La intervención del presidente del Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, ayer ante la nueva promoción de jueces en Barcelona aplacó en parte el malestar en las asociaciones mayoritarias de jueces y convenció también a vocales de distinto signo consultados por ABC. Coinciden en que dentro del «escaso margen» que permite «el corsé» del respeto institucional, estuvo correcto al referirse al veto del Gobierno a la presencia del Rey en Barcelona. «Fue un discurso institucional y sin excesos. No voy a decir que fuese tibio, pero tampoco duro. Cuando no se nos ha dado ninguna justificación (de la ausencia) tampoco puede uno salirse del tiesto», explicó a ABC la portavoz de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), María Jesús del Barco. Desde Jueces y Juezas por la Democracia, la decana de Barcelona, Mercè Caso, iba en la línea tras asistir al acto. «Ha sido institucional, que es lo que le toca al presidente del Supremo. Me hubiera sorprendido una manera de pronunciarse diferente», comentó. Mientras, en Jueces Francisco de Vitoria, Jorge Fernández Vaquero, apuntó que «todo aquel que esperase un discurso duro no tenía una expectativa realista» porque «al fin y al cabo, tiene que mantener las formas en lo institucional». «Que podría haberse salido de ese guión, pero conocemos la trayectoria de este Consejo y de Lesmes», señaló. Discrepan en el Foro Judicial Independiente: «No tenía que haberse celebrado ese acto sin el Rey», defendía Concepción Rodríguez. Los vocales del CGPJ consultados van un poco más allá y ensalzan lo que entienden, ha sido «un recado» al Gobierno desde la lealtad institucional, porque recordar «la dimensión política» de la presencia del Rey en un acto así, es evidenciar el error de no impedir que Don Felipe acuda.
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