El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, considera que los hechos que está investigando la Fiscalía del Tribunal Supremo a partir de documentación remitida por Suiza que podría salpicar a Don Juan Carlos están conectados a la macrocausa Tándem sobre el comisario Villarejo. Ha preguntado a los fiscales de la causa si lo ven así y si consideran, además, que la jurisdicción española es competente para entender de estos hechos que se habrían cometido fuera del país. Este requerimiento de informe consta en el auto por el que hace unos días ordenó reabrir la investigación sobre los audios del comisario en los que habla la antigua amiga del monarca Corinna Larsen y no es baladí, porque revela el interés del instructor por unas diligencias que hasta ahora, se estaban llevando completamente al margen. La cuestión se remonta a una decisión del juez Diego De Egea, que se encargaba de la causa antes de Manuel García Castellón y que archivó la pieza sobre las cintas de Larsen al no encontrar indicios de criminalidad que tuviesen que ver con el caso Villarejo. El carpetazo implicó el envío a la Fiscalía Anticorrupción de aquellos detalles que apuntaban a posibles delitos cometidos por terceros y en concreto, las empresas implicadas en la adjudicación del AVE de Medina a La Meca, que según Larsen, habrían participado en un asunto de comisiones ilegales. La decisión se adoptó a instancias de los fiscales, que no veían «ninguna conexión» entre las actividades del polémico policía y lo que pudiera haber ocurrido con aquel macrocontrato en Arabia Saudí. Ese es el origen de las diligencias que, acrecidas con la información enviada por la Fiscalía de Suiza, donde hay abierto un procedimiento por blanqueo de capitales que investiga entre otros a la propia Corinna Larsen, han acabado apuntando a Don Juan Carlos y han sido por ello, asumidas por la Fiscalía del Tribunal Supremo. El precedente de «Pit» Ahora, el actual juez, que no comparte aquella decisión, pide a la Fiscalía Anticorrupción que se pronuncie para saber si mantiene el criterio que ya expresó cuando se desgajó la parte relativa al AVE -que es el escenario previsible-, o si por el contrario apuestan por asumir esa investigación internacional. Existe un precedente, el de la pieza separada número 4, denominada «Pit», en relación al encargo al comisario de frenar la extradición de un naviero español que venía siendo acusado de delitos de corrupción en Guatemala. En aquel asunto, aunque Anticorrupción había comenzado a investigar por separado lo denunciado por las autoridades guatemaltecas, las pesquisas se acabaron asumiendo bajo mismo paraguas del caso Villarejo. No obstante, la conexión parecía más clara, pues la intervención del controvertido policía traía cuenta de lo ocurrido en Guatemala. En el caso de Don Juan Carlos, la vinculación con Tándem se restringiría a que el origen está en los audios de Villarejo, sin que conste que tuviese implicación en los hechos que en esas mismas cintas, señalaba Corinna Larsen. La pieza reabierta Para Anticorrupción lo primero será analizar la reapertura en sí de esta línea de investigación que ha acordado el juez por iniciativa propia a partir de un nuevo audio que sitúa a la empresaria como «cliente» del comisario. Antes, según las fuentes consultadas, se escuchará a ambos en sede judicial para evaluar el alcance de ese supuesto encargo, ya que han sido citados por cohecho junto al empresario Juan Villalonga, quien les presentó, en septiembre. Lo que está claro es que el juez sí aprecia relación entre los dos asuntos y sí entiende que podría asumir la investigación. Lo dice el mismo auto en que pide informe a los fiscales: «Este magistrado considera, sin embargo, que los delitos objeto de investigación ante la Fiscalía del cantón de Ginebra sí guardaban conexidad con los investigados en este procedimiento, hasta el punto de entender que en caso de ser interpuesta querella por el Ministerio Público, se procedería a la reapertura de esta causa». La querella no llegó a presentarse y las diligencias fueron asumidas después de año y medio por la Fiscalía del Supremo, que ahora se centra en analizar la documentación remitida por Suiza. Puede querellarse, devolver las pesquisas a Anticorrupción si no ve indicios contra Don Juan Carlos o archivar todo el procedimiento. Por su parte, el juez puede reclamar esas diligencias pese al criterio que expresen los fiscales de Tándem, aunque estará bajo la lupa que compartan con su causa objeto procesal. No podría investigar a Don Juan Carlos dado que goza de aforamiento, pero sí lo ocurrido alrededor. En este sentido, una investigación de las cuentas de Larsen en busca de pagos a empresas de Villarejo, diligencia habitual en otras piezas de la causa, le llevaría a la investigación que sigue la fiscalía helvética y que salpicaría al anterior Jefe del Estado. Si se topase con indicios de criminalidad contra Don Juan Carlos, el asunto volvería al Supremo, pero ya no en forma de querella de la Fiscalía, sino como exposición razonada en la que el instructor detalla el fruto de las pesquisas y pide a la Sala Segunda que tome las riendas de la investigación.De España https://ift.tt/31ocabA
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