esperanza de que se pueda armar una mayoría alternativa. Hay que trabajar, no dar nada por imposible. Vamos a intentarlo. Puede irrumpir Vox, el espacio independentista se fragmenta. Vamos a una italianización del Parlament. No sé si en estas circunstancias podría ser incluso positivo que hubiese más combinatoria. -Comparto la idea de la italianización, pero por principio nunca tiene una lectura positiva. Tres años años después del otoño negro de 2017 no sé si comparte la idea de que la degradación del Parlament, de la institución de la Presidencia, ha llegado a sus cotas más bajas. -Sí. El separatismo ha basado su estrategia en la erosión de las instituciones españolas, y algo lo han hecho. Pero como paso previo han destruido, finiquitado, el prestigio y la credibilidad de las instituciones catalanas. No sé si era su objetivo, pero lo han logrado sin lugar a dudas. Lo que viene ahora debería ser una etapa de reconstrucción de la convivencia entre catalanes y de recuperación del prestigio de sus instituciones. Esto no da más de sí, ahora toca reconstruir. En eso nos vamos a volcar. La Assemblea Nacional Catalana convoca su Diada en medio de la segunda ola del Covid. -Es una irresponsabilidad. Lo que pido al Govern es que aplique el mismo rasero a todos. Si prohíbe las reuniones de más de diez personas, pues igual para la ANC. La Generalitat rechaza los rastreadores militares. -Podría acabar pasando, y esperemos que no porque sería síntoma de que las cosas han empeorado, que los propios alcaldes de ERC o de Junts acabaran pidiendo por favor la ayuda militar, como pasó en marzo o abril. Ojalá no suceda. No escarmientan. egunta] 

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