La sinuosa carrera de Mario Balotelli guardaba en su ocaso un truco final, un recodo inesperado tras superar la treintena, vagar por la Serie B en un año fatídico en Monza y marcharse el pasado estío a la liga turca hacia un final lucrativo y previsiblemente antiheróico. Sin embargo y tras desperdiciar mil y una oportunidades en el fútbol de élite, el irascible delantero italiano ha vuelto a encontrarse con su mejor forma en el modesto Adana Demirspor, un recién ascendido a la Superlig que sueña por entrar por primera vez en la Liga de Campeones. A las órdenes de su compatriota Montella, Balotelli suma nueve goles en 21 partidos para que su equipo sea cuarto en la clasificación turca. De esta manera, el buen e inesperado desempeño de Mario ha trascendido las fronteras otomanas y desde Italia afirman que Mancini planea convocarle para la próxima concentración la Azurra. Esta cita (26 y 27 de enero), sin partidos de pormedio, persigue el objetivo de empezar a preparar el trascendental choque de marzo ante Macedonia del Norte, la semifinal de la repesca que da acceso al Mundial de este mismo año. Ciertamente, la actual campeona de europa está en apuros, y la idea de la segunda Copa del Mundo consecutiva sin Italia no es descabellada: si eliminan a Macedonia del Norte, previsiblemente se enfrentarán a Portugal en la final para luchar por un hueco en la cita catarí. Asimismo, pese al éxito del pasado verano, Italia sufrió sobremanera de cara a portería en su camino inacabado hacia la cita mundialista. La eterna discusión en torno al rendimiento de Ciro Immobile, la lesión de Chiesa y las dudas sobre Belotti y el bisoño Raspadori, abren hueco a Balotelli, que no juega un partido con su selección desde el 7 de septiembre de 2018. Así, como ya ocurriera hace casi cuatro años, Roberto Mancini vuelve a sacar al ariete del letargo. Mancini, confianza perenne en Mario Como a José Mourinho o a Brendan Rodgers, Balotelli también desquició con sus excentricidades a Roberto Mancini, el entrenador que le hizo debutar en el Inter con 17 años. Sin embargo, el de Ancona siempre le concedió una oportunidad extra. Sin ir más lejos, el técnico italiano fue el responsable de que el Manchester City pagara 30 millones de euros por el ariete en 2010. Su aventura en el noroeste de Inglaterra no terminó de cuajar, pero cuando Balotelli marcó 18 goles en la liga francesa con el Niza en 2018, Mancini no dudó en volver a incluirlo en la convocatoria de la selección italiana. Pero tras ese breve despertar en Niza, el atacante no triunfó ni en Marsella ni en su retorno a la Serie A en el modesto Brescia. Ya en la campaña pasada, con 31 años, fichó por el Monza de Serie B, el nuevo club de Berlusconi, para tratar de relanzar su carrera, pero diversas lesiones le truncaron el camino en el segundo escalón del Calcio. En cambio, ahora, tras su redención turca, Mancini vuelve a tenderle la mano.De Deportes https://ift.tt/3fRxvBY
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