martes, 29 de septiembre de 2020

Flores antes de la última batalla

Los Ángeles Lakers y los Miami Heat se retaron en la repvia de la gran final de la NBA a través de sus grandes estrellas. Los de LeBfon James parten como claros favoritos del duelo, pero no se fían de unos Heat que están rompiendo todos los pronósticos. El alero LeBron James volvió a mostrar este martes su lado más «diplomático» cuando habló de lo que significa jugar su décimas Finales de la NBA, las primeras con los Angeles Lakers, frente a su exequipo, al que guió a dos títulos de liga. James, de 35 años, segunda temporada con los Lakers, tercer equipo en su carrera a los que lleva a disputar unas Finales, lo hizo anteriormente con los Cavaliers de Cleveland y luego con los Heat, dijo que no quería participar en la asignación de darle un valor especial a las del 2020, que comienzan mañana, miércoles. «No tiene ningún significado adicional ganar un campeonato, sin importar contra quién estés jugando», comentó James a los periodistas, en vísperas del primer partido. «Ya es bastante difícil llegar a las Finales, estar en esta posición. Si puedes salir victorioso, no importa contra quién lo hagas». Pero sería su compañero, el pívot Anthony Davis, quien jugará sus primeras Finales de la NBA, el que reconoció que James si sentía, de verdad, una motivación especial al enfrentarse ante su exequipo, y tener la posibilidad de conseguir su cuarto título de campeón. «Estar de vuelta en las Finales contra Miami, creo, significa mucho más para él ganarlas, que al resto de los compañeros», declaró Davis. «Pienso que este campeonato es probablemente el segundo, detrás del conseguido con los Cavaliers de Cleveland, que más le motiva a James». James ganó su campeonato más reciente en el 2016, cuando llevó a los Cavaliers a una remontada de 1-3 en las Finales para vencer a los Warriors de Golden State, dueños de la mejor temporada regular en la historia de la liga, con 73-9. Los primeros dos campeonatos de James llegaron con los Heat en el 2012 y 2013, primero desmantelando un futuro trío de MVP en el alero Kevin Durant, el base Russell Westbrook y el escolta James Harden con los Thunder de Oklahoma City. Luego también superaron al pívot Tim Duncan, al base francés Tony Parker y al escolta argentino Manu Ginobili con los Spurs de San Antonio, en siete partidos, gracias a la gran actuación del exescolta Ray Allen, que anotó un triple decisivo. Davis dijo que el desafío frente a James está en ganarlo todo después de una pausa de 4 meses y medio debido a la pandemia del coronavirus, además de pasar tres meses en la burbuja de Orlando, donde fueron recluidos 16 equipos para concluir la temporada, libre de COVID-19. «Creo que éste va a ser un campeonato muy difícil», admitió Davis. «La gente dijo que va a ser el más difícil en la historia de la NBA desde un punto de vista mental sólo por las circunstancias». Algo en lo que las dos estrellas de los Lakers están completamente de acuerdo. «Probablemente ha sido la cosa más desafiante que he hecho en mi vida como profesional, en cuanto a comprometerme con algo y realmente lograrlo», subrayó James cuando se le preguntó sobre la vida en la burbuja de la NBA. Sin embargo, admitió que sabía perfectamente a lo que se iba a enfrentar y llegó preparado para el gran reto. «Sabía cuando venía a lo llegábamos aquí», valoró James. «Sin embargo, mentiría si dijese que conocía la dureza que hemos tenido que superar tanto mental como físicamente, pero la única razón para hacerlo era luchar al máximo en busca de conseguir el título de campeones». El mismo objetivo que tuvo siempre durante las cuatro temporadas que jugó con los Heat, a los que llevó a disputar las Finales en cada una de ellas, con dos títulos y dos derrotas. Sin embargo, su salida no fue de la mejor manera, pero ahora, seis años después, ninguna de las dos partes quiere hablar del asunto, y se centran exclusivamente en presentar la buena imagen de cada uno de ellos. James fue efusivo en sus elogios cuando se le preguntó sobre el presidente de los Heat, el legendario Pat Riley, y el entrenador Erik Spoelstra. «Cuando escucho a Pat Riley, pienso en una de las mentes más grandes que probablemente haya tenido este deporte», destacó James. «Ha ganado en todos los niveles. Vi la estadística el otro día de que ha sido parte de un campeonato en cuatro décadas. Esta liga no es lo mismo sin Riley». La estrella de los Lakers también dedicó elogios a Spoelstra, de quien dijo que no se le había dado el reconocimiento que se merece a pesar de lo bueno que es y lo grandes conocimientos que posee. «Es lamentable que no se haya ganado su respeto después de todo lo que ya ha demostrado», reclamó James sobre Spoelstra, quien va a dirigir sus quintas Finales de la NBA con los Heat. «Es realmente bueno, por no decir genial. Probablemente es genial debido a la preparación que posee». Dragic: «Vine para ganar» El base esloveno de los Miami Heat Goran Dragic afronta sus primeras finales de la NBA frente a Los Ángeles Lakers, a partir de la madrugada del miércoles al jueves, cumpliendo las expectativas que tenía cuando firmó por la franquicia de Florida en 2015 ya que aseguró, en una rueda de prensa que llegó “para ganar”. «Estar aquí significa todo para mí. Es por lo que vine a esta organización, para ganar. Sé lo que pasó aquí en el pasado con grandes jugadores y yo no me rindo, haré lo mejor posible mi trabajo. Toda la gente de esta organización y los aficionados me han apoyado e intento dar el 100% en todos los partidos para ellos y al final del día mirarme al espejo y pensar ‘vale, hice todo lo que pude y si es suficiente bien y si no también’», declaró el esloveno. «Estoy muy feliz de estar en las Finales, ha sido una gran temporada para mí. Pero el trabajo no está hecho y ojalá tengamos buenos partidos por delante todavía», amplió Dragic en la rueda de prensa telemática previa al primer partido de las Finales de la NBA en la burbuja del Walt Disney Resort de Orlando (Florida). Goran Dragic, quien jugó en la Liga Endesa en la temporada 2006-2007, en las filas del actual UCAM Murcia, pone el acento europeo a las Finales y se tomó con humor el horario de las mismas al ser cuestionado sobre qué plan seguirá su familia para verle desde Eslovenia: «Mis niños estarán durmiendo (ríe), pero mi mujer, mis padres, mis amigos… ellos probablemente se irán a la cama, pondrán la alarma a las 2:45 y se levantarán emocionados por el partido. Mis padres definitivamente lo verán». Los Heat buscan el cuarto anillo de su historia, tras los logrados en 2006, 2012 y 2013 -los tres con Dwayne Wade y los dos últimos, además con Chris Bosh y con LeBron James, ahora su rival-: «Lo que hicieron Wade y Bosh en el pasado significa mucho para todo el equipo, que nos apoyen en redes sociales… cuando te pones la camiseta de Miami Heat sientes el legado, sientes que necesitas competir por lo que ellos hicieron aquí», aseguró. En los tres títulos, y otras dos finales perdidas en 2011 y 2014, estuvo el pívot Udonis Haslem, aún en el equipo pero con un papel secundario. Además, entre sus filas cuentan con Andre Iguodala, quien jugará sus sextas finales de la NBA. Dos jugadores con experiencia para liderar un equipo joven e inexperto a esta altura de la temporada. «Fue simple, ellos dijeron que nos merecíamos esto y que lo disfrutemos, que viviéramos el presente. Prepararse es la clave, ellos saben lo que es ganar y nos dan la confianza de que podemos lograrlo», comentó sobre cómo les ayudará su experiencia. Además, Dragic ensalzó la figura del escolta Jimmy Butler, el jugador franquicia del equipo que en temporadas anteriores, en Minnesota Timberwolves y Philadelphia 76ers, fue criticado por su compañerismo: «Él es uno de los tipos más graciosos que me he encontrado en esta liga, un gran competidor, un gran compañero que siempre saca lo mejor de los compañeros. A él le gusta bromear mucho y tenemos una broma con mi hermano pequeño, aunque él nunca le conoció». Un Butler que compareció minutos más tarde y se mostró confiado en poder ganar el título a pesar de que el gran favorito sea, a priori Los Ángeles Lakers: «Somos un muy buen equipo, no diré que somos mejores que cualquier otro, pero tampoco que no somos favoritos. Sé que nadie nos esperaba aquí, está bien; seguramente nadie cree que ganaremos, eso está bien. Lo entendemos, lo utilizamos para motivarnos, al final del día no nos importa, estamos aquí para competir, jugar todos juntos y competir a nuestra manera». Antes habló para los medios de comunicación el entrenador de los Heat, Erik Spoelstra, quien fue el técnico en los dos anillos, y las dos Finales perdidas, de la época de LeBron James en la franquicia de Florida, a quien ensalzó por su capacidad de mantener el nivel a pesar del paso del tiempo y de los cambios. «Es increíble cómo ha mantenido este nivel año a año en diferentes equipos. Su compromiso para ganar con diferentes camisetas, compañeros y circunstancias hace que sea remarcable lo que ha conseguido. A este nivel en su carrera ya ha visto de todo y solo trata de ganar. Su habilidad para hacer lo que hace a su edad está fuera de lo común; hay mucho trabajo detrás de las cámaras para mantener la forma», ponderó. Un Spoelstra que desveló también cómo digirió la noticia de la marcha de LeBron, quien volvió a Cleveland Cavaliers en 2014, y la promesa que le hizo a Dragic cuando se concretó su traspaso procedente de Phoenix Suns. «Pasé por mi propio período de reflexión de seis semanas ese verano, pero luego vuelves al trabajo. Cuando cambiamos por Goran, le prometí que estaríamos luchando por títulos», declaró.

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