lunes, 14 de noviembre de 2022

Qatar empieza en falso: aficionados de mentira para recibir a la selección española

El planeta entra en la semana mundial del ocio, una Copa del Mundo que se celebra en el país de los rascacielos sin fin, el gusto por la iluminación nocturna donde siempre parece Navidad y el color oro del desierto incandescente. Es lo que espera en Qatar, donde los lugareños bromean con el visitante con la temperatura como epicentro: solo hay dos estaciones en el país, dicen, el verano o el infierno. Es tanto el calor en la cornisa de la playa artificial rodeada de los edificios interminables que en Doha y en los emiratos adláteres, Bahréin, Abu Dabi, Dubái, solo es posible concentrar la vida y las relaciones humanas en los centros comerciales y los hoteles, siempre tan pulcros y aclimatados con aire acondicionado. Artificial como el aire concentrado es la primera propuesta que llega de Qatar en la campaña de imagen pagada con un Mundial de fútbol: aficionados de plástico, hinchas impostados y que provocan chifla generalizada y un aluvión de críticas. El Mundial arranca en falso con esos seguidores de mentira que han llenado las webs y televisiones de medio mundo con una puesta en escena cómica, cuando no patética. En la cuenta de twitter @roadto2022es se publican diferentes clips en el que cientos de hombres, y ninguna mujer, se disfrazan con las camisetas de las selecciones de Argentina, Brasil, Francia o España, cuatro de las favoritas a la victoria según las apuestas, y simulan ser hinchas que han desembarcado en Doha. Son personas de tez cobriza , tan característica en los países árabes, tipos con bigote o barba y pelo negro como los habitantes de los emiratos del golfo Pérsico, ningún rubio o similares, ningún perfil caucásico, ningún síntoma de autenticidad. Noticias Relacionadas estandar No Ibai Llanos, Rod Stewart, Dua Lipa, futbolistas, aficionados... las llamadas al boicot del Mundial de Qatar se multiplican D. S. C estandar No FÚTBOL Estos son los dorsales que lucirán los futbolistas de España en el Mundial J. C. U. Más parecen figurantes o extras de una película que pasean por las calles del Souq Waqif -un zoco del antiguo país de las perlas con sus puestos de artesanía y ropa tradicional del lugar-, ataviados con camisetas, bufandas y pancartas de las selecciones mencionadas. Entre risas enlatadas y declaraciones en monosílabos de un decorado artificial, los presuntos hinchas caminan organizados detrás de las pancartas y tratan de reconvertir la realidad del fútbol hacia una dimensión de propaganda del país árabe. El experimento con los aficionados de plástico no es nuevo en Doha. Durante el Mundial de balonmano de 2015 ya se consolidó una de las máximas del país en su relación con el deporte. Lo que no existe, se compra. Y si no, se inventa. O las dos cosas. Sin ningún rubor, el régimen qatarí alquiló a sesenta aficionados españoles para que animasen a la selección de su país durante el campeonato. Los aficionados elegidos provenían de una peña de Cuenca, y a ella se añadieron seguidores de Aranda de Duero, Puerto Sagunto y Vigo. El gobierno qatarí financió a los españoles el viaje, la estancia en un hotel de la capital, el desplazamiento del equipo de animación (bombos, tambores e instrumentos de viento y percusión) y les atribuyó una dieta de veinte euros diarios. Españoles alquilados en el balonmano Como la selección qatarí, entrenada por el veterano y exitoso Valero Rivera, llegó hasta la final del campeonato, los españoles se embolsaron algo más de 400 euros por su estancia vacacional en Doha, donde solo tenían la obligación de acudir a los partidos del equipo árabe. El momento más chocante de la extravagante experiencia de los hinchas del balonmano llegó el 21 de enero de hace siete años. Sesenta ibéricos contratados por el gobierno de Qatar tuvieron que animar a la selección árabe en el partido que les enfrentó al combinado español. Aliento de billetera. En Qatar, el país con más reservas de gas licuado del planeta y uno de los principales productores de petróleo, su majestad es el dólar. En el glosario de los términos que manejan en el país, el asunto mezcla el QIA con el bidún. El primero representa a Qatar Investment Authority , un fondo soberano qatarí fundado en 2005 con un patrimonio inicial de 100.000 millones de dólares y que en la actualidad vale 450.000 millones. Mantiene inversiones en numerosos consorcios: Deutsche Bank, Barclays, el aeropuerto de Heathrow, Siemens, Porsche, Shell, Credit Suisse, Louis Vuitton, el Paris Saint-Germain, France Telecom o Merrill Lynch. El bidún se refiere a los sin papeles, aquellos individuos y grupos de trabajadores que no han regularizado su nacionalidad por vivir en varios estados del golfo, en función de la época del año. A Qatar viajará el viernes la selección española, que ayer inició su mini-concentración antes del Mundial. Dos días en Las Rozas antes de volar a Amán , donde el jueves se medirá a la selección de Jordania en el único partido de preparación. La selección, a Amán Además de hacer caja en actos con patrocinadores, la selección se dedicó a preparar el Mundial con los 26 convocados por Luis Enrique. «No nos da miedo el torneo pese a nuestra juventud», afirmó Pedri, el barcelonista que protagonizó uno de los eventos publicitarios. «Yo soy de aquellos que soñaban con jugar un Mundial y estar en uno es hacer realidad un sueño. Mis padres se encargaron de recordarme lo importante que es poder estar en un Mundial», aseguró Rodri, del Manchester City, uno de los futbolistas que no usa las redes sociales. Ansu Fati se presentó con atuendo de boda. Traje negro con grandes solapas y camisa blanca. Optimismo en sus palabras. «España va a luchar por todo. Hay que creer siempre. Ojalá podamos hacer un gran torneo».

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