lunes, 24 de enero de 2022

Las horas fatídicas de Karim Benzema

Ancelotti subrayó que todo salió torcido en el partido frente el Elche, menos los últimos diez minutos de épica, hasta empatar. El italiano dijo eso en clara referencia a su mejor futbolista, al goleador de la Liga española, que ha sido candidato al Balón de Oro y al FIFA World Player. Benzema es el termómetro del Real Madrid. El francés escenifica el baremo deportivo del club. Si el ariete funciona, el equipo carbura. Cuando el delantero «no está», el conjunto blanco no se encuentra. Y el líder sufrió el domingo un desencuentro frente a los ilicitanos porque el nueve no se encontró a sí mismo. Fue el día fatídico de Benzema. El delantero centro del líder falló un penalti a la media hora de partido. Era su primer fiasco tras acertar 16 lanzamientos consecutivos, con el agravante de cometer un error que influyó en el marcador final. Posteriormente se lesionó, a la hora de juego. Hizo sonar las alarmas de futuro en la entidad, que ya vive en modo Champions y en el duelo con el PSG de Mbappé. Y mientras los médicos palpaban en el vestuario la contractura que sufre el jugador en su isquiotibial izquierdo, una banda de ladrones bien organizada entraban en su casa de La Moraleja y se la desvalijaban cuando la afición madridista cantaba a nueve kilómetros de distancia los goles de Luka Modric y de Eder Militao. Es el segundo robo que soporta mientras juega, el anterior lo sufrió cuando disputaba el clásico en el Bernabéu en febrero de 2019 Los asaltantes estuvieron nada menos que cuatro horas dentro, desde las tres hasta las siete e la tarde, para buscar y llevarse una gran cantidad de objetos valiosos. Hay días, pensará Karim, nacido en los suburbios de Lyon, que es mejor no levantarse. Benzema hizo sonar la alarma al llegar a casa y lo que los especialistas investigan es por qué no sonó la alarma cuando los ladrones entraron. Se analiza si portaban toda la tecnología para anular las mejores alarmas y «trabajar» varias horas con tranquilidad. No es la primera vez que el delantero sufre un destrozo de esta magnitud en su vivienda de La Moraleja. Hace tres años, en febrero de 2019, también entraron en su residencia con el mismo modos operandi, cuando disputaba el clásico frente al Barcelona en el Bernabéu, en el momento que menos piensas que pueden entrar en tu casa y con media España viendo el fútbol por televisión. Hay restos de sangre La Policía investiga ahora si ha sido la misma banda la que ha repetido el organigrama en una casa que ya conoce, pues en aquella ocasión también permanecieron varias horas en su interior y robaron bastantes cosas de valor. Los investigadores policiales han encontrado restos de sangre de un posible asaltante al lado de la piscina, que presumiblemente se cortó al penetrar en la casa. Los ladrones penetraron en el domicilio de Benzema por el jardín, al saltar una valla que rodea su parcela. Rompieron una persiana de la casa con un mazo y luego quebraron las cristaleras. Se llevaron gran cantidad de objetos y no se sabe si abrieron alguna caja fuerte, pues si han sido los mismos conocen los vericuetos de las habitaciones al detalle. Y si no han sido los mismos asaltantes, estuvieron igualmente cuatro horas y profundizaron en todos los secretos del domicilio del futbolista francés. Ahora entran en actuación los seguros, tanto de la alarma como de los objetos robados. No son días bonitos para Karim, como le llaman todos. Es el primer penalti que falla en el Real Madrid, tras 16 aciertos; sufrió una contractura ante el Elche y hoy se somete a una resonancia que dictaminará el alcance real de su lesión Con todos los respetos, lo que verdaderamente le preocupa al Real Madrid y al madridismo es el estado físico del líder de la plantilla. Se lesionó en el isquiotibial izquierdo, pero no es la misma dolencia detectada en San Sebastián, como advirtió Ancelotti. No es una recaída. Veterano, experimentado, se notó mal y pidió el cambio antes de soportar una rotura mayor. La primera exploración de los doctores del Real Madrid pronostica que sufre una contractura en esa zona. Una contractura es una rotura, y el diagnóstico preliminar es que obtendrá el alta al cabo de diez días, lo que significa que presumiblemente es pequeña. Pero el cuerpo médico, el cuerpo técnico, el club y el propio Benzema no se fían hasta conocer el resultado de la resonancia magnética a la que se someterá hoy. Diez días de baja es, en todo caso, el cálculo inicial. En teoría podría disputar el 3 de febrero el encuentro de Copa del Rey en San Mamés. En la práctica solo lo jugará si el propio Benzema lo exige, pues llegará justo a esa cita y en la entidad prima que se encuentre en plena forma para atacar al PSG en la Champions el día 15 del mes próximo. Este es el único reto en la cabeza de la empresa. No importa demasiado que tampoco juegue ante el Granada en el Bernabéu el 6 de febrero, ni siquiera que esté en Villarreal el 12. Si los blancos vencieran al Athletic en Bilbao tendrían además el primer enfrentamiento de semifinales coperas el día 9. Es un calendario muy duro que presenta un exceso de partidos que el artillero del Real Madrid no puede abarcar después del aviso físico recibido ante el Elche en un día fatídico de su vida profesional y personal, fallon, lesionado y robado. Ancelotti no desea revivir el hundimiento que los veteranos sufrieron hace siete años. Ya concedió descanso a su goleador en el envite copero ante el propio conjunto ilicitano, hace cinco fechas. Tres días más tarde se dolió de la pierna izquierda. Cuidado. El francés acaba de cumplir 34 años y tiene la inteligencia de saber graduarse para rendir a un buen nivel casi sin descansar, pero tiene un límite. Solo ha faltado en cuatro ocasiones, como bien saben Jovic y Mariano, que soportan su permanencia en el once.

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