domingo, 27 de septiembre de 2020

Zidane realiza «casting» de arietes

Zidane alimenta su condición de inescrutable. En el Benito Villamarín realizó un «casting» de delanteros centro. En Anoeta adujo que utilizó a los chavales Marvin y Arribas para mantener el esquema de tres puntas y dejó en la reserva a Jovic y Mayoral. En el Villamarín transformó todo su ideario y plasmó una estrategia con dos arietes y cuatro centrocampistas en rombo que dejó en el banquillo a Modric, Vinicius y Rodrygo y que incluyó la sorpresa del delantero serbio en el once. Borja Mayoral entró en el último tercio del encuentro. Era la tercera titularidad de Jovic desde que fichó por el Real Madrid hace catorce meses y era la tercera vez que jugaba como segundo «nueve» al lado de Benzema. Casemiro y Valverde ejercieron de doble pivote. Zizou pasó del 4-3-3 con Vinicius y Rodrygo al 4-4-2 en rombo y sin extremos, con Jovic, Valverde y Casemiro. Cambio radical. Era otro «casting», pero de sistema de juego El madridismo que pedía salir con más puntas y conceder oportunidades a Jovic fue satisfecho, pero este futbolista necesita una continuidad de partidos para juzgarle. Quien volvió a ser decisivo fue Benzema, que intervino de manera decisiva en los dos primeros tantos visitantes, marcados por Valverde y por Emerson en propia portería. Los cambios de alineación y de táctica de Zinedine desvelaron que no ha encontrado ni el equipo ni el esquema idóneo. Tiene muchos mimbres para ensayar y esa competencia es buena. Modric suplió a Kroos por una sobrecarga en un glúteo e Isco sustituyó a Odegaard para ejercer de media punta. Zidane pareció responder con sus decisiones a quienes se quejaban de no contar con sus delanteros. Jovic disputó setenta minutos para dejar el testigo a Borja Mayoral, un hombre que se encuentra en el mercado y que tuvo su ocasión en el Villamarín, estadio que presenció un «casting» de arietes del campeón de Liga. Ramos firmó de penalti la tercera diana madridista. El broche de la prueba de rematadores de Zidane es que ninguno de estos futbolistas firmó goles, pero es verdad que Jovic provocó la expulsión de Emerson y Borja Mayoral fue clave en el penalti de Bartra. La victoria no escondió la sorpresa de la suplencia de Vinicius, el mejor hombre del Real Madrid en San Sebastián. El joven brasileño pagó, pero al revés, la prueba de un sistema 4-4-2 sin extremos, labor que ejecutaron Carvajal y Mendy. El análisis final es que la solución puede estar en el término medio. «Vini jr.», como dice ahora su camisola, es necesario. Y Mbappé es el sueño dentro de un año.

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