domingo, 9 de enero de 2022

Los enfados de Xavi

El gol que recibió el Barcelona ante el Granada en el último minuto le costó dos puntos, además de perder la posibilidad de meterse en la zona de Champions League, y evidenció un problema endémico que atenaza al equipo: los partidos se le hacen demasiado largos y se desmorona en el tramo final, lo que provoca el considerable enfado de Xavi Hernández. El técnico ya observó desde el palco de Balaídos cómo Iago Aspas arañaba un empate (3-3) en el minuto 96 durante el último encuentro de interinidad de Sergi Barjuán. Tras un inicio liguero con dos victorias consecutivas, el Barcelona volvió a mostrar una fragilidad preocupante en los últimos minutos. El Betis tomó el Camp Nou (0-1) con un gol de Juanmi (min. 78) que provocó el primer aviso serio de Xavi. «Cuando mejor estaba el equipo hemos encajado el gol. Hay que parar esas contras, ser más táctico en algunos momentos, más listos. Sabíamos de las transiciones del Betis, llevábamos 20-25 minutos muy buenos y es una pena. Es una derrota que duele, llevábamos una dinámica muy buena, pero es el fútbol», lamentó el entrenador. No obstante, el primer enfado serio del técnico se produjo una semana después. Si el silencio había invadido el vestuario tras la derrota ante el Bayern (3-0) tres días antes, el empate ante Osasuna (2-2) generó la primera bronca de Xavi, que se mostró contundente mientras sus hombres escuchaban cabizbajos en la caseta de El Sadar. Chimy Avila empató un encuentro que dominaba el Barcelona en el marcador a falta de cuatro minutos y el entrenador acusó a varios de sus futbolistas de no entender de fútbol y de no saber leer los partidos. «Nos falta gente con empaque para controlar el juego», soltó en la sala de prensa. Ycompletó el dardo a los pesos pesados: «Marcan las diferencias los jóvenes y eso es difícil de digerir». El técnico lamentaba la endeblez de su equipo, la fragilidad defensiva y la falta de oficio debido a la excesiva juventud del equipo que alineaba obligado por las numerosas bajas. El error pudo repetirse en el primer partido de Liga de 2022 ante el Mallorca si Ter Stegen no hubiera parado de forma milagrosa el disparo de Jaume Costa en la prolongación. La suerte que tuvo el alemán, clave en la victoria, desapareció de nuevo el pasado sábado y Puertas volvió a marcar en el último minuto. El Barcelona perdía en Granada su séptimo punto (de 24 disputados) en el tramo final del encuentro desde la llegada de Xavi. La juventud fue de nuevo el argumento empleado por el técnico para justificar su malestar. Primero por la expulsión de Gavi tras una entrada desmedida e innecesaria, que dejó al Barça con uno menos, y segundo por no haber sabido mantener el control para evitar los ataques del rival. «Es una pena, pero son errores nuestros. Es la falta de experiencia, la expulsión nos merma. Es como Pamplona. Se nos escapan dos puntos importantísimos para nosotros, vitales. No veo méritos del rival, si no deméritos nuestros. En la segunda parte era para controlar. La entrega es lo mínimo exigible. No nos podemos ir contentos. Hay que hacer autocrítica», explotó el técnico, obligado a recuperar sensaciones ante el Madrid en la Supercopa.

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