
El socialista José Félix Tezanos publicó ayer un nuevo barómetro del CIS, en el que el PSOE se refuerza en primera posición y aumenta su ventaja sobre el PP, hasta rozar los 11 puntos de diferencia. Unidas Podemos adelanta a Vox como tercer partido nacional, mientras que Ciudadanos, después de pactar con Sánchez para la prórroga del estado de alarma, es el partido que más sube. La realidad del CIS de Tezanos encaja muy bien en el escenario perfecto para Sánchez, no solo porque el PSOE sigue fuerte en su primera posición, en contra de lo que dicen el resto de encuestas nacionales, sino porque la mayoría de los ciudadanos parecen aplaudir la gestión del Gobierno y cada una de las medidas impulsadas desde La Moncloa. Es el CIS que firmaría cualquier Gobierno. A pesar de la crisis del coronavirus, el desgaste del mando único, los errores de gestión, el agotamiento por más de dos meses de estado de alarma y el aumento de protestas en la calle, el PSOE sigue por encima del 31 por ciento de estimación de voto, frente al 28 por ciento que logró en las urnas el 10 de noviembre. Por si fuera poco, el PP cae al 20,3 por ciento de voto, casi 11 puntos por debajo del PSOE, cuando la media del resto de encuestas es una diferencia de dos o tres puntos. Según el CIS, Vox pierde la tercera posición y el principal aliado de Sánchez, Unidas Podemos, adelanta al partido de Abascal. El más premiado es Ciudadanos, que sube tres puntos en apenas un mes, justo después de pactar con Sánchez. Sin embargo, ERC, que se desmarcó del presidente, sufre un castigo y baja cuatro décimas. «No confíen ustedes en las encuestas», aconsejó Tezanos ayer durante su comparecencia en la Comisión Constitucional del Congreso. El dirigente socialista exhibió su currículum, recordó hasta el número de conferencias que ha impartido, unas 300 por todo el mundo, y señaló que está ultimando un libro titulado «El CIS de Tezanos». Todo ello para rechazar las críticas que está recibiendo desde que Pedro Sánchez lo colocó al frente de este organismo autónomo, adscrito al Ministerio de Presidencia. Tezanos presumió de militancia socialista y aseguró que tiene carné del partido desde 1973, y lo lleva «con mucho orgullo». A partir de ahí, intentó defender su trabajo y explicó que no se dedica a manipular, porque no tendría sentido hacer trampas en el solitario. Sí aconsejó a todos que hagan el caso justo a las encuestas: «Lo sorprendente muchas veces es acertar». Su comparecencia ayer en el Congreso fue un baño de críticas, por su «partidismo» y «falta de neutralidad» en el ejercicio de su cargo. Casi nadie confía en su trabajo, más allá de su propio partido. Antes de las elecciones, Pablo Iglesias pidió su dimisión, pero ahora con Unidas Podemos en el Gobierno forma parte del aparato de poder y prefiere callar. La famosa pregunta sobre el control de los medios de comunicación, que Tezanos incluyó en el barómetro del mes pasado, estuvo en el centro de la comparecencia. Tezanos, sin una sola palabra de autocrítica, aseguró que ha escrito un capítulo «muy divertido» en su libro sobre esa pregunta, y negó que tuviera «intencionalidad política» ni que se planteara con ella una posible censura a los medios. La oposición ve la cuestión absolutamente innecesaria en el barómetro. «Contratos a dedo» Iglesias no ha sido el único que ha pedido la dimisión de Tezanos. Ayer la oposición se lo volvió a reclamar. Desde el PP, José Antonio Bermúdez de Castro le exigió además que explique «por qué contrata a dedo empresas amigas» para elaborar los barómetros del Covid-19. El diputado socialista Rafael Simancas salió rápidamente a defender a su compañero de filas y subrayó que «los contratos se ajustan a ley, responden a varias ofertas y son transparentes». En su intervención, Tezanos negó que hubiera hecho ninguna contratación «irregular» en ningún momento. En relación con los últimos estudios, explicó que pidió ofertas, mediante procedimiento de emergencia, a cuatro empresas, con capacidad de hacer entrevistas telefónicas en esta situación excepcional, y se adjudicó a la que tuvo «mejor oferta en calidad y precio», que resultó ser Intercampo. El socialista reconoció que tiene 35 años de historia y ha hecho estudios para todo el mundo, incluido el PP. «Hemos actuado en términos de competencia y rigor», defendió. Los reproches de la oposición se extendieron a las preguntas que el CIS incluye en sus barómetros. En el último, no se pregunta si el Gobierno llegó tarde para frenar la pandemia, o si fue negligente al no dar equipos de protección a los sanitarios, pero sí se inquiere si la oposición debe criticar al Ejecutivo en estas circunstancias.
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