domingo, 31 de mayo de 2020

En Marea intenta agarrarse a la arena política presentándose el 12-J

Luís Villares anunciaba su marcha de la política tras una intensísima legislatura el pasado 19 de febrero, con las elecciones ya convocadas, pero con la duda de si su formación, En Marea, concurriría a las después suspendidas elecciones del 5 de abril. Era el final de una carrera política que comenzó como esperanza del espacio rupturista, que consiguió terminar segunda por la mínima en los comicios de 2016, pero que no consiguió dar un impulso a la izquierda para desalojar al PP de la Xunta. Poco duraría la paz en esa En Marea, que acabaría resquebrajada en dos, dividiéndose entre el espacio de Galicia en Común y Anova, que crearon el Grupo Común da Esquerda, y el partido En Marea, que terminó en el Grupo Mixto. A partir de esa ruptura, la formación política de Villares comenzó a sufrir serios correctivos electorales al quedar desligada de Podemos y no poder hacer calar su discurso propio. Así, el partido no consiguió más que resultados pírricos en las primeras generales (el 10-N no participaron) y en las elecciones municipales o europeas. Finalmente, En Marea decidía no concurrir a las elecciones del 5 de abril, lo que casi bajaba la persiana a la formación. Pero después llegaría la pandemia de coronavirus, la suspensión electoral y el partido volvería a ganar un altavoz con la Diputación Permanente del Parlamento gallego, donde su diputado Davide Rodríguez ha defendido las tesis del partido. Rodríguez es el único miembro del partido en este órgano tras la marcha de Villares, que fue dotado de contenido para tratar de mantener el control parlamentario en estos difíciles tiempos. En Marea incluso recibió las alabanzas del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, durante la rueda de prensa en la que anunció la nueva convocatoria electoral para el 12 de julio. El motivo fue que la formación fue la única de la izquierda que ofreció una fecha (plantearon el 19 de julio). Tras esa reunión, de la que los partidos salieron con la certeza de que el presidente Feijóo tenía ya en mente convocar las elecciones en julio, su coportavoz Pancho Casal, que asistió al encuentro, no descartó intentar una plataforma de izquierdas para la batalla electoral. Así lo reflejaba el pasado 16 de mayo el partido, cuando el Consello das Mareas acordó que los inscritos, que rechazaron participar el 5-A, volviesen a tener la palabra para participar el 12-J. Pero en esa misma comunicación con los medios señalaban que se «acordaba hacer un llamamiento a todos los espacios municipales y otras formaciones políticas, de la manera más abierta posible, para conocer su posicionamiento e implicación de cara al proceso electoral, y su visión sobre la posibilidad de conformar una plataforma amplia en la que En Marea, si así lo deciden las inscritas, se incorporaría». ¿Qué cambió de febrero a mayo? El partido lo explica: ante la cita de abril, dieron un paso atrás por «responsabilidad y generosidad para no fragmentar más el voto de la izquierda». Pero la situación «cambió», creen, ya que no ven a las formaciones actuales (PSdeG, Galicia en Común, BNG) «suficientes para conformar una verdadera alternativa a Feijóo que la ciudadanía necesita en unos momentos tan difíciles como estos. Falta mucha gente», subrayaban. El sábado siguiente, el 62% de los inscritos del partido daban luz verde a volver al redil electoral, y el 73% solicitaban que se hiciese en una «gran coalición». Aquel día, Casal explicaba en una rueda de prensa que «muchas mareas [locales] y algunos partidos» ya se habían puesto en contacto con ellos. No había habido contacto, en cambio, con esas tres grandes formaciones de la izquierda de las que pretenden ser alternativa. Unos días después, el lunes, se conocían de manera algo más pormenorizada los planes del partido: una coalición con Compromiso por Galicia y el Partido Galeguista, además de las mencionadas mareas locales. Compromiso se presentó en las listas del BNG en la repetición electoral del 10-N. Este movimiento, aprobado por gran mayoría de su militancia, ha provocado la marcha de algunos cargos de la dirección. Tampoco ha gustado al exalcalde de Lalín, Rafa Cuiña, que sigue formando parte de la formación y que anunció que apoyará al Bloque. La coalición, llamada Marea Galeguista, tendrá una propuesta «progresista. galleguista, basada en un futuro más ecológico y que atienda a las emergencias feminista y social», remarcó Casal. Se presentó este viernes, último día para formalizar este tipo de alianzas, y queda pendiente quien será el candidato a la Xunta, algo que se sabrá durante la próxima semana con el cierre de las listas. Cabe destacar que En Marea, como partido representado en el Parlamento gallego, tendrá su cuota de tiempo en los espacios electorales de los medios públicos y en los debates electorales. Casal ya avanzó que la campaña se centrará en los debates, también reclamando que los haya sectoriales, y en actos «con muy poca gente».

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