domingo, 31 de mayo de 2020

«La adicción no sabe de cuarentenas. Sólo hay que tener un móvil e internet»

El confinamiento no ayuda a la adicción, sino que es más bien un enemigo en la lucha poder combatirla. Las personas que padecen este problema se han enfrentado y siguen luchando contra un obstáculo añadido al permanecer aislados en sus domicilios, con la tentación en algunas ocasiones muy próxima, y sin poder acudir a las terapias de recuperación cuando ya se ha decidido dar el paso para salir del agujero. «La adicción al juego no entiende de confinamiento. Sólo tienes que tener un ordenador, un móvil e internet y se puede seguir jugando como antes», relata el presidente de la Federación Castellano y Leonesa de Jugadores de Azar Rehabilitados, (Fecyljar), Ángel Aranzana. Durante los días de cuarentena se ha registrado un «incremento de entre el 7 y el 8 por ciento de las inscripciones a juego online» que responde a que algunos jugadores que solían acudir a casinos o salones de juego han saltado a plataformas virtuales, según los datos que les ha trasladado el Gobierno a las asociaciones. Y es que las páginas de apuestas han seguido funcionando igual durante el confinamiento, «incluso las deportivas». «Se han reinventado y al no haber competiciones se hacen por ejemplo con los torneos que algunos tenistas han disputado a través de videoconsola», explica. Con la reanudación del deporte profesional, «volverán», considera, al igual que lo harán en algún momento las casas de apuestas. «Supongo que con menos aforo», considera. Lo que sí ha seguido funcionando pese al estado de alarma han sido las terapias de recuperación. «No podíamos abandonar a las personas que estamos ayudando, como tampoco se puede dejar a una persona adicta al alcohol u otras sustancias», expresa el presidente de Fecyljar. Y cada semana se han seguido celebrando las mismas sesiones -familiares o individuales- en formato online. Algo que ha requerido, como en otros ámbitos, tener que adaptarse a gran velocidad para poder seguir prestando ese apoyo. Se trata de «mantener el contacto», sobre todo «con los que acaban de llegar» porque, aunque las reuniones presenciales son «más efectivas», es imprescindible que sigan sintiendo que la ayuda está cerca. Y es que estas personas son las que pueden estar sometidas a un mayor «estrés». «Se suele experimentar lo que se conoce como mono, lo que puede sufrir cualquier persona con una adicción. Sufren abstinencia, a veces aguda, cambios de humor, estrés y más en una situación como la actual, con un entorno que ha cambiado. Nadie está preparado para estar 50 días encerrado en casa, aunque estés con tu familia, y estas personas, menos», explica Aranzana. Estos casos se derivan al psicólogo o al médico de la asociación que les atienden vía online o telefónica, en función de las posibilidades de cada uno. Jóvenes Pero, aún así, ya se ha registrado alguna recaída. Y lo peor, al parecer, está por llegar. «La media de edad de las personas que atendemos es de 34 años, pero esperamos que el grupo más joven llegue cuando todo esto acabe y se produzca el descalabro económico. Es entonces cuando suelen traerles para ver qué podemos hacer», expresa el presidente de Fecyljar. Además, señala, son los jóvenes los que tienen más oportunidad de jugar o apostar durante estos días al tener más tiempo libre y tener que permanecer más tiempo en sus domicilios. Por el momento, en el mes de abril han sido tres los nuevos casos atendidos, «todos ellos por adicción online», pero en cuanto se abran de nuevo las oficinas, es probable que haya un «un repunte» en la petición de ayuda.

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