En Vigo se presentó el Madrid con el hijo de Ancelotti, Davide, en el banquillo, a quien la burocracia uefera/fifera no permite dirigir al equipo desde la banda. La escena era como lo de Cortés en México, que para entenderse con los indios hablaba en español a Jerónimo de Aguilar, ex cautivo ducho en maya, quien a su vez se lo trasladaba a la Malinche, Doña Marina, quien a su vez se lo traducía a los tlaxcaltecas. Así circula el Madrid por España cuando falta Ancelotti, el hombre providencial que doctoró a Xavi en el Bernabéu y a Coudet en Balaídos. Es como el ‘trilingüismo simpático’ que en Madrid vende Feijóo para camelar a sus paniaguados. Pero lo más hiriente era ver... Ver Más
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