sábado, 19 de noviembre de 2022

Un falso arquitecto estafa a decenas de familias en Madrid y deja sus casas destrozadas

En algunas ocasiones, David Casanova Montesinos se presentaba como arquitecto; en otras, era el jefe de obra o un simple empleado de una empresa de reformas que opera en la Comunidad de Madrid . Llegó incluso a identificarse como técnico de los trabajos. Ninguna de las personas que estrechaba su mano al saludarlo conocía su verdadero cargo, pero él siempre les daba la confianza suficiente. El objetivo de David era que firmaran un contrato para asumir las labores de rehabilitación de sus hogares. De Tetuán a Leganés, pasando por los distritos de Carabanchel, Chamberí o San Blas-Canillejas, el hombre –que resultó ser el director técnico de la empresa Alda Home– cerró acuerdos que nunca cumplió y, por el camino, convirtió en víctimas de una presunta estafa múltiple a los que eran sus clientes, que acabaron con sus hogares destrozados . La Policía Nacional dio caza al reformista el 26 de octubre en un chalé de lujo que tenía alquilado en la urbanización de Somosaguas, en Pozuelo de Alarcón. La operación, liderada por el Grupo de Policía Judicial de la comisaría de Tetuán, comenzó meses antes, tras recibir las denuncias de seis afectados , pero llegar a él no fue tarea sencilla. Cambiaba de domicilio con asiduidad y dejaba de pagar los alquileres tras hacer frente a las primeras mensualidades, explican fuentes del caso a ABC. Al efectuar la entrada y registro, los agentes hallaron documentación de otras ocho posibles víctimas, a las que contactaron y que también han acabado denunciándolo. Además, tenía 4.200 euros y 664 dólares en efectivo, relojes, bolsos y vehículos de alta gama arrendados. En total, la Policía Nacional calcula que solo a esas catorce personas pudo haber estafado 350.000 euros. Eso en el último año. Noticia Relacionada reportaje Si Atrapados un año en una comunidad de vecinos por las obras de un ascensor fantasma Carlota Barcala Los vecinos contrataron en junio de 2021 la instalación de un elevador, con un plazo de obras de seis meses La investigación continúa abierta para el total esclarecimiento, puesto que no se descarta que el número de víctimas siga en aumento, así como el dinero que consiguió gracias a las reformas que nunca concluyó . Según han informado fuentes policiales a este diario, el perjuicio económico que David ha causado a sus clientes podría superar el millón de euros desde 2019. Un dinero conseguido a través de siete empresas. La última fue Esencial Home , nombre comercial detrás de la que estaba Alda Home, la sociedad limitada con la que operaba y de la que su madre, Rosa María Montesinos, detenida también en la misma operación, era administradora única desde finales de marzo. El ahora investigado tenía un 'modus operandi' claro, ocho fases que cumplía a pie juntillas hasta desaparecer. La primera era la publicidad: las víctimas contactaban con él a través de diversos portales de reformas y solicitaban un presupuesto. En el primer contacto, David –a veces acompañado de otros empleados– se personaba en las viviendas y «transmitía confianza y seriedad». A los pocos días, enviaba un presupuesto muy ajustado del que pagaban el 35% en el momento de la firma del contrato. El resto, tenían que abonarlo fragmentado cada semana hasta el fin de la obra. Los escombros de las obras, apilados, en casa de uno de los afectados tania sieira Luego, volvía a las viviendas con varios obreros que llevaban a cabo tareas de desescombrado . «Como acuden obreros a realizar trabajos, las víctimas se piensan que las reformas van por buen camino», explican fuentes del caso. En la séptima etapa, las obras ya no avanzaban; los trabajadores no se presentaban y, cuando lo hacían, aseguraban que no tenían material. Los pagos debían continuar si los clientes no querían incumplir el contrato . Ellos confiaban por la necesidad de volver a sus hogares tras semanas de retraso, pero las obras nunca terminaban y las casas se quedaban inutilizables. Modo de vida La última fase comenzaba cuando David dejaba de contestar y desaparecía , pese a que muchos de los afectados le mandaron burofaxes. «Este es su 'modus vivendi'. Vive de las reformas que no termina pese a que las víctimas han pagado el importe completo», aseguran las mismas fuentes policiales, que ponen el foco en que en la mayoría de los casos el perfil de los afectados es gente humilde que lo contrataba para adecuar su primera vivienda. Las reformas siempre eran integrales; algunas, de hecho, se ampliaban a mitad de la obra para resolver todos los contratiempos que surgían. El importe presupuestado oscila, según las denuncias a las que ha tenido acceso este diario, entre los 14.400 euros y los 35.000. Pese a tener por contrato que David debía hacer frente a una penalización de 50 euros por cada día de retraso, el dinero nunca volvió a los damnificados. Este hombre, de 32 años, es un viejo conocido de la Policía, aunque ahora está en libertad, ya que cuenta con tres reseñas previas: una por los presuntos delitos de estafa y falsedad documental ; otra, por estafa, daños y asociación ilícita y, la última, por daños. Su madre, y administradora única de Alda Home, también tiene antecedentes policiales por los presuntos delitos de estafa y pertenencia a grupo criminal. «Les pagué 25.000 euros y solo ejecutaron el equivalente a la mitad. Cuando requieres que termine los trabajos, desaparece del mapa» Propietario afectado «Les pagué 25.000 euros y solo ejecutaron el equivalente a la mitad», cuenta una de las afectadas a este diario, que contrató los servicios en marzo sin imaginar todo lo que pasaría después. «Cuando requieres que termine los trabajos, esta persona desaparece del mapa. He tenido que contratar otra empresa para que arregle todo lo que él hizo, pero al menos hasta dentro de un año no podré vivir en la casa que compré. Además, llamamos a un notario para que diese fe de cómo había dejado la casa», continúa esta víctima, que decidió denunciarlo en agosto. El martes se vio las caras con él un juzgado de Instrucción de Leganés, al que acudieron también a declarar Rosa María Montesinos y Alejandro Delgado, anterior director financiero y administrador único de Alda Home hasta marzo, cuando dejó la empresa. «Los dos dijeron que no llevaban las facturas ni la contabilidad . Se culparon el uno al otro», concluye. El resto de víctimas declararán a principios del próximo mes en los juzgados de Instrucción de plaza de Castilla. El abogado que lo representa, Guillermo Peláez, reconoce los casos pero habla de incumplimiento de contrato por parte de su cliente y nunca de estafa. «Él es un magnífico obrero, pero un pésimo gestor del dinero. Acabó mezclando el dinero y no pudo terminar las obras encomendadas», explica a ABC, y hace hincapié en que David «entró en una situación de colapso mental» que le impidió dar respuesta a los afectados. «Tenía tal situación de desequilibrio mental por las deudas que no dio contestación», justifica Peláez, que cuenta que su defendido no podía reembolsar el dinero porque «ya no disponía de él». También se atreve a lanzar un mensaje a los afectados. «Dichosos aquellos que de la Justicia nada esperan, pues no se llevarán un desengaño», dice parafraseando al poeta Alexander Pope. A esos afectados solo les queda denunciar porque todavía sufren las consecuencias de un contrato no ejecutado, con casas destrozadas a las que no saben cuándo regresarán. Los casos crecen y la Justicia decidirá si fue una estafa o solo un incumplimiento.

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