lunes, 10 de enero de 2022

La lucha de Tamajón y la comarca de Ocejón para no perder su único cajero automático

Aunque el concepto de despoblación ocupa cada vez más titulares en los medios de comunicación, aún están muy lejos las soluciones para muchas regiones, comarcas y pueblos que viven en eso que se ha venido a llamar ahora la España vaciada. Un ejemplo de ello es la situación que está viviendo la comarca del Ocejón, en la provincia de Guadalajara, una de las más despobladas del país y en la que, si nadie lo impide, se quedarán sin el único cajero automático con el que contaban. Este servicio fundamental, que se ha convertido en un lujo para los habitantes de esta comarca, se encuentra en la localidad de Tamajón. Allí está la única oficina bancaria que hay para todos los pueblos de esta zona de la Sierra Norte de Guadalajara y que, poco a poco, por culpa del coronavirus, está dejando de funcionar como lo venía haciendo. Propiedad de la entidad financiera Ibercaja, la sucursal ha pasado de atender dos días a la semana —los martes y jueves de 9.00 a 14.00 horas— a hacerlo un día tan solo y una hora menos —los martes de 9.00 a 13.00 horas— durante la pandemia. Con la crisis sanitaria, Ibercaja dejó de enviar al trabajador que tenía en la oficina bancaria de Tamajón. Por lo tanto, según explica a ABC el alcalde de esta localidad, Eugenio Esteban, «tan solo quedó como recurso el cajero automático para servir a toda la zona. Con la evolución de la pandemia volvieron a enviar un trabajador pero esta vez solo una vez a la semana. Por lo tanto, para conseguir dinero en efectivo en toda la comarca, los vecinos y turistas tenían que acudir al cajero automático de Tamajón o acudir el único día a la semana que el operario del banco acudía al municipio». Por eso, la lucha más acuciante que tienen los 137 vecinos de Tamajón y los habitantes de toda la comarca del Ocejón es no perder su cajero automático. «Nos costó mucho esfuerzo y mucho tiempo, más de diez años, que se instalara», asegura Eugenio Esteban, que se muestra pesimista ante una posible solución: «Nosotros estamos haciendo todo lo posible pero, si Ibercaja o alguna administración pública superior no hacen nada por evitarlo, me temo mucho que nos vamos a quedar sin este servicio tan necesario para tanta gente aquí, especialmente para las personas mayores». Para intentar luchar contra esta situación, el Gobierno de Castilla-La Mancha firmó antes de Navidad un convenio con la Red Castellano-Manchega de Desarrollo Rural (Recamder) para instalar un centenar de cajeros automáticos en pequeños municipios de la comunidad autónoma que carecen de sucursales de entidades bancarias. Su coste de instalación y mantenimiento, según se informó en una nota de prensa, ascendería a 3,5 millones de euros, cifra que sufragará Recamder a través de la ayuda que recibe de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural; y ayuntamientos y diputaciones provinciales contribuirán también instalarlos. 15.000 euros encima de la mesa Sin embargo, el alcalde de Tamajón se muestra escéptico ante ese anuncio. «Va más rápida la despoblación que las medidas y posibles soluciones a un problema al que nos enfrentamos a diario los pequeños pueblos de zonas deshabitadas», se queja el regidor agallonero (gentilicio de Tamajón), que incluso llega a decir que el consistorio que él dirige ha llegado a poner sobre la mesa 15.000 euros que costaría la puesta en servicio del cajero automático para que Ibercaja lo haga funcionar de nuevo. A esta situación se llegó después de que el pasado mes de septiembre, responsables de Ibercaja se pusieran en contacto con el Ayuntamiento de Tamajón, por medio de su alcalde, para comunicar que desde enero de 2022, la entidad bancaria había decidido desactivar el cajero en el municipio. Pero, a principios de diciembre, se averió y no ha habido intención alguna de reparación del mismo, con lo cual el municipio y la comarca ya no disponen, desde el último mes de 2021, de otro servicio público más tan necesario para mantener población. Eugenio Esteban realizó la consulta sobre la cuantía necesaria para reparar o sustituir el cajero, con la intención de que el propio ayuntamiento pudiera cubrir los costes. Pero desde Ibercaja la respuesta fue que «no se trata solo de la reparación o sustitución, sino que el mantenimiento del servicio es deficitario y no estaban dispuestos a continuar prestándolo», a pesar de los más de 15.000 euros que ponía el consistorio. El alcalde hace extensible la petición de ayuda a la Diputación de Guadalajara, pero tampoco han obtenido respuesta. Esta desaparición afecta a muchos vecinos y trabajadores de la zona que tienen en Tamajón un punto de referencia de servicios y que, de ahora en adelante, si nadie pone remedio, tendrán que desplazarse hasta Humanes o Cogolludo —a media hora en coche— simplemente para sacar dinero. Ello, a pesar de los esfuerzos de alcaldes y concejales de muchos municipios, de los grupos de acción de desarrollo local, de los foros contra la despoblación y de otras muchas iniciativas que tienen como objetivo la España vaciada. «Cada uno de los pequeños servicios que desaparece y que en otros lugares podrían pasar inadvertidos, es una batalla perdida más contra la despoblación de zonas rurales con una gran riqueza natural y cultural, pero que se ven abocadas a la pérdida de población, entre otras cosas por la pérdida constante de servicios fundamentales que no son sino un derecho, como para el resto de ciudadanos», se lamenta Esteban, que critica la «propaganda vacía» de las administraciones superiores contra esta problemática. En cualquier caso, el alcalde de Tamajón deja claro que luchará, junto con sus vecinos y con otros pueblos, para seguir viviendo en el pueblo y alzarán la voz para reivindicar sus derechos como ciudadanos al acceso a servicios fundamentales cuya carencia sería inviable en cualquier ciudad.

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