miércoles, 13 de abril de 2022

Semana Santa en Madrid: el turismo roza los niveles pre-Covid, a falta del mercado internacional

Si los buenos presagios para la Navidad y la campaña de rebajas se vieron empañados por Ómicrom, la Semana Santa sí que está marcando, en casi todos los sectores relacionados con el turismo, una luz al final de un túnel de dos años. El mejor termómetro es el de la ocupación hotelera: un 72% desde hace unos días, pero con las expectativas de llegar el 80% conforme se animen a viajar a última hora este puente de los grandes días de Pasión; con el agregado de que el lunes 18 es festivo en algunas comunidades. El año pasado, el dato apenas fue del 27%, con un 61% de la planta hotelera funcionando.En 2019, sin pandemia, fue del 84%. Mar de Miguel, vicepresidenta ejecutiva de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid, especifica que «determinadas categorías están por encima y otras por debajo»: «Nuestra valoración para Semana Santa es muy positiva, teniendo en cuenta cómo fue el año pasado y que está toda la planta hotelera abierta. Eso sí, estamos en un 30% por debajo en turismo internacional».En este sentido, los estaodunidenses son nuestro principal mercado, al que siguen, según el año, franceses, británicos, alemanes e italianos. Se están reactivando. Y, aunque esta no es una fecha de movimiento de extranjeros, sí reconoce que «el asiático está parado, se recupera muy lento». El gasto por viajero también está siendo«muy positivo, el más elevado de España». En enero y febrero de 2022 (época floja de turismo), cada viajero se gastó 225 euros por día, frente a los 303 de media de todo 2019. «Quien no tiene lleno es porque no quiere» En cuanto a las viviendas de uso turístico, aunque aquí se sabe que hay una cifra oculta por la altísima tasa de mercado negro, existe un 90% de ocupación. La ecuación es casi perfecta. Bien lo saben los hosteleros. Su representante en Madrid, José Antonio Aparicio, refuta que «la previsión es buena»: «Notamos demanda y ganas de consumir después de pandemia. Es turimo interno. Madrid es un destino preferente por las políticas de defensa del sector». Persiste, eso sí, entre un 15% y un 20% menos de producción que en 2019. La hostelería, de hecho, «se ha reforzado con con contrataciones, porque con las plantillas normales no se puede cubrir la demanda». Una demanda que podría generar 15 millones de euros de facturación. Y ocurre lo mismo que con los hoteles: «Ese 80% en el que estamos es porque aún falta el turismo internacional que sí había en 2019. Es más, los locales que queden en ERTE son residuales y siguen cerrados, y no parece que vayan a reabrir», analiza Aparicio. El presidente de CEIM, la patronal madrileña, y vicepresidente de la CEOE, Miguel Garrido, comparte que «va a ser una Semana Santa bastante buena, aunque falta el turismo de larga distancia, sobre todo el de Asia, pero se está moviendo el europeo». Pero que «compensado» con el «movimiento nacional, que está en niveles muy altos»: «Los datos son esperanzadores, hay algunos hoteles completos. Además, después de dos años sin Semana Santa, hay mucha gente que quiere visitar a las familias y con ese viaje pendiente». E invita a que «se promocione el nombre de Madrid, un lugar que ha sido conocido porque durante la pandemia se ha seguido viviendo con más libertad». Eso es algo, cree, que «hay que aprovechar», y que ya pasó la hora de «estímulos para la demanda como los bonos turísticos, que estuvieron bien en aquel momento». Y si hay un sector ‘beneficiado’ por el cerrojazo por provincias y comunidades a causa de la pandemia fue el del turismo rural. La incapacidad en los años previos a salir de la región llevó a muchísimos madrileños a conocer la Sierra, sus encantos y sus más de 200 establecimientos de este tipo. Auge del turismo rural Gustavo Nash, presidente de la Asociación de Turismo de la Sierra de Madrid, explica que están al 100%: «Quien no tenga lleno es porque no ha querido. La demanda ya fue bestial durante el cierre de comunidades, hasta mayo de 2021. Incluso entre semana, parejas que cogen un par de días libres o aquellos que pueden teletrabajar. Para nosotros, la Semana Santa empezó el 8 de abril, viernes». Resulta lógico, además, porque a este sector no le afecta la falta de turismo internacional; los usuarios son mayoritariamente de Madrid; aunque hay gente de otras provincias que, al llegar el calor, buscan su refugio en la Sierra y luego hacen visitas por la capital o a enclaves rurales. Los precios, en términos generales, no han subido en diez años: «Nos han encarecido la electricidad y los combustibles, y si sigue así tendremos que ajustar los precios un poco al alza para compensar». En cuanto a los comerciantes, Paloma de Marco, de Apreca (70 negocios de Preciados, Sol, Carmen, Montera...), sí reconoce una mejoría, sin llegar a como estaban en 2019: «Pero observo que el centro se está quedando para ocio y hostelería», y no para el comercio en general. ArmandoRodríguez, de Cocem (Confederación de Comercio Especializado de Madrid), «la situación es muy complicada y con mucha incertidumbre». «Esto se había reactivado, pero desde febrero hay un parón total: hay miedo a la inflación y poca demmanda. La resaca del Covid se va a sentir ahora, cuando haya que devolver los créditos ICO».

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